Buenos Aires — El Gobierno de Javier Milei reconoció la semana pasada que negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) los montos para un nuevo programa. A falta de un mes para que finalice el acuerdo de Facilidades Extendidas firmado en 2022, del que quedan aún dos revisiones pendientes, el ministro de Economía argentino, Luis Caputo, detalló la semana pasada que las partes negocian los montos que desembolsará el FMI y los plazos en los que esos ‘fondos frescos’ llegarán al país.
Esa revelación, sumada a los recientes elogios de la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y a los dichos de la vocera del organismo Julie Kozack, alimentaron aún más la expectativa de un mercado que se apalancó en la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos para renovar su esperanza de que Argentina y el FMI firmen un nuevo acuerdo que incluya nuevos desembolsos.
“Las autoridades están explorando ahora la opción de pasar a un nuevo acuerdo”, había indicado la vocera del FMI el jueves pasado, días después de que Georgieva se reuniera con el presidente Javier Milei y destacara “los impresionantes avances logrados en la estabilización de la economía”. “Estamos dispuestos a apoyar a Argentina y a su pueblo para seguir avanzando en estos logros”, agregó la directora gerente del FMI desde Río de Janeiro tras participar de la reunión de líderes del G-20.
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Cómo siguen las revisiones y la negociación con el FMI
De momento, en el equipo económico apenas reconocen que las partes están en negociaciones. En diálogo con la prensa, Caputo también dijo que dialoga con el FMI por un nuevo acuerdo que incluya “fondos frescos”, aunque puso paños fríos al asunto al anticipar que “será un proceso largo”.
”Estamos analizando un nuevo programa que sería para consolidar lo que estamos haciendo y el dinero adicional podría aliviar las reservas del Banco Central”, expresó.
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Mientras tanto, aún quedan pendientes la novena y décima revisión. La novena tenía fecha para agosto e implica evaluar “los criterios de desempeño de fines de junio”, mientras que la última que figura en el cronograma es en noviembre y su finalidad es analizar lo ocurrido con las metas del tercer trimestre del año.
Si se aprobaran esas dos revisiones, se destrabaría el ingreso de algo más de US$1.000 millones, aunque de momento las partes no han brindado detalles respecto de esa posibilidad. Tampoco precisan si efectivamente el Gobierno argentino le solicitará al FMI un waiver por no haber alcanzado la meta de acumulación de reservas de septiembre.
Cuánto puede incidir Trump
“Milei y Trump tienen muy buena ´química´. El apoyo de Trump puede ayudar a ´ablandar´ las objeciones técnicas del FMI (mayormente relacionadas con la política cambiaria)”, consideró Héctor Torres, exrepresentante argentino ante el FMI, en diálogo con Bloomberg Línea.
Sin embargo, aseguró que se deben tener en cuenta dos elementos: “En primer lugar, que Trump tiene un ADN transaccional. Para él todos son ´deals´. Milei ya comprometió unilateralmente el alineamiento de Argentina con EE.UU., eso Trump ya lo tiene ´en el bolsillo´. Si Milei le pide apoyo en el FMI, Trump pedirá algo a cambio”.
“En segundo lugar, estoy seguro de que va a haber un nuevo programa, pero el FMI quiere que sirva para reducir su exposición con Argentina. Tal vez, en un inicio se puedan recibir algo de ´fondos frescos´, pero no veo ninguna posibilidad de que logremos algo parecido a lo que obtuvo Macri. Hay que recordar que en el 2018 Argentina no le debía nada al FMI. Milei larga con una deuda de 44.000 millones de dólares”, sostuvo.
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La mirada del mercado
Desde Aurum Valores, destacaron la suba de los bonos argentinos impulsada por la reunión entre Georgieva y Milei, lo cual, a su vez, se reflejó en una nueva caída del riesgo país, que terminó este miércoles en 720 puntos básicos.
Sin embargo, recordó que el país en 2025 enfrentará importantes vencimientos: “Por un lado, con tenedores de bonos de deuda soberana y por el otro, unos US$3 mil millones en intereses al FMI, según su cronograma de pagos proyectados”.
Para el economista Gustavo Ber, la “amigable” reunión con el FMI “sigue retroalimentando el optimismo financiero que viene impulsando sostenidamente las cotizaciones de los activos, prácticamente sin dar espacio para intercalar un respiro en el camino”.
Por su parte, Criteria aseguró que “las negociaciones implican múltiples desafíos y dependen de varios factores a resolver en adelante”.
“La posible influencia de Donald Trump en la Casa Blanca es vista como un punto de apoyo para Argentina debido a la cercanía ideológica entre ambos líderes, lo que podría facilitar el diálogo con el FMI. A pesar de este contexto favorable, la negociación actual se centra en una revisión del acuerdo anterior, buscando establecer un nuevo marco que permita el desembolso de fondos frescos, esencial en un momento donde las inversiones escasean y las reservas necesitan fortalecerse”, analizó.
A su vez, resaltó: “El antecedente del préstamo otorgado al gobierno de Macri sugiere que Trump podría influir positivamente en este tipo de acuerdos. No obstante, la negociación con el FMI trasciende la simple sintonía política y requiere de un análisis más amplio y condiciones específicas que aún deben ser definidas para garantizar el financiamiento esperado”.
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