Buenos Aires — Arcadium Lithium, la compañía que surgió de la fusión entre Livent y Allkem, y la principal productora de carbonato de litio en la Argentina, afirmó que aplicará al Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) para invertir en dos proyectos: la expansión de su planta “Fénix” y la construcción de “Sal de Vida”.
A través del RIGI, que trae beneficios impositivos y cambiarios para los desembolsos que superen los US$200 millones, la compañía busca revertir la ralentización que generó en sus inversiones la caída en los precios del litio.
El precio del mineral, clave para la producción de baterías, ha caído desde los US$80.000 la tonelada de finales del 2022 a los cerca de US$10.550 actuales de precio spot, según la Secretaría de Minería de la Nación.
“Es un desafío continuar con las expansiones de los proyectos por el precio internacional del litio”, dijo este martes José Ignacio Costa, general manager de Arcadium Lithium en Argentina, en el marco del Amcham Energía Summit.
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Costa explicó que la dimensión de la empresa, y su presencia en otros países como Australia, Estados Unidos, China y el Reino Unido, le permite una estrategia comercial que se adapta a la realidad que atraviesa el sector, sin embargo reconoce que “eso no significa que vamos a seguir livianamente con los proyectos de expansión”.
“Nuestra flexibilidad y experiencia nos permite tener estrategias de mercado para mantener y aumentar la producción, pero es una realidad que el contexto internacional no ayuda demasiado”, dijo Costa.
Arcadium Lithium cuenta con una capacidad productiva de 50 mil toneladas de carbonato de litio. El portfolio de la empresa en el país incluye dos proyectos en operación (Fénix en Catamarca y Olaroz en Jujuy), un proyecto en construcción (Sal de Vida en Catamarca) y otro en análisis (Cauchari en Jujuy). Además cuenta con una planta de producción de cloruro de litio en el parque industrial de Güemes, Salta.
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Los proyectos que busca incluir en el RIGI son la expansión de Fénix, que implica una inversión de US$1.500 millones para más que duplicar su capacidad actual (de las 30 mil toneladas actuales a 72 mil); y la construcción de Sal de Vida, una inversión prevista en US$900 millones.
“Tenemos dos proyectos de construcción en Catamarca, continúan, con diferentes velocidades, pero continúan. Son decisiones difíciles, nos gustaría tener la misma velocidad”, dijo Costa, quien elogió la calidad del recurso de las salmueras con las que cuenta el país, sumado al valor agregado que se le da en las plantas industriales para desarrollar el carbonato de litio grado batería.
“Es una ventaja para el país en la medida que tengamos las condiciones adecuadas y que las respetemos en largo plazo”, aclaró.