Buenos Aires — El escenario internacional se ha tornado un tanto más complicado para Argentina en los últimos días: la economía estadounidense se fortalece y la inflación de ese mismo país no cede, combo que genera una apreciación del dólar frente al resto de las monedas, ante la expectativa de que la Reserva Federal (Fed) se demore más de lo esperado en recortar sus tasas.
En ese contexto, en Brasil, principal socio comercial de Argentina, el dólar subió más de un 5% en lo que va a abril, situación que afecta directamente a la competitividad de la Argentina, que sostiene su estrategia de utilizar al dólar como ancla para controlar la inflación.
Desde la devaluación del 54% convalidada en diciembre, el equipo económico del Gobierno fijó un crawling peg para el tipo de cambio oficial de apenas 2% por mes frente al peso, una cifra que corre muy por debajo de una inflación que continúa por encima de los dos dígitos mensuales y que, en términos interanuales, es la más alta del mundo.
Impacto en la actividad económica
“Que Brasil se devalúe, siempre complica”, señaló Santiago López Alfaro, presidente de Patente de Valores S.A. Y añadió que, hasta ahora, “el escenario mundial venía muy bien” pero “cuando el real y el peso de México se devalúan, mientras la tasa del Tesoro estadounidense a 10 años sube a más de 4,6%, se torna más difícil”.
López Alfaro estimó, de todas formas, que, más allá las complicaciones que llegan del exterior, “el crawling peg al 2% va a seguir”.
En línea con esta mirada, el director de las consultoras Ledesma y Outlier, Gabriel Caamaño, también espera que el ritmo del crawling peg siga como viene hasta que se levante el cepo. “El Gobierno está muy jugado en esa esta estrategia e implicaría perder credibilidad cambiarla”, justificó.
En virtud de esta reflexión, Caamaño consideró que el crawling peg no se verá resentido, pero que sí se verá afectada la exportación. Por ende, cree que habrá un menor dinamismo de la actividad vinculada a sectores que venden productos transables al exterior y, en particular, a Brasil.
No obstante, aclaró que esa actividad ya se encuentra golpeada por el propio cepo y las restricciones al comercio exterior que aún siguen vigentes
En cuanto a las restricciones cambiarias, el director asociado de la consultora Eco Go, Sebastián Menescaldi, señaló que si hoy no estuviese el cepo la demanda de dólares sería mayor y “se complicaría el equilibrio externo”. Además, Menescaldi consideró que el Gobierno y el Banco Central, con el recorte de la tasa de política monetaria (que bajó en la última semana del 80% nominal anual al 70% nominal anual), estaban buscando que el ritmo de depreciación sea menor, pero la situación internacional actual añade presión adicional al riesgo de quedar “demasiado apreciados”.
Desde la consultora Delphos Investment, en tanto, destacaron que el ritmo de apreciación del Tipo De Cambio Real Multilateral de Argentina seguirá dependiendo de la evolución de las condiciones para las monedas emergentes en los mercados. “Si estas mejoran, gran parte de la apreciación extra que trajo la volatilidad de las monedas latinoamericanas de los últimos días puede moderarse o inclusive corregirse, ayudando a recuperar competitividad cambiaria en el corto plazo”, resume el informe de esta firma..
“De todas maneras, el proceso de apreciación real del peso argentino continúa gobernado en gran medida por el diferencial entre la inflación local y el crawling peg al 2%, que el Gobierno utiliza como ancla inflacionaria junto con el ancla fiscal y monetaria. Por lo tanto, vemos difícil que el Gobierno acelere el ritmo devaluatorio hasta que la inflación descienda sustancialmente”, aclara el informe de Delphos Investment.