Buenos Aires — El dólar blue y los financieros extendieron en el inicio de semana su tendencia a la baja, mientras la brecha cambiaria se mantiene en mínimos en cinco años, en un contexto en el que el Banco Central continúa con una marcada racha compradora.
Tras el fin de semana largo, el dólar informal cedió a AR$1.135 para la venta; el MEP, a AR$1.077,80 y el contado con liquidación, a AR$1.113,70, en un clima de tranquilidad por el que el mercado atraviesa hace ya algunas semanas.
En ese sentido, la autoridad monetaria volvió a comprar divisas. En este caso, US$135 millones de acuerdo con la información preliminar del propio BCRA. Así, la entidad expone su segundo mejor noviembre en términos de compras, al menos desde 2003, según señaló la consultora Econviews.
Para Portfolio Personal Inversiones (PPI), “una brecha tan baja y un diferencial tasa-crawl positivo extienden la racha compradora del BCRA, lo que incentiva a hacer carry a exportadores (adelantan liquidación) y a importadores (postergan pagos)”.
“Asimismo, hay espacio para que los préstamos crezcan, lo que se traduciría en una mayor oferta en el mercado oficial. Adicionalmente, la comprensión de la brecha a mínimos de cinco años junto con la racha compradora del BCRA llevó a las expectativas devaluatorias a alinearse al crawl del 2%”, subrayó en uno de sus últimos reportes.
Por qué bajan el blue y los financieros
En diálogo con Bloomberg Línea, el economista Federico Glustein evaluó: “Primero y principal, la confianza en el rumbo que está tomando la gestión de Milei es clave para la estabilidad hacia la baja de los financieros”.
“A eso le podemos sumar una buena oferta de los exportadores y las constantes compras de divisas por parte del BCRA. Esta apreciación se da en un contexto global en dónde el dólar salió fortalecido, en torno al 6%”, sostuvo.
Por su parte, el economista Gustavo Ber, analizó: “El actual contexto económico-financiero continúa alentando una mayor oferta de divisas y ante ello es que el BCRA extiende las compras y la acumulación de reservas, a partir de las señales desde el proceso de desinflación y un menor ritmo en el crawling-peg que se anticipa próximamente”.
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Explicó, de esa manera, que “de ahí, los dólares financieros continúan calmos, e incluso con un comportamiento bajista a partir de las mayores liquidaciones, necesidades de pesos y colocaciones en Lecaps y Boncaps que vienen comprimiendo fuertemente rendimientos”.
PPI aseguró que “la convergencia ‘arriba hacia abajo’ es un hecho”, lo cual “lucía poco probable el 4 de septiembre, cuando el ministro Luis Caputo lo mencionó en su cuenta de X como una de las once cosas que iba a estar potenciándose en los próximos meses”.
“La razón detrás de esto es que, mirando los episodios de controles de capitales y su desmantelamiento, la convergencia suele ser a la inversa (de “abajo hacia arriba”) con un salto devaluatorio mediante. Más allá de esto, insistimos con que la brecha se perfile a ‘cero’ no implica que se vaya a salirse del cepo cuando esto suceda. De ser así, el sector externo debería equilibrarse con este tipo de cambio real”, puntualizó.
A su vez, señaló que “es un nivel muy apreciado, sólo comparable con momentos que fueron seguidos de fuertes saltos devaluatorios, como en diciembre 2015 y 2023″.
Qué esperar de los dólares para fin de año
“Creo que para la última etapa del año seguiremos con esta estabilidad, aunque podría recalentar por turismo y estacionalidad”, estimó Glustein.
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Sin embargo, aclaró que “la volatilidad no será negativa, sino algo normal en el período, pero no será por sobredemanda por ahorro como en otras oportunidades”.
PPI, a su vez, remarcó que “están dadas las condiciones para que se prolongue el ´veranito´ del Gobierno”.
