Recuperación del crédito privado abre al Tesoro argentino una ventana para desarmar deuda

La Secretaría de Finanzas enfrenta este miércoles vencimientos por ARS$7 billones. Por qué en el equipo económico anticipan que un rollover menor al 100% podría ser el inicio de un ciclo virtuoso

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Buenos Aires — El equipo económico del Gobierno enfrenta este miércoles una de las licitaciones de deuda más desafiantes de los últimos años. Vencen casi ARS$7 billones de los ARS$14,1 billones que se acumularon en septiembre, pero con la incipiente recuperación del crédito privado el Tesoro podría iniciar un desarme ‘virtuoso’ del stock de deuda aprovechando que las crecientes necesidades de liquidez por parte de los bancos podrían traccionar una menor demanda de títulos públicos.

El crédito privado viene creciendo en los últimos meses a un ritmo superior al de los depósitos. “El crédito está volando, subió 46% en los últimos cuatro meses. Está creciendo a niveles de dos dígitos, acelerando incluso en agosto y septiembre”, celebró el martes Luis Caputo en una transmisión del Ministerio de Economía.

Ante ese panorama es que analistas venían anticipando en los últimos días que los bancos, que tienen colocados grandes excedentes de liquidez en bonos del Tesoro, podrían desarmar esas tenencias para que esos pesos se vuelquen a préstamos para familias y empresas. En ese contexto, coincidían, la no renovación del 100% de los vencimientos en las próximas licitaciones ya no debería verse como un resultado negativo de una licitación sino como un efecto deseable.

El propio Caputo corroboró esa hipótesis en las últimas horas, en la mencionada transmisión de Economía. “Por el aumento del crédito es probable que los bancos no te hagan el refinanciamiento total”, señaló. Anticipando esa posibilidad, añadió, fue que el equipo económico decidió mantener en cuenta del Banco Central (BCRA) los pesos excedentes de las licitaciones en lugar de recomprarle deuda a la autoridad monetaria.

De la tasa efectiva a la tasa de rollover

Los bancos están necesitando fondeo debido al fuerte ritmo de crecimiento del crédito privado”, señaló Bull Market Brokers en un comentario a clientes en el que precisó que las entidades están enfrentando un desbalance de entre ARS$4 y ARS$5 billones mensuales.

Por ello, desde la firma esperan que en las próximas licitaciones la tasa de refinanciación esté por debajo del 100%. “Creemos que este fenómeno comenzara a observarse en la licitación de esta semana”, anticiparon antes de añadir que no prevén un “cambio significativo en el nivel de tasas”.

El crédito privado está creciendo muy fuerte: ARS$4 billones por mes. Esto permite un ‘desarme’ sano de la deuda en pesos”, coincide Amilcar Collante, economista de Cesur. “En un contexto de dólar financiero tranquilo en el marco del blanqueo es posible que arriesguen esa jugada”, analizó.

En esa línea, y consultado respecto de si ese mayor margen se ve alimentado por los ARS$17,6 billones que el Tesoro tiene en cuenta del BCRA, Collante comentó: “Sí, ahí hay un buffer que puede usar, aunque choca contra la ‘emisión cero’”.

Para los analistas de 1816, dado este nivel de depósitos del Gobierno en cuenta del BCRA, “el Tesoro no tiene la necesidad de asegurarse rollover ‘a cualquier costo’”.

“Con la tenencia de LeFi por parte de bancos cerca de mínimos, las entidades quizás podrían rebalancear sus carteras si esperan que se siga expandiendo el crédito al sector privado en el corto plazo”, agregaron.

Ocurre que esta misma dinámica viene impactando en el stock de LeFi, aquellos instrumentos de deuda que emitió el Tesoro para migrar la montaña de pesos que los bancos tenían colocados en pasivos remunerados del BCRA. Al 6 de septiembre, había colocados unos ARS$6,95 billones en LeFi, un 36% menos que los más de ARS$10,8 billones que captaron en su debut (el 22 de julio) y 42% por debajo de los máximos que alcanzaron a fines de julio.

Ante ese panorama, en Bull Brokers anticipan que el crecimiento de crédito privado hará que los bancos renueven menos títulos del Tesoro en los próximos meses, por el equivalente a unos 8 a 10 billones de pesos.

Esta dinámica, consideran, representaría un ‘win-win’, ya que la economía obtiene financiamiento genuino, los bancos intermedian y obtienen mejores rendimientos, el depositante ve una mejora en la tasa y se reduce el endeudamiento de corto plazo del Tesoro, mejorando su solvencia.