Qué implica y cuál es el impacto de que Argentina tenga reservas netas negativas

A la espera de más señales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de un posible desembolso anticipado, el mercado sigue de cerca los movimientos de la autoridad monetaria

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Buenos Aires — A pesar de las medidas implementadas por parte del equipo económico, las presiones cambiarias no ceden y las reservas internacionales del Banco Central de la República Argentina (BCRA) continúan en caída libre, en medio de un clima electoral en el que crecen las tensiones y la incertidumbre.

A la espera de más señales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de un posible desembolso anticipado, el mercado sigue de cerca los movimientos de la autoridad monetaria ante la duda respecto de cuál es su fortaleza para actuar frente a eventuales turbulencias financieras.

La importancia de las reservas del BCRA

Las reservas internacionales son el principal activo que posee el BCRA para ejercer su política cambiaria. Ahora bien, dado que buena parte de estas divisas proviene de los pasivos de la autoridad monetaria y, a su vez, estas no se encuentran 100% líquidas en sus arcas, generalmente se calculan distintas métricas (Reservas Netas o Líquidas) para monitorear el verdadero poder de fuego del BCRA para intervenir en el mercado cambiario, y por ende, su capacidad para sostener el tipo de cambio”, explicó Ecolatina.

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En ese sentido, aseguró que “para una economía bimonetaria como la argentina, con un largo historial de bruscas devaluaciones, defaults de la deuda en moneda extranjera, congelamiento de depósitos y cepos -entre otros eventos disruptivos- contar con un stock robusto de reservas en las arcas del BCRA resulta aún más fundamental que en otros países para garantizar una sostenida estabilidad macroeconómica y financiera”.

“Un elevado nivel de reservas implica mayores grados de libertad para intervenir en los mercados cambiarios, evitando movimientos bruscos y una volatilidad excesiva del tipo de cambio, acotando así las expectativas de devaluación”, remarcó la consultora.

¿Reservas negativas?

En el sector privado hay consenso respecto de que las reservas netas son negativas. Desde Ecolatina analizaron que “pese a que el BCRA logró frenar la sangría de divisas en el MULC durante las últimas ruedas, las Reservas Internacionales continúan con su tendencia decreciente”.

“Si bien las Reservas Brutas superan los US$ 33.000 millones, tanto las Reservas Netas estimadas bajo nuestra metodología (a precios corrientes excluyendo DEG), como las que contemplan la metodología del acuerdo con el FMI (valuadas a precios constantes e incluyendo parte de los DEG) se encuentran en terreno negativo por más de US$ 1.300 millones”, indicaron y señalaron que se trata del nivel más bajo para la metodología utilizada desde agosto del 2022.

Desde Aurum Valores también estimaron un rango negativo y advirtieron que “las reservas netas siguen deteriorándose a pesar de las operaciones del dólar agro”.

Mega QM, por su parte, remarcó que para el Banco Central es clave “equilibrar un mercado cambiario exigente, donde la demanda de divisas no está dando tregua”. “Por eso, la importancia del acuerdo logrado con China para financiar con yuanes la operatoria de comercio exterior, algo que se buscó replicar y no se logró con Brasil”, puntualizó.

Esto ha llevado al BCRA a una posición compleja de reservas netas negativas, donde empieza a utilizar fondos que detrás tienen pasivos de corto plazo y, por lo tanto, que necesita recomponer”, indicó.

Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso, consideró que “con los datos disponibles, se observa que las reservas netas del BCRA están en terreno negativo en unos US$ 1.200 millones”.

“No obstante, hay que tener en cuenta que el BCRA también está usando el tramo que activó del swap con China, por lo cual en ese sentido ha ganado liquidez de corto plazo”, evaluó.

Una situación crítica

En diálogo con Bloomberg Línea, Marí analizó: “Lo que queda claro es que la situación patrimonial del BCRA es crítica”.

Para peor, se sigue presionando sobre el financiamiento monetario, ya que el déficit fiscal y el cuasifiscal se están agrandando. Esto golpea la credibilidad del Gobierno y, por consiguiente, afecta las expectativas de todos los argentinos”, señaló.

En concreto, cae la demanda de activos en pesos, incluyendo la moneda, que vale cada vez menos. Seguir emitiendo en un contexto de este tipo aumenta los riesgos de una corrida contra el peso, algo para lo cual el Gobierno tiene pocos instrumentos de defensa”, indicó el economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso.