Buenos Aires — Por la inflación en Argentina, el billete de $1.000 sería el más impreso en la historia del país. Si bien no es sencillo precisarlo a ciencia cierta, entre quienes estudian, coleccionan y siguen de cerca la historia de los billetes y monedas en la Argentina parece haber coincidencia en que hasta hoy no había registros de un billete que haya llegado hasta la serie MA, que es la que habrían alcanzado los últimos horneros puestos en circulación.
Que esté corroborado, señalan, el billete de $1.000 va por la serie MA, mientras que el de $100 con la imagen de Evita va por la serie JA y el de $100 con la figura de Roca va por la serie GA. Eso implica que el billete de $1.000, que llegó a las calles por primera vez hace tan solo cinco años, ya se habría convertido en el más impreso de la historia argentina.
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Cuántos billetes de $1.000 se imprimieron
El doctor en Economía Luis Ignacio Argüero explica que el hecho de que el billete de $1.000 haya llegado a la serie MA implica que se emitieron 4.000.000.000 de esos billetes. Es que cada serie, indica, está conformada por una letra y ocho números, por lo que deja unas 100 millones de unidades. “Esto lo convierte en el billete más impreso de nuestra historia”, señala.
Según relata, hace tiempo viene coleccionando billetes de la serie A y B de Julio Argentino Roca, que son los que fueron impresos durante la década de 1990 y tienen la leyenda “convertibles de curso legal”.
“Pero desde que finalizó la convertibilidad, la Argentina empezó a imprimir desde la serie C en adelante. Completó el abecedario y empezó a imprimir de dos letras de la serie de Roca y llegó hasta la serie GA. Después imprimió los Evita: completó otro abecedario y también llegó a las dos letras, hasta la JA”, relata.
Luego, recordó, llegó el turno de los billetes de $100 con la imagen de la taruca, los de $200, de $500 y los de $1.000.
Sin embargo, la situación cambió en los últimos años, ante la negativa que mantuvo el Gobierno entre 2020 y 2022 de imprimir billetes de mayor denominación. “Ahora van el MA porque antes se solían imprimir billetes de mayor denominación, que iban reemplazando a los billetes que iban quedando desactualizados por la inflación”, subraya Argüero.
Entre quienes se dedican a estudiar la historia y características de los billetes y monedas argentinas coinciden en que el billete de $1.000 ya se convirtió en el más impreso de la historia argentina. Sin embargo, subrayan en off the record que hay una serie de factores que dificultan verificarlo. Entre ellos, apuntan a la falta de registros transparentes.
El camino a la cima
Lo dicho: la multiplicación de los billetes de $1.000 no es más que el reflejo de la inflación galopante que golpea al país y de la negativa del Gobierno de años anteriores a emitir billetes de mayor denominación. Si bien pretendió subsanar esto último en febrero con el anuncio del billete de $2.000, la realidad es que durante los últimos tres años el oficialismo rechazó esa posibilidad.
Tal ha sido la determinación del oficialismo de no poner en marcha un billete de mayor denominación, que incluso en 2020 desde la cúpula del Poder Ejecutivo frenaron la impresión de un billete de $5.000 que estaba en etapas avanzadas. Tanto es así, que se había filtrado hasta el diseño: iban a llevar la imagen de Ramón Carrillo y Cecilia Grierson.
Esas mismas planchas e insumos, que se habían adquirido años atrás, serán los que se utilicen para los flamantes billetes de $2.000. Aunque según pudo saber este medio, la introducción de los nuevos diseños no modificará demasiado el panorama dado que Casa de la Moneda (CMA) cuenta con insumos para imprimir durante este año apenas unos 200 millones de estos ejemplares.
Ante la consulta de Bloomberg Línea, fuentes de la CMA resaltaron que su compromiso es cumplir con los volúmenes y plazos de entrega acordados previamente con el Banco Central de la República Argentina (BCRA), ya que es la autoridad monetaria la encargada de forma exclusiva de la emisión de billetes.
Independientemente de ello, esta negativa sumada a la aceleración de la inflación fueron los factores que llevaron a Casa de la Moneda no solo acelerar el ritmo de impresión de billetes de $1.000 en los últimos tres años sino también importarlos desde España, Brasil y China.
Maquinita a todo vapor
Los billetes de $1.000 fueron puestos en circulación por primera vez en diciembre de 2017 y equivalían a unos US$57. Pero desde entonces, no hicieron más que multiplicarse y perder poder adquisitivo. Hoy, de hecho, equivalen a apenas US$2,5 al tipo de cambio paralelo.
Tal fue la proliferación de los billetes de $1.000 en estos últimos años que pasaron de representar menos del 6% del total de billetes en circulación en diciembre de 2019 a un 39% en la actualidad. Es que de los 7.903,8 millones de billetes que circulan hoy en el país, según los últimos datos del BCRA, 3.091,1 millones de unidades corresponden a los de $1.000.
Ya desde octubre del año pasado, cabe recordar, los billetes de $1.000 desplazaron a los de $100 y se transformaron en los que más circulan dentro del país.