Buenos Aires — Con las tres metas vinculantes de su programa con el Fondo Monetario Internacional incumplidas durante el segundo trimestre de este 2023, el Gobierno argentino negocia con el organismo un nuevo acuerdo que permita una flexibilización de esos objetivos yendo hacia adelante.
De esa negociación depende, centralmente, la liberación de los desembolsos que le hace periódicamente el FMI a la Argentina para que el país pueda pagar su deuda con el propio organismo.
Cabe recordar que, como parte del programa vigente que selló en 2022 el exministro de Economía, Martín Guzmán, Argentina recién empezará a reducir el saldo de US$45.000 millones que debe al Fondo a partir del 2026. Lo deberá hacer en cuotas semestrales, que se realizarán hasta el 2034.
Entre 2023 y 2025, en cambio, la idea era que el Fondo le permitiera a la Argentina un mayor margen de maniobra para acumular reservas internacionales, girándole al Gobierno los fondos necesarios para pagar los compromisos originales del crédito stand-by que se tomó durante la gestión de Mauricio Macri, en el 2018.
En parte por el impacto de una sequía que dinamitó la producción y la exportación agropecuaria, pero también por las distorsiones que generan los controles cambiarios en la economía real, el ingreso de dólares a las arcas del BCRA quedó lejos de concretarse.
Esa dinámica se refleja claramente en la evolución de las reservas netas este año: pasaron de estar cerca de los US$5.000 millones en enero, según datos de Ecolatina, a un rojo récord de US$6.000 millones este viernes, de acuerdo a la consultora 1816.
Por otra parte, 1816 calcula que la deuda con importadores creció en US$12.200 millones desde 2022.
Negociaciones sin definiciones
En ese contexto, el equipo económico de Sergio Massa se resiste a un salto devaluatorio y a un ajuste fiscal, frente a los costos sociales que conllevarían en la antesala de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de agosto. Según las estimaciones del econometrista de la Universidad Torcuato di Tella, Martín Rozada, la pobreza se ubica hoy en torno al 43%.
Sin embargo, nada sobre el contenido de las negociaciones entre las partes se ha hecho público oficialmente, y fuentes del Gobierno no han respondido a reiterados pedidos de información de este medio al respecto.
“Las partes tienen incentivos para acordar, pero no debe ser sencillo, dado que las condiciones que debe pedir el FMI (¿devaluar y adjustar al fisco?) son incompatibles con lo electoral”, escribió en su informe semanal 1816. En ese sentido, señaló que el principal riesgo para Massa es que el Fondo se endurezca para recuperar credibilidad como negociador de cara a 2024.
Para la consultora, “no girar terminaría en el default más grande de la historia del organismo”, y en “el peor escenario Argentina entraría en atrasos con el FMI por US$7.700 millones, que es lo que vence hasta el 10 de diciembre del 2023″.
En ese caso, el “próximo Gobierno debería conseguir un ‘puente’ de financiamiento para firmar un nuevo acuerdo”.
Los vencimientos de deuda en dólares hacia fin de año
A la espera de una resolución, el mercado argentino se pregunta cómo hará el Gobierno para cumplir con sus obligaciones de acá a fin de año.
Contando pagos por intereses y de capital a acreedores privados y a organismos, el candidato presidencial Massa se enfrenta a compromisos en dólares por US$16.205 millones entre julio y diciembre de este año, según la consultora Equilibra. De ese total, cerca de la mitad millones corresponde a vencimientos con el FMI.
El economista de Equilibra, Lorenzo Sigaut Gravina, dijo a Blomberg Línea: “Claramente hay un factor de presión, de riesgo”.
“En la medida que se posponen los desembolsos [del FMI] –casi US$4.000 millones que se suponía que llegaban a fines de junio, y que esta última semana no hubo novedades– y no viaja el equipo económico a Washington, eso significa que está todavía lejos de cocinarse el acuerdo con el staff del fondo”, agregó.
Y sumó: “Además pensá que siempre que se llega un staff level agreement, después tiene que tratarlo del board y eso son como dos semanas o diez días más. Entonces podemos ya irnos hasta fines de julio, que hay que pagar otro vencimiento de más de US$2.500″.
Para el director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, la candidatura de Massa ayudó a descomprimir hasta cierto punto la tensión financiera, porque el ministro quedó con más con poder y no es un representante del kirchnerismo duro. “Eso hizo mejorar la brecha, el riesgo país y los bonos, pero bueno, a medida que se posponga todo con el Fondo, la cuestión se hace mucho más compleja, porque las reservas netas son negativas. Las brutas líquidas son todavía sustantiosas, pero en caída.”