Se borró la brecha entre el GD30 y el AL30: ¿Momento de rotar legislación?

Algunos expertos de mercado consideran que la paridad entre el bono 2030 emitido en Buenos Aires respecto del emitido en New York justifica el arbitraje

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Buenos Aires — La reestructuración de deuda de 2020, encabezada por el entonces ministro de Economía Martín Guzmán, dio como resultado la emisión de bonos gemelos, unos con legislación de Argentina y otros con legislación de New York. Entre ellos, los más líquidos y más seguidos por el público inversor son los que vencen en 2030, cuyos precios se acaban de empardar, luego de haber existido entre ellos una brecha gigante.

Tomando como referencia el cierre del 16 de enero, el GD30 (ley extranjera) y el AL30 (ley local) terminaron casi a la par: US$68,32 el primero y US$68,21 el segundo (tomando en ambos casos la especie D, es decir, en dólar MEP). Pareciera tener lógica esta paridad, ya que ambos papeles ofrecen los mismos cupones, las mismas amortizaciones y las mismas fechas. Sin embargo, en estos años, los inversores siempre habían elegido pagar una prima por tener la protección judicial estadounidense.

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Hasta 30% de diferencia

“Que el spread (brecha) por legislación sea cercano a 0% quiere decir que el inversor no pide pago adicional por estar sujeto a un bono ley argentina, respecto de un bono ley New York, lo que refleja que la perspectiva de pago ahora es lo suficiente sólida, como para que los inversores estén virtualmente indiferentes entre enfrentar un tribunal argentino versus uno internacional ante una eventual cesación de pagos de la deuda”, sostuvo Pedro Morini, líder de estrategia en la firma financiera Portfolio Personal Inversiones (PPI).

Por su parte, Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, atribuyó esta cercanía entre los precios de ambos bonos a “la esterilización de pesos por parte del gobierno via venta de dólar en el mercado financiero”.

No obstante, Franco aclaró: “Debe decirse, igualmente, que la tendencia era a la baja desde hace meses”.

Morini explicó que la diferencia promedio entre ambos bonos desde la reestructuración de septiembre 2020 es de 10%, habiendo hecho picos de 30% a mediados de 2023. Desde entonces, el spread bajó casi ininterrumpidamente a medida que los fantasmas sobre una potencial reestructuración se alejaban.

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¿Vale la pena vender GD30 y comprar AL30, para aprovechar la brecha 0%?

“A pesar de que no vemos un justificativo concreto para que este spread se vuelva a ensanchar significativamente, ante una misma paridad y rendimientos, como es en este caso, podría tener más sentido optar por un GD30 contra un AL30″, consideró Morini.

Franco, por su parte, sostuvo: “Vemos valor en que los inversores pasen de AL30 a GD30”.En ese sentido, el bróker Facimex Valores publicó un informe para sus clientes titulado Trade Idea: Protección por legislación gratis en 2030′s.

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Bajo esta premisa, los analistas de Facimex Valores señalaron: “Vemos atractivo en hacer un swap desde AL30 hacia GD30 para aprovechar el spread por legislación prácticamente nulo que hay entre ambos instrumentos. Si bien esperamos que este spread tienda a mantenerse en niveles muy bajos a medida que la curva de Argentina siga normalizándose, como ocurrió en el ciclo 2016-17, el trade tiene atractivo igualmente ya que permite ganar la mejor protección legal de los Globales (emitidos bajo legislación Nueva York) prácticamente sin resignar rendimiento ni paridad; sin tampoco estar perdiendo flexibilidad en términos de liquidez”.

Un dato que debe considerar los inversores a la hora de decidir si les conviene la rotación es incluir en el cálculo los gastos en comisiones que pueden llegar a tener que afrontar al vender un bono y comprar su gemelo.