Buenos Aires — Tras meses de negociaciones, el Banco Central argentino optó por tomar solo US$1.000 millones de los bancos a través préstamos REPO. Pese a que se venía especulando con acuerdos por un monto cercano a los US$3.000 millones, la entidad que preside Santiago Bausili finalmente tomará apenas un tercio de lo ofrecido por entidades financieras. La decisión alimenta la expectativa de que la recapitalización del BCRA necesaria para eliminar el cepo llegará entonces de la mano de un nuevo programa con el FMI que incluya ‘fondos frescos’ o de fondos de inversión.
La decisión del BCRA de tomar US$1.000 millones se da a pesar de que la autoridad monetaria argentina recibió ofertas de entidades por un monto mayor: US$2.850 millones. En total, son cinco entidades las que terminarán aportando esos US$1.000 millones: Santander, BBVA, JPMorgan, Citi y ICBC.
El plazo de la colocación del préstamo sindicado será a dos años y cuatro meses y la tasa será SOFR más un spread de 4,75%, lo que equivale a un 8,8% anual. Como colateral se utilizaron los Bopreal serie 1D. El REPO ya impactó en las reservas internacionales del Central, que treparon US$1.069 millones este viernes hasta los US$32.774 millones.
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“En la subasta inaugural realizada el 27 de diciembre pasado, el BCRA recibió ofertas por US$2.850 millones, superando casi en tres veces el monto licitado. Frente al exceso de demanda y en vista de la evolución favorable de sus reservas internacionales, el BCRA optó por no tomar un monto mayor”, explicó el BCRA este viernes en un comunicado.
Esta operación de REPO con títulos BOPREAL, agregó la entidad que encabeza Santiago Bausili en el mencionado comunicado, provee “una nueva herramienta para administrar su liquidez en moneda extranjera a un menor costo que el que ofrecían las opciones hasta ahora disponibles”.
El REPO, agregó el Central, incrementa la flexibilidad del BCRA para mitigar desbalances que pueda haber entre la oferta y la demanda de divisas en el mercado de cambios local: “De esta forma, el BCRA reduce los riesgos en torno a la implementación de sus objetivos de política cambiaria y monetaria, y facilita el anclaje de las expectativas económicas”.
Reservas y pagos de enero
Semanas atrás, Javier Milei había explicado que el propio Gobierno decidió postergar los acuerdos que había alcanzado con bancos internacionales. En una entrevista concedida a un programa oficialista de streaming tras cumplir un año al frente de la Casa Rosada, el presidente argentino dijo que los acuerdos REPO (repurchase agreement) que había alcanzado con entidades financieras internacionales se postergaron producto de que el Banco Central argentino compró los dólares necesarios para hacer frente a esos compromisos.
“Todos los REPO que habíamos armado para cumplir las obligaciones en enero pedimos pasarlas para adelante porque ya nos sobra la plata para pagar las cuentas”, expresó Milei el 11 de diciembre pasado. Eso, añadió, ocurrió “en un contexto en el que el Banco Central compra dólares ‘a mansalva’.
Al 27 de diciembre pasado, último dato oficial disponible, el Tesoro argentino tenía depositados en cuenta del BCRA unos US$6.188 millones, que se suman a los US$830 millones que giró en octubre al fiduciario, Bank of New York (BONY), para a hacer frente a los pagos de intereses, según cálculos de Romano Group.
Considerando que el Tesoro enfrenta el 9 de enero vencimientos por unos US$4.360 millones entre capital e intereses, y que US$830 millones se encuentran en el BONY, el Tesoro necesita US$3.530 millones en su cuenta en el BCRA para afrontar los pagos. Es decir, unos US$2.658 millones menos que lo que tiene actualmente.
Analistas del mercado, cabe recordar, desde hace meses que esperan que los REPO se utilicen para los vencimientos de mitad de año y no de enero de 2025.
El hecho de que el BCRA haya optado por tomar solo US$1.000 millones de los US$2.850 millones ofrecidos por los bancos sustenta la expectativa de que los fondos para recapitalizar su balance provendrán de otra vía. Cabe recordar que al cierre del año pasado, cuando publicó sus Objetivos y planes para 2025, la autoridad monetaria argentina anticipó que un nuevo programa con el FMI o un acuerdo con inversores privados le podría permitir continuar avanzando en el saneamiento del balance del BCRA, recomponiendo las reservas internacionales netas.
“A medida que se cumplan ciertas condiciones, se podrá avanzar en la eliminación de los controles cambiarios y de capitales aún vigentes y, luego de un proceso de normalización ordenado, en la unificación definitiva del mercado de cambios. Un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) o un acuerdo con inversores privados podría permitir una solución definitiva más pronta para el problema heredado de los stocks del Banco Central”, señaló.