Buenos Aires — El Gobierno argentino ultima detalles para anunciar el nuevo dólar para el agro. Fuentes oficiales confirmaron a Bloomberg Línea que se mejorará el tipo de cambio para las economías regionales al tiempo que confirmaron que se incluirá dentro del Programa de Incentivo Exportador la exportación de algunos granos. Y si bien evitaron precisar si se trata de la soja o el maíz, dejaron entrever que habría más posibilidades para que ingrese el segundo que el primero.
El nuevo tipo de cambio para economías regionales oscilaría entre $340 y $350, entre un 13% y 16% más elevado que los $300 que rigen hoy para el programa que finaliza el 31 de agosto. Respecto de los otros productos alcanzados (ingresarían maíz, sorgo, cebada, girasol), desde el Gobierno se excusaron de dar precisiones dado que cualquier medida que se anuncie deberá estar enmarcada en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La expectativa oficial, cabe recordar, es que pueda haber anuncios concretos este mismo viernes.
La confirmación de este nuevo dólar agro llega luego de se dispararan las versiones de que el Gobierno volvería a implementar un tipo de cambio diferencial para el sector ante la escasez de dólares en las arcas del Banco Central (BCRA). Y si bien en un principio desde el oficialismo descartaban la posibilidad, también concedían que en este contexto ningún productor liquidará si no es con un dólar especial.
Tal era la expectativa de un nuevo tipo de cambio para el sector que en estos últimos días las liquidaciones se paralizaron y los productores decían que no moverían ficha hasta que no hubiera definiciones. La versión que circula entre algunos productores era que el tipo de cambio para el nuevo dólar agro sería de $340, que incluirá al maíz, sorgo, cebada, girasol, y que se extenderá desde el 24 de este mes hasta el 31 de agosto.
La oficialización del nuevo dólar agro llegaría apenas una semana después de que la posibilidad fuera descartada y calificada como “fake” por el Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo. “Niego rotundamente que estemos trabajando en un dólar especial para agroexportadores. Estas noticias que circulan solo alimentan a la confusión de aquellos que trabajan y generan empleo en nuestro país”, señaló el viernes pasado en su cuenta de Twitter en respuesta a un artículo publicado por el diario La Nación.
Según cálculos del economista especializado en agronegocios Salvador Vitelli, en base a las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE), entre las 9,6 millones de toneladas de soja y las 16,3 millones de toneladas de maíz que quedan sin comercializarse, sumarían cerca de US$8.000 millones por liquidarse. Pese a ello, el jefe de research de Romano Group recordó que esas cifras corresponden al monto total y que “es imposible que te liquiden todo”.
Vitelli también se refirió a la posibilidad que deslizó el Gobierno de que el nuevo dólar aplique sobre el maíz y no sobre la soja. “Argentina produce mucho maíz tardío que es el que se está trillando ahora. Hay dos etapas de trilla de maíz, la temprana en abril y la tardía en julio. Con lo cual, no parece descabellada.
Pese a ello, sumó que queda por verse qué precios dan ahora en pesos con el tipo de cambio aunque en términos de volumen la medida puede llegar a ser más exitosa para maíz que si lo fuese para soja.
Por otra parte, advirtió que lo que más dudas genera es cómo esto impactará en precios. La carne, por ejemplo, podría verse afectada. “Creo que va a haber algún aumento de precios y además teniendo en cuenta que la carne viene atrasada, esto por ahí puede llegar a ser un chispazo que enciende la llama de aceleramiento de precios. La carne venía muy rezagada por el hecho de que con la sequía se estaban liquidando demasiadas cabezas porque no había alimento para darles, con lo cual habrá que ver cómo juega la oferta y demanda”, dijo.
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¿Impuesto PAIS para importadores?
No es la única versión que corre con fuerza por estas horas en la Argentina. También viene creciendo la expectativa de que, para desincentivar la salida de divisas -o al menos incrementar la recaudación-, se aplique el impuesto PAIS (30%) sobre las exportaciones. Es decir, una suerte de devaluación encubierta. Pero ante la consulta de Bloomberg Línea, desde la cartera que conduce Sergio Massa dijeron por ahora no tener novedades respecto de esa posibilidad.
Pese a ello, entre los importadores descuentan que llegará algún tipo de medida que encarezca las importaciones en un 30%.
Esta versión cobra especial fuerza luego de que el Indec revelara, en las últimas horas, que la balanza comercial de junio fue deficitaria en US$1.727 millones, el peor registro mensual observado desde que hay registros medido en dólares corrientes. Con este registro, la balanza comercial argentina acumuló un rojo de US$4.387 millones durante el primer semestre del año.
Además de la fuerte sequía que golpeó a las exportaciones del agro, otro de los factores detrás de este déficit comercial es la brecha cambiaria y la expectativa de devaluación, que alienta que se adelanten importaciones -en el Gobierno incluso apuntan a un sobre estoqueo de mercadería- y desalienta las exportaciones.
Pero incluso si el Gobierno avanzara en esa dirección, dentro del mercado hay dudas respecto de su aplicación. La incertidumbre, explican, radica en si este impuesto se aplicaría sobre las importaciones a devengarse en los próximos meses o aquellas ya devengadas y pendientes de pago. En el segundo caso, advierten que la medida podría tener un fuerte impacto sobre la inflación ya que el importador podría trasladar a precios ese mayor costo al proyectado originalmente.
Por lo pronto, dentro del sector marcan que al tratarse de trascendidos, no hay todavía una posición al respecto. Hasta que no esté oficializada la medida, señalan, no se verá el impacto reflejado en el comercio exterior. Pese a ello, sí creen que alguna medida sí o sí llegará y esperan que esté en torno al 30%, aunque resta por conocerse si será vía un impuesto PAIS, una percepción o una suba de aranceles para los que estén bajos.
Si fuera vía impuesto PAIS, comentan, habrá que ver cómo hace el Gobierno para ampliar e implementar un mecanismo impositivo vigente pero que debe pasar por el Congreso, como oportunamente fue sancionado. En este caso, dicen, habrá que ver cuánto margen tiene el oficialismo de trasgredir, una vez más, el mandato del Congreso para modificar impuestos.
Si fuera una percepción, añaden, lo más probable es que el empresario pueda recuperar una parte mínima de ese costo, dado que por la inflación proyectada, cualquier percepción que sea devuelta va a valer menos. Por otra parte, recuerdan que una percepción tiene una connotación negativa menor que un impuesto.
Por último, expresaron que si fuera por la vía de los aranceles, debe recordarse que la OMC fija un máximo de arancel de importación del 35% y que ya hay una parte del nomenclador arancelario que tiene este arancel y otra que no, por lo que quizá puedan ajustar por esta última. En otras palabras, creen que podrían subir los aranceles pero solo para la parte de importaciones que aún no están al máximo. Y creen que este aumento de aranceles tendría que ser por un tiempo determinado.
