Buenos Aires — El riesgo país de Argentina profundizaba este jueves la tendencia a la baja registrada en las últimas semanas, y se ubicaba en 790 puntos básicos. De esa forma, el indicador, clave en una hipotética emisión de deuda internacional para pagar vencimientos en el 2025, acumula una reducción de 1.130 puntos desde el 8 de diciembre del 2023.
La disminución de 10 puntos básicos en relación al cierre de este miércoles, correlato de la suba de los bonos soberanos en dólares, entusiasma al público inversor y representa una buena noticia para el Gobierno de Javier Milei, ante la necesidad de volver a los mercados internacionales en 2025 para refinanciar los abultados vencimientos de deuda que enfrenta el país.
La mejora en las perspectivas para una nueva colocación de deuda internacional por parte de la Argentina se producía mientras los bonos del país se apreciaban por entre 0,5% - 1% para las 11:30hs de Buenos Aires. El GD30 con ley neoyorquina, por ejemplo trepaba por 0,48%, mientras que el GD41 hacía lo propio por 0,98%.
En lo que va del año, las subas de estos títulos denominados en dólares ha sido de hasta el 92,31%, en el caso del GD30. Solo en noviembre, en tanto, han anotado apreciaciones de entre el 12% y el 16%.
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Con este rally, los títulos de renta fija argentina con jurisdicción estadounidense se están vendiendo en el mercado secundario a entre 57% y 77% por ciento de su valor nominal; es decir, siguen cotizando a descuento en relación al valor nominal al que fueron colocados originalmente.
Cabe recordar que estos bonos llegaron a tocar un piso inferior al 20% de su valor nominal en el 2022, dejando en claro con su reciente apreciación la confianza del mercado en las políticas económicas y financieras del Gobierno de Milei.
Sin embargo, mientras siguen vigentes los controles cambiarios y de capital en el país, la euforia compradora se ha visto principalmente entre inversores argentinos. Los traders extranjeros, en cambio, se han mantenido al margen en su mayoría, a la espera de novedades concretas en relación a la salida del cepo.
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Datos y proyecciones que fundamentan la baja del riesgo país argentino
El desplome del riesgo país se ha dado en medio de informes optimistas para la economía argentina por parte de bancos y brokers internacionales, los cuales han ido mejorando sus pronósticos para indicadores clave como la inflación y el crecimiento económico.
Este miércoles, por caso, el JPMorgan ajustó a la baja su proyección de inflación para Argentina tras el dato de octubre, que mostró un aumento del IPC del 2,7%, menor a lo esperado. Para 2024, el banco ahora estima una inflación anual del 120%, con una media mensual del 2,5% en el primer trimestre de 2025, en contraste con la previsión anterior de 3,8%.
Este ajuste responde a la desaceleración de precios de alimentos frescos y bienes regulados, además de los comentarios del presidente Milei sobre una posible revisión del mecanismo de devaluación si la inflación mensual cae al 1%. JPMorgan proyecta que Argentina podría cerrar 2025 con una inflación interanual del 25%.
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Por otro lado, tras el anuncio del presidente Javier Milei sobre una posible desaceleración del crawling peg (tasa de devaluación mensual del peso argentino) del 2% al 1% mensual si la inflación se mantiene baja, los contratos de futuros en el mercado Rofex cayeron ayer hasta un 2,4%.
Esto se reflejó principalmente en los contratos para julio y septiembre de 2025, indicando que el mercado ajustó sus expectativas de devaluación, alineándose con la posibilidad de una tasa mensual de devaluación inferior al 2% a partir de febrero de 2025.
¿Qué es el riesgo país?
El riesgo país es un indicador financiero que mide la probabilidad de que un país incumpla sus obligaciones de deuda externa. Refleja el nivel de confianza de los inversores en la capacidad del país para pagar sus deudas. Este indicador se expresa generalmente en puntos básicos (pbs), y se calcula comparando el rendimiento de los bonos soberanos de un país con los de un país considerado de bajo riesgo, como Estados Unidos.
Si el riesgo país de una nación es alto, significa que los inversores perciben un mayor riesgo de que ese país enfrente dificultades para colocar deuda nueva y cumplir con sus vencimientos, lo que provoca mayores tasas de interés para compensar el riesgo adicional. Un riesgo país elevado puede resultar en un encarecimiento del financiamiento externo y una mayor presión sobre la economía local.
El spread entre las tasas de los bonos del Tesoro estadounidense y los títulos de deuda de otro país refleja la prima de riesgo asociada a invertir en ese país en comparación con Estados Unidos, que se considera un referente de bajo riesgo. Este diferencial muestra cuánto más debe ofrecer un país en intereses para atraer inversores debido a factores como su estabilidad económica, riesgo de impago, políticas financieras y condiciones de mercado.
Cuanto mayor es el spread, mayor es el riesgo percibido para ese país, ya que los inversores exigen un retorno extra para compensar el riesgo de posibles problemas financieros o incumplimientos.