Buenos Aires — El Gobierno de Javier Milei presentó el domingo su primer proyecto de ley de Presupuesto, en el que ratificó al déficit cero como piedra angular de su plan económico. Pero a pesar del énfasis que hizo el Presidente de la importancia de sostener el equilibrio de las cuentas públicas, analistas y economistas privados no tardaron en plantear una serie de dudas respecto de cómo se logrará ese objetivo. En especial, apuntaron al fuerte incremento de los ingresos que espera el oficialismo proveniente de los derechos de exportación (DEX).
Según plantea el Presupuesto 2025, el Gobierno proyecta para el año próximo un crecimiento de las exportaciones del 9% anual y un aumento del tipo de cambio oficial del 18,3%. En paralelo, también trazó un horizonte en el que estimó que los ingresos por derechos de exportación crecerían 100,4%, previsión que para algunos analistas presentaba ciertas inconsistencias.
VER MÁS: Inflación, dólar y déficit cero, las definiciones centrales del Presupuesto 2025 que presentó Milei
A través de publicaciones en redes sociales e informes a clientes enviados tras la presentación del proyecto de ley de Presupuesto, economistas privados no tardaron en advertir la dificultad de que se recaudara el doble en materia de derechos de exportación ante exportaciones creciendo a tasas de un dígito y el dólar oficial trepando en línea con la inflación.
La explicación del equipo económico
Ante ese panorama, el equipo económico explicó el porqué de ese incremento. En primer término, el ministro de Economía, Luis Caputo, recordó desde su cuenta de X que “la base de comparación quedó muy baja porque hubo mucho adelantamiento de exportaciones”.
Minutos después y a través de esa misma vía, Martín Vauthier, uno de sus principales asesores, añadió que el cambio en los plazos de pago de los derechos de exportación, sumado al dólar soja, hicieron que la recaudación de 2024 por esa vía dejara una base de comparación muy baja, afectando así la variación interanual prevista para 2025. “La recaudación está influida por factores adicionales a la nominalidad”, recordó.
En 2024, detalló el economista y director del BICE, la recaudación estimada es menos de 1% del PBI, apenas por encima del 0,8% de 2023, año marcado por una de las sequías más importantes de las últimas décadas. “En la recaudación influye el FX promedio, las cantidades, los precios y otros factores como el plazo de pago, que no necesariamente coincide ni con la registración de DJVE ni con el embarque”, expresó.
En esa línea, Vauthier también recordó que en 2023, las tasas en pesos eran muy negativas versus la expectativa de devaluación. Eso, indicó, “generó un incentivo a pagar los DEX en el menor plazo posible luego de la registración de DJVE”. Pero esa dinámica, marcó, “se fue revirtiendo en 2024, dada la estabilización macro y la fuerte mejora en las expectativas”.
Por todo ello, y al normalizarse el efecto de los plazos de pago y ya sin dólar soja el año previo, proyectó: “En 2025 puede esperarse una recaudación por DEX más cercana a la media de la última década. La variación interanual nominal ‘alta’ se explica por una base de comparación ‘baja’ en 2024″.
De esta manera, en el equipo económico descartaron que el incremento de la recaudación por DEX fuera a estar vinculado a un aumento de las alícuotas.