Reunión Argentina-FMI en Davos: qué se define y los interrogantes que quedan sobre la mesa

Milei, Posse y Caputo se reunirán este miércoles con Georgieva. Se descuenta que el Fondo aprobará el desembolso de US$4.700 millones, pero crecen las dudas sobre la meta de reservas

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Buenos Aires — El Gobierno argentino volverá a verse las caras con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en Davos. Una semana después de que los equipos técnicos de las dos partes alcanzaran un acuerdo para reflotar el programa de Facilidades Extendidas firmado en 2022, el presidente Javier Milei se reunirá con la directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieva, con el objetivo de allanar el camino para que el Board del organismo apruebe el desembolso de US$4.700 millones, suficientes para despejar los vencimientos hasta abril.

El encuentro, previsto para este miércoles a las 17:30 (13.30 horas en Argentina), se dará apenas unas horas después de la reunión preliminar que mantuvieron el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro de Economía, Luis Caputo, con Gita Gopinath, subdirectora Gerente del FMI. Allí, dijo una fuente del equipo económico, la representante del organismo les manifestó a los funcionarios argentinos su entusiasmo con los cambios que el Gobierno está promoviendo y destacó la importancia de que la política acompañe a las medidas.

La propia Georgieva tuvo el martes expresiones de apoyo hacia el nuevo Gobierno. Pero eso no significa que la reunión de este miércoles vaya a ser un mero formalismo. Quienes conocen el tenor de este tipo de encuentros recordaron que si bien la negociación está encaminada y difícilmente surjan escollos que no hayan podido resolverse en la reunión preliminar del martes, el FMI querrá escuchar al presidente argentino.

Qué se espera del encuentro

Claudio Loser, exdirector del FMI, dijo a Bloomberg Línea que más allá de lo comunicado una semana atrás, la aprobación por parte del Board “no es una formalidad”. Si bien explicó que “podrían oponerse”, consideró que eso difícilmente ocurra y recordó que “lo usual es que se apruebe”. “Muchas veces hay discusiones informales antes para aclarar puntos. Lo cierto es que puede haber abstenciones y discusiones muy vibrantes”, dijo.

Pese a ello, consideró que “seguro este (acuerdo) lo aprueban”, en especial si se tiene en cuenta que “con esta revisión se define el último tramo del programa”, antes de que se inicie un período donde no hay vencimientos ni desembolsos significativos por dos años, solo pago de intereses.

Héctor Torres, exrepresentante argentino ante el Fondo, coincidió en que las conversaciones “irán más allá del formalismo”. Al respecto, dijo a este medio que “es importante que el presidente Milei y la directora gerente del FMI se conozcan y establezcan un canal de diálogo directo”.

Ocurre que, a su juicio, “para el FMI es nuevo esto de negociar con un gobierno que gana las elecciones prometiendo poner las cuentas fiscales en orden ‘sin anestesia’, durante el primer año de su mandato”.

Ante ese panorama, Torres proyectó que “sin duda el FMI está de acuerdo con ese objetivo y también con el de acumular reservas y moverse hacia un único tipo de cambio”, por lo que se mostró confiado en que “el Fondo va a apoyar ese objetivo de política económica”.

No obstante, añadió: “Lo que estimo que el FMI querrá escuchar del presidente es su visión sobre la viabilidad jurídica, política y social de lo que se propone hacer”.

Interrogantes

Dentro del mercado hay cierta expectativa de que si el Fondo llegó como llegó hasta esta instancia de la negociación con Argentina, seguirá intentando que el país no entre en atrasos. Por eso analistas descuentan que el waiver será otorgado y que Argentina contará con los 3.500 millones de DEG (US$4.700 millones) para hacer frente a los vencimientos de capital hasta abril inclusive.

Luego Argentina deberá hacer frente a un vencimiento de capital cercano a los US$650 millones en julio, el último hasta 2026. El país deberá seguir afrontando pagos de intereses (US$3.600 millones en 2024, en cuatro pagos de US$900 distribuidos en febrero, mayo, agosto y noviembre) pero el programa actual termina en septiembre, por lo que restan tres revisiones más.

