Bloomberg — El Banco Central de la República Argentina (BCRA) está cuidando los dólares en sus arcas como nunca y la desesperación de los argentinos para acceder a ellos no deja de aumentar. Los importadores se encontraron estas semanas con una traba tan novedosa como heterodoxa: el organismo y la AFIP rechazaron los dólares que ya les había aprobado previamente la Secretaría de Comercio, mediante un sistema informático que reportó “inconsistencias” en sus solicitudes.
La nueva falla se hizo muy frecuente en los últimos 15 días, cuando los importadores quisieron hacer efectivo algún pago al exterior en un sistema bancario que se llama “Ccuce” (cuenta corriente única de comercio exterior), según personas con conocimiento directo. Los empresarios recibieron la negativa en muchos de los casos en los que ingresaron los datos precisos de importaciones ya autorizadas (las ya conocidas “Sira”). Bancos e importadores reconocen que la cantidad de operaciones trabadas por este motivo se multiplicó en las últimas dos semanas.
El director general de la Aduana, Guillermo Michel, negó una falla técnica: “El sistema funciona de manera normal”, dijo en entrevista telefónica con Bloomberg News. “Sucede que hay parámetros que están distorsionados con la realidad y los márgenes históricos” y que algunos importadores “están queriendo girar montos transporte superiores a los autorizados”, dijo.
Tanto el Gobierno como los empresarios atribuyen los rechazos a un límite que existe sobre el monto de los fletes, que no les fue impuesto mediante una normativa, sino “de palabra” y personalmente en reuniones con el sector: en muchos casos, el costo del flete asociado a la importación no puede ser mayor al 15% del valor de la mercadería ingresada. Pero los empresarios objetan que, muchas veces, por cuestiones de oferta y demanda, por el bajo valor de la mercadería o porque la carga que se traslada se considera peligrosa, ese porcentaje es sensiblemente más alto que el 15% que impuso el Gobierno, dijeron las personas.
La sed de dólares del sector privado va en aumento mientras las reservas netas están en niveles negativos de US$7.000 millones, según consultoras privadas. Los funcionarios de la Aduana y de la AFIP profundizaron la vigilancia sobre los fletes, una de las vías por las que el banco central aún pierde divisas, y en menos de un año lograron reducir la fuga de dólares por esta vía a una cuarta parte, según las cifras hasta mayo publicadas por el banco central en su mercado de cambios.
Shock local mata a externo
Esta semana se encendieron los motores de los bonos globales de Argentina. Los títulos tomaron impulso y se acercaron a niveles máximos de los últimos cinco meses luego de que la oposición se impusiera en las elecciones primarias de Santa Fe y de que el Gobierno anunciara un posible acuerdo con el FMI. Los activos avanzaron en un contexto que también es favorable para los mercados emergentes.
“Consideramos que casi el 80%” del avance de los bonos “está explicado por factores locales” o idiosincráticos, escribieron en un reporte a clientes los economistas del agente PPI. “La percepción de un futuro más razonable gana la pulseada”.
El “libro de pases”
Juan Ignacio Ruth asumió el 7 de julio como gerente de inversiones de Swiss Medical, tras un paso por las compañías Central Puerto y Global Valores. El ejecutivo regresó así a la empresa de salud en la que ya se había desempeñado previamente ocho años.
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