Buenos Aires — El Gobierno de Javier Milei implementó en los últimos meses algunas flexibilizaciones al cepo cambiario y ahora trabaja en la puesta en marcha de la competencia de monedas. Para esto último, apunta a habilitar los pagos bimonetarios en comercios argentinos, lo que implicará darle a los consumidores la posibilidad de que puedan abonar tanto en pesos como dólares a través de sus respectivas tarjetas de débito.
Se trata de una modalidad que será optativa tanto para quienes venden como para quienes compran. Según pudo saber Bloomberg Línea, en la Secretaría de Comercio trabajan en una resolución vinculada con la exhibición de precios para que se admita la posibilidad de mostrar los importes en dólares. Desde el Gobierno aclararon que la cotización será la del dólar que cada local decida, con lo que habrá libertad de elección.
Desde el Banco Central, a su vez, sostienen que las empresas de tarjetas deben finalizar el desarrollo de sus sistemas para que el pago opcional en dólares se pueda implementar sin dificultades en todo el país. Además, aclaran que por parte de la autoridad monetaria no es necesaria ninguna normativa nueva para que ello pueda entrar en vigencia.
Así, en caso de que avance esa opción, las tarjetas locales podrán utilizarse para pagar en dólares, siempre y cuando haya una caja de ahorro en esa moneda con fondos que respalden la transacción. De hecho, en la administración de La Libertad Avanza aseguran que también se podrían utilizar fondos del blanqueo para este tipo de operaciones.
Los emisores de tarjetas ven con buenos ojos esa alternativa, por entender que es un sistema que ya se encuentra vigente en otros países de la región y funciona sin inconvenientes.
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Sin embargo puertas adentro del Gobierno admiten que una vez implementada la alternativa, se debe esperar la decisión del consumidor. Es decir, si convalida esa forma de pago dado que la divisa norteamericana históricamente ha sido refugio para el ahorro.
También se deberá tener en cuenta cuál es la cotización dispuesta por cada comercio y qué tan conveniente es para efectuar los consumos porque si bien la brecha disminuyó durante la gestión de Milei, aún se ubica en torno al 10% en el caso de las cotizaciones financieras y del 20% en el caso del blue.
Reservas comprometidas
Mientras tanto, Argentina afronta el dificultad de tener reservas netas negativas en el Banco Central y un abultado calendario de pagos de deuda en la primera etapa del año.
Un reporte de Delphos Investment estimó que “las reservas netas, incluyendo los depósitos del Gobierno y restando los servicios de los Bopreales a vencer en los próximos 12 meses, luego del pago de los bonos ´hard dollar´ regresaron a niveles negativos cercanos a los U$S 5.000 millones”.
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En tanto, desde Criteria consideraron que la reciente suba en el riesgo país se dio “tras el pago de deuda de 4.360 millones de dólares por parte del Gobierno argentino, un cumplimiento clave que, según fuentes del mercado, llevó a los inversores a ajustar estrategias”.
“A pesar del pago, la sostenibilidad de los próximos vencimientos genera incertidumbre debido a las limitaciones de reservas en el Banco Central y el tipo de cambio real atrasado”, indicaron.
En tanto, además de los REPO con bancos privados, Bloomberg News reportó días atrás que el Gobierno analiza dos alternativas adicionales de financiamiento: un préstamo de dos fondos de inversión o un nuevo acuerdo con el FMI.
La portavoz jefe del FMI, Julie Kozack, ya había indicado el mes pasado que las negociaciones con Argentina habían comenzado para un nuevo programa, mientras que el ministro de Economía argentino, Luis Caputo, anticipó que espera alcanzar un acuerdo en el primer cuatrimestre de 2025.
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