Respecto de las nuevas metas, analistas subrayan que el target del superávit fiscal primario de 2% del PBI lo fijó Economía y recuerdan que el grueso del déficit se concentra en el último trimestre del año. Por eso, anticipan que el equipo económico no sufrirá grandes contratiempos en ese punto.

Distinto es el caso de la meta de acumulación de reservas. Allí, a pesar de que la meta fijada en US$10.000 millones contempló los US$2.700 millones acumulados durante las últimas semanas de 2023, economistas privados ven mayores dificultades, dados los pagos que se avecinan con organismos multilaterales, el pago de cupón de julio, los vencimientos de provincias o la deuda pendiente con importadores.

Dudas por la meta de acumulación de reservas

En estos últimos días, dos consultoras económicas de renombre coincidieron en que el esquema actual no alcanza para cumplir con esa meta de acumulación de reservas.

Un reciente informe de EcoGo señaló que la combinación del salto cambiario a $800 del 13 de diciembre –que llevó al tipo de cambio oficial real a niveles similares a los de 2003– con la demora en implementar las nuevas retenciones a las exportaciones y el esquema blend (80% se liquida al dólar oficial y 20% al dólar CCL) “generó en el primer mes un salto en la oferta de dólares” que se reflejó en la compra de US$4.400 millones por parte del BCRA y una mejora en las reservas netas.

En este número, indicó la firma, impactó la decisión de crear un esquema de pago del grueso de las nuevas importaciones a 30,60,90 y 120 días, que según sus proyecciones de importaciones generarían un aumento de la deuda comercial de entre US$6.000 y US$7.000 millones adicionales hasta abril.

Pero “esta mejora es solo temporaria”, advirtió el informe. “Si se sostiene el blend y se empiezan a pagar en forma plena las nuevas importaciones, más allá del aumento de la deuda comercial del primer trimestre, más de la mitad de la balanza comercial iría a abastecer el CCL y no a las arcas del Central”, explicaron.

Por eso consideran que “con este flujo de dólares el esquema blend no es sostenible sobre todo cuando se agote el esquema de pago en cuotas de las nuevas importaciones y en mayo se comience a pagar el 100%”.

“Tomando la meta de acumulación de reservas internacionales netas con el FMI desde que arrancó el Gobierno (US$10.000 millones) y los vencimientos remanentes de US$10.000 millones adicionales en el año por los pagos de intereses a organismos internacionales (US$3.600 millones al FMI y US$1.980 millones al resto) y los US$4.379 millones a los bonistas por los conceptos de intereses y amortización de la deuda (de los cuales ya se pagaron US$1.652 millones), restan conseguir al menos US$17.300 millones a lo largo de 2024″, calculó Eco Go.

Este número, agregaron, puede ser aún más alto dependiendo de la suscripción de la segunda serie del Bopreal que todavía no comenzó, de los que la mitad amortiza en 2024.

Por todo ello, el trabajo dice que “el desarme del 80%/20% será clave para ampliar el saldo comercial de divisas desde el inicio de la cosecha para poder cumplir con los compromisos asumidos”.

“Estimamos que si se desarma luego de abril, el BCRA podría comprar más de US$10.000 millones de divisas adicionales que serían necesarias para la cancelación de la deuda del Gobierno y la acumulación de reservas internacionales netas comprometidas con el FMI”, advirtieron.

En esa línea, el último informe de Fundación Capital, la consultora que encabeza Martín Redrado, alertó desde su título que ‘La acumulación de reservas estará lejos de la meta fijada con el FMI’.

Al respecto, y luego de reflejar que las compras promedio en enero mermaron respecto de diciembre, el informe marcó que el actual crawling peg del 2% queda muy retrasado con una inflación que en diciembre alcanzó el 25% y en enero se proyecta en torno al 20%. “Hacia fin de mes el tipo de cambio alcanzaría los $738 a valores actuales y podría ubicarse entre $693 y $670 hacia fin de febrero (con inflación del 9% mensual y 18% mensual, respectivamente)”, explicó el estudio.

Y en esa línea, Fundación Capital recordó que los $800 del 13 de diciembre equivalen hoy a $990, mientras que el tipo de cambio promedio del período 2003-2007, en los que el BCRA pudo sumar reservas, equivale a unos $847 de hoy.