Tras 25 años, Argentina dejó de ser el principal exportador de harina de soja del mundo

Por la sequía, en 2023 ocupará el segundo lugar tras un cuarto de siglo dominando este mercado. En harina de girasol sostiene el tercer lugar

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Buenos Aires — Argentina es el cuarto productor global de harina de soja, principal producto de exportación del país. Durante veinticinco años fue el principal exportador de este subproducto, pero en este 2023 perderá esa corona. La sequía, que impactó con dureza, relegó al país de ese liderazgo que pasará a ocupar Brasil.

Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la sequía llevó a una caída de la producción de harina de soja para la campaña actual, mientras que Brasil registró un volumen récord de cosecha de la oleaginosa y, subsecuentemente, de producción de harina de soja.

El resultado de ambos eventos es que por primera vez desde la campaña 1997/98 “Argentina perderá el puesto como principal exportador mundial de harina de soja, y será superado por Brasil”. Mientras que las exportaciones argentinas de este producto totalizarán este año las 21,1 millones de toneladas (una caída del 21% respecto a la campaña pasada), las exportaciones brasileñas ascenderán a las 21,5 mt.

En el ranking de productores, Argentina se encuentra por detrás de China, Estados Unidos y Brasil. El quinto puesto lo cierra la Unión Europea. Entre los cinco, concentran el 80% del volumen de harina de soja del mundo. La razón por la cual ha sido el principal exportador, es que a diferencia de China, Estados Unidos y Brasil, “el consumo interno en Argentina es escaso en relación con la producción total, por lo que permite un importante saldo exportable”, destacó la BCR.

¿Qué pasará en 2024 con la harina de soja?

Respecto a la próxima campaña, con el fenómeno El Niño presente y una recuperación en la producción agrícola argentina, “se proyectan excedentes en la producción de harinas oleaginosas para la campaña 2023/24, llevando a un aumento de las existencias que podría repercutir en los precios”.

Según la BCR, “a partir de principios de 2024, la producción mundial y los suministros de exportación de harina de soja aumentarían drásticamente, por lo que se proyecta una caída pronunciada en los precios entre enero y junio de 2024, disminuyendo entre 24% y 29% con respecto al año anterior”.