Papa Francisco: “En mi país, el colonialismo se llama litio” y se “explota a tanta gente”

El líder de la Iglesia católica también marcó distancia con la administración de Javier Milei al criticar la “represión” de las fuerzas de seguridad durante una protesta por las jubilaciones

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Buenos AIres — El papa Francisco lanzó este viernes fuertes críticas contra el Gobierno argentino, entre ellas, por el accionar de la policía durante una manifestación el 11 de septiembre, mientras el Congreso debatía el veto del presidente, Javier Milei, para frenar una nueva fórmula de actualización de los haberes que promovió la oposición. Además, afirmó que el potencial minero de Argentina con el litio representa una manifestación del “colonialismo”.

“Pienso en algunas experiencias de mi país, donde el colonialismo se llama litio, y se explota a tanta gente”, argumentó.

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Durante su intervención en una conferencia por el aniversario del “Primer Encuentro Mundial de Movimientos Populares”, donde estuvo acompañado por dirigentes sociales opositores como Juan Grabois y Alejandro Gramajo, el Pontífice cuestionó el empleo de gas pimienta contra manifestantes que exigían la implementación de la nueva ley de movilidad, que buscaba compensar a los jubilados y pensionados por la inflación mensual de enero.

En su discurso, Francisco se mostró alarmado por el uso de la represión policial en su país de nacimiento, y subrayó que el Estado argentino, en lugar de garantizar justicia social, optó por “pagar con gas pimienta”.

En vez de pagar justicia social, pagó el gas pimienta”, afirmó el Papa, en referencia a los incidentes de la semana pasada. Francisco también destacó la importancia de la justicia social, un concepto fuertemente vinculado a la corriente política peronista, y que ha sido criticada por el actual gobierno libertario.

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Un reclamo por justicia social

La movilización a la que el Papa hizo referencia se produjo frente al Congreso, donde manifestantes reclamaban la implementación de la ley de movilidad jubilatoria, anulada por el Ejecutivo. Finalmente, la oposición no logró insistir con la ley, y quedó firme el veto de Milei.

El uso de gas pimienta por parte de las fuerzas federales se volvió el centro de la crítica, especialmente tras conocerse que una niña de diez años resultó afectada por el gas durante la represión. Francisco describió este incidente como un ejemplode la falta de sensibilidad social y la priorización de políticas represivas.

El silencio frente a la injusticia abre paso a la división social, y la división social abre paso a la violencia verbal, y la violencia verbal a la violencia física, y la violencia física a la guerra de todos contra todos”, afirmó el Papa.

Francisco también hizo referencia a la historia argentina, y mencionó la Conquista del Desierto, liderada por el General Julio Argentino Roca, un prócer reverenciado por el actual presidente Milei. “Que nadie nos robe la memoria histórica y el sentido de pertenencia a un pueblo”, concluyó Francisco, reafirmando su compromiso con la justicia social y los derechos humanos.

Acordémonos de Roca, que les cortó la cabeza a todos los aborígenes: una cosa vergonzosa”, dijo.

Además de Grabois, líder de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), el encuentro también contó con la participación de importantes figuras del ámbito social y eclesiástico, quienes aplaudieron el mensaje del Papa. Entre ellos, el cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, y el cardenal Peter Turkson, reconocidos por su trabajo en favor de los derechos humanos y la justicia social.

Una crítica al capitalismo y la acumulación de riquezas

El discurso del Papa no se limitó a denunciar la represión policial en Argentina, sino que también incluyó críticas al sistema capitalista global. Desde una perspectiva católica, Francisco cuestionó la acumulación desmedida de riquezas y la falta de políticas redistributivas que aseguren una mayor equidad. “Acumular no es virtuoso, distribuir sí lo es”, sentenció el Pontífice.

¿Ustedes creen que los ricos van a compartir con los demás, o van a seguir acumulando insaciablemente? Pregunto”. “Avanza una forma perversa de ver la realidad”, agregó.

Y sumó: “Esto no es comunismo, es el Evangelio puro. No es el Papa, es Jesús”, afirmó, refiriéndose a las enseñanzas cristianas sobre la centralidad de los pobres y la equidad, y sosteniendo que el más duro con los ricos fue el propio Jesús.

Francisco subrayó que los empresarios tienen un papel importante en la creación de empleo y el desarrollo económico, pero insistió en que los frutos de dicho crecimiento no están siendo distribuidos de manera equitativa. “Los frutos del desarrollo económico no se distribuyen bien”, afirmó.

El Papa instó a los movimientos populares a seguir luchando por un mundo justo y equitativo, donde la riqueza se distribuya de manera más justa y donde todos tengan acceso a los recursos necesarios. “No se achiquen”, les dijo a los presentes, en un claro llamado a no bajar los brazos en la lucha por la justicia social.