Buenos Aires — Argentina terminó el 2023 con una inflación superior al 212%, situación que devora el poder adquisitivo de los salarios y, en particular de quienes menos ganan y más destinan al consumo. Para colmo, desde la asunción del nuevo Gobierno no se volvió a reunir al Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM), por lo que la erosión sobre este concepto sigue avanzando.
Para tomar referencia de lo desactualizado que quedó el SMVM, alcanza con decir que en diciembre de 2023 la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que es la que define el límite de la indigencia, se situó en $240.679, mientras que el salario mínimo se ubicó en ese mes (y se ubica actualmente, ya que no hubo cambios) en $156.000. Es decir, un salario mínimo de un trabajador formal tan solo cubrió un 64,8% de los gastos que necesita cubrir una familia de cuatro integrantes para no ser indigente.
Más grande aún es la brecha si se pretende alcanzar la Canasta Básica Total (CBT) que es la que traza la línea de la pobreza y en diciembre se ubicó en $495.798. Ergo, en diciembre el sueldo mínimo legal solo cubrió un 31,46% de la misma. Y la situación es mucho más dramática en enero, debido a la inflación pareciera seguir corriendo por encima del 20% y no hay novedades de mejoras al SMVM.
“En el mes de diciembre pasado, tras el fuerte aumento en los precios, el salario mínimo se redujo en términos reales en 14,8% en un solo mes. Quedó así en un valor que resulta 25,9% más bajo que el de diciembre de 2019 y 42,9% más bajo que el del mismo mes de 2015″, destaca un informe de Centro de Investigación y Formación de República Argentina (CIFRA), perteneciente a la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA).
El estudio de CIFRA detalla también que, dado que el incremento de precios ha venido siendo más alto para los alimentos que para el resto de los bienes y servicios y que esta tendencia se agudizó en el último mes de diciembre, la pérdida de poder de compra del salario mínimo resulta mayor cuando se contabiliza exclusivamente en alimentos: -36,8% respecto de diciembre de 2019 y -50,7% (más de la mitad) respecto del mismo mes de 2015.
El salario mínimo debería haberse ubicado en $272.891 en diciembre para mantener el poder adquisitivo que tenía en diciembre de 2015.
Cada vez menos referencial
En general, no es común que un trabajador formal cobre el Salario Mínimo Vital y Móvil: los sueldos de convenio suelen estar por encima de esa línea. Sin embargo, esta institución sirve para dar una protección mínima a los trabajadores.
No obstante, fuentes de la CTA señalaron a este medio que hay algunos trabajadores que cobran por debajo de ese mínimo, como les sucede a algunos empleados municipales y, en menor medida, provinciales.
De todas formas, la permanente desactualización hace que cada vez sea más difuso como referencia. Para colmo, el Gobierno no pareciera estar muy preocupado por convocar al Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil, ya que el paro general anunciado para el 24 de enero tensó aún más la relación con los gremios.
La última actualización se dio el 1° de diciembre, pero de ahí en más Argentina sufrió una inflación del 25,5% en ese mes y el alza de precios no pareciera menguar durante enero.