Buenos Aires — El Gobierno argentino parece haberle puesto fecha de vencimiento a la desaceleración de la inflación. La decisión de implementar un nuevo dólar agro incluyendo a granos como el maíz y de aplicarle el impuesto PAIS a las importaciones volverán a presionar a los precios, lo que supondría un nuevo escollo para las aspiraciones electorales del ministro de Economía, Sergio Massa.
Economistas privados coinciden que las dos medidas, que se ratificaron el domingo por la noche, volverán a acelerar la inflación en Argentina. Del nuevo dólar agro, recordaron que las tres ediciones anteriores del Programa de Incremento Exportador (PIE) aceleraron la inflación, con el agregado de que en este caso se incluiría al maíz, mientras que del impuesto a las importaciones comentan que si se aplicara sobre productos y servicios ya devengados (y pendientes de pago) ese mayor costo se trasladaría a precios.
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Cómo impacta en la inflación
“Siempre que hubo un dólar agro, la sobre emisión de esos pesos terminó impactando tanto en la inflación, acelerándola, como en el dólar”, resume el analista financiero Christian Buteler. “Son medidas inflacionarias en el corto plazo, al igual que las versiones anteriores de dólar soja. Más aún porque suben el precio de las importaciones”, coincide Amilcar Collante, economista de Cesur.
En sintonía, el economista Matías Surt, de Invecq, recordó que “estas medidas son devaluaciones parciales encubiertas”, por lo que “el primer impacto va a estar sobre los precios”. No obstante, recordó que “la magnitud de ello dependerá de qué porcentaje de las importaciones sea alcanzado por el impuesto”.
Eso, añadió, “genera otro problema que es el de la discrecionalidad al momento de afectar a determinadas partidas y a otras no” en la aplicación del impuesto. “Se abre un espacio para la decisión por parte de funcionarios de la misma manera que pasa con las Licencias No Automáticas, y no es lo recomendable”, marcó.
Para el economista jefe de Ecolatina, Santiago Manoukian, era esperable que este año las medidas respondiesen más al desafío de retener reservas que a cómo acumularlas. Y en esa búsqueda, cabía esperarse que el Gobierno siguiera ampliando los desdoblamientos, o devaluaciones parciales.
“Este desdoblamiento que estarían anunciando tiene riesgos asociados, tanto si se aplica a maíz, que tiene mucho más relevancia como insumo para la producción de las carnes, como si se pone un impuesto y se encarecen las importaciones. Eso también va a generar un tránsito a los precios. Por lo tanto tenés un impacto de mayor inflación de cualquiera de estas medidas, que apuntan a ser medidas que uno podría denominar como el mal menor”, expresó.
Agudez de reservas
Es que para el economista, a ojos del gobierno, “el mal mayor sería evitar un salto discreto del tipo de cambio oficial”. Con esa perspectiva, añadió: “Estos males menores apuntan a no convalidar un salto discreto del tipo de cambio. Sin un plan económico detrás, con esta escasez aguda de reservas, incertidumbre y falta de confianza, una devaluación desordenada probablemente generaría una espiralización de precios sin un efecto positivo de esa mayor competitividad”.
Consultado al respecto, Bruno Panighel, de Parakeet Capital, recordó que hasta ahora el Gobierno venía evitando incluir al maíz dentro de los Programas de Incremento Exportador “porque tiene efectos cruzados sobre el precio del resto de los alimentos”. El precio del pollo y del cerdo, que usan maíz como alimento, sube porque se traslada el aumento de los insumos, ejemplificó.
Por el lado del impuesto PAIS a las importaciones, también hizo hincapié en que todavía resta ver a qué va a afectar. Pese a ello, señaló: “Los economistas la llamamos devaluación fiscal. Es lo mismo que una devaluación, pero el gobierno recauda el impuesto”.
“Los efectos son los tradicionales a la aplicación de cualquier impuesto: una suba del precio y una reducción de la cantidad demandada de forma interna. El consumidor argentino pierde posibilidades de consumo y el productor nacional gana terreno para vender sustitutos -que antes no vendía- de los bienes importados que ahora son más caros por ese impuesto”, dijo Panighel. Y subrayó: “El gobierno recaudará más, pero posiblemente lo gaste en lo que queda del año electoral, no contribuyendo de forma sustancial a la baja del déficit”.