Para Moody’s, el canje de deuda que efectuó Argentina constituye un incumplimiento

La calificadora de riesgo estadounidense emitió un comunicado luego del canje de deuda voluntaria que realizó el Gobierno argentino

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Según Moody’s, Ratings, una de las principales compañías calificadoras de riesgo del mundo, Argentina incurrió en un incumplimiento de su deuda en pesos al haber realizado un canje de sus letras y bonos con vencimiento en 2024.

La operación de conversión a la que refiere la firma estadounidense se llevó a cabo el 12 de marzo del 2024 y le permitió al equipo del ministro de Economía, Luis Caputo, estirar el 77% de los vencimientos en moneda local que había para el corriente año. Cabe aclarar, los privados tan solo participaron con un 17,5% de sus tenencias y el resto fue canjeado por organismos estatales.

¿Por qué Moody’s habla de un incumplimiento de deuda?

“El canje de deuda incluye todos los instrumentos con vencimiento a fines de 2024, y el Gobierno ofreció a cambio una nueva canasta de bonos vinculados a la inflación con vencimientos en 2025, 2026, 2027 y 2028. Consideramos que el canje de deuda constituye un canje voluntario y, por lo tanto, un incumplimiento según nuestra definición”, argumenta el informe de Moody’s.

Moody’s detalló que el canje retrasa de manera efectiva los vencimientos de los próximos bonos que anteriormente vencían en 2024. Sin embargo, advierte, “ante la falta de compensación, consideramos que el canje de deuda es una extensión de los vencimientos que resulta en una pérdida para los tenedores de bonos”.

Por esto último, desde el punto de vista de Moody’s, la transacción ayuda a evitar un eventual incumplimiento. “Por lo tanto, este canje de deuda se trata de un incumplimiento conforme a nuestra definición”, enfatiza el documento de la calificadora.

Asimismo, la comunicación de Moody’s Rating resalta que otra diferencia con los bonos anteriores es que los nuevos instrumentos no ofrecen opciones de venta (put), lo que les daba a los tenedores la opción de vender los bonos a un precio predeterminado y, por lo tanto, cierta protección.

Según el documento, esta exclusión podría pretender ser una medida antiinflacionaria. “Anteriormente, el rescate de las opciones de venta hacía que el Banco Central tuviera que recomprar bonos mediante la emisión monetaria, lo que alimentaba la inflación”, sostuvieron los analistas de esta firma.

Por último, Moody’s concluyó: “En el caso de los bonos no licitados por acreedores del sector privado, esperamos que el Gobierno emita nueva deuda más cercana a la fecha de vencimiento, la cual, a su vez, podría ser comprada por organismos públicos, como el Banco Central, dado que los bonos son pagaderos en pesos”.

La modalidad del canje

El Gobierno había propuesto un canje voluntario de todos los instrumentos de deuda con vencimiento a fines de 2024, que comprendía nueve bonos denominados en pesos y seis bonos denominados en dólares. Se estima que el monto total de los bonos circulantes elegibles para el canje era de unos US$65.000 millones.

Alrededor del 70% de los bonos estaba en manos de organismos públicos, y el resto estaba en manos del sector privado argentino. Si bien el sector público licitó casi todas sus tenencias, los informes indican que los tenedores privados licitaron US$3.400 millones, lo que deja unos US$16.000 millones por vencer en 2024.

A cambio, los tenedores de bonos tuvieron la opción de recibir nuevos instrumentos vinculados a la inflación con vencimiento entre 2025 y 2028. Los nuevos instrumentos les ofrecen poca o ninguna compensación a los tenedores de bonos porque tienen un cupón que se ajusta únicamente al coeficiente de estabilización de referencia (CER) —un índice de inflación diaria—, mientras que los bonos preexistentes a los que se dirigía la operación tenían tasas CER más un porcentaje adicional distinto de cero. La falta de compensación por vencimientos a más largo plazo explica en parte la participación relativamente baja del sector privado, del 17,5%.

La visión de S&P Global Ratings sobre el canje de deuda

El 13 de marzo, la calificadora de riesgo S&P Global Ratings había rebajado la deuda en moneda local de largo plazo de Argentina a SD desde CCC-. Sin embargo, el 15 de marzo esta misma compañía elevó las calificaciones de largo plazo de Argentina a “CCC” desde “SD/SD”, tras los resultados de un canje de bonos en pesos locales.

“Las calificaciones de largo plazo en moneda extranjera y local de ‘CCC’ reflejan la posición de liquidez modestamente mejor del Gobierno”, explicó la agencia de calificación, que agregó que las notas de largo plazo de Argentina se mantenían estables.