Milei vuelve a trazar un horizonte sin cepo, pero aún hay dudas por los dólares para sacarlo

“Una vez que la inflación se acerque al 0%, terminaremos de liberar el cepo de una vez por todas y para siempre”, dijo ayer Milei. A la espera de los resultados de la fase dos, persisten las dudas por las reservas y se aguardan señales del FMI

Javier Milei
29 de julio, 2024 | 03:30 AM

Buenos Aires — Javier Milei volvió a plantear que el programa económico de su gobierno conduce a un horizonte sin cepo. El presidente argentino reiteró este domingo su intención de eliminar los controles de capitales, vigentes en el país desde 2019. No dijo cuándo apunta a hacerlo, aunque volvió a marcar que para que eso ocurra la inflación deberá acercarse a cero.

“Una vez que la inflación se acerque al 0%, terminaremos de liberar el cepo de una vez por todas y para siempre”, dijo ayer Milei en La Rural. La desaceleración de la inflación, cabe recordar, era una de las tres condiciones necesarias que había señalado el jefe de Estado argentino para eliminar el cepo. Las otras dos se resolvieron en los últimos días con la finalización de la migración de la deuda remunerada del Banco Central (BCRA) al Tesoro, y la recompra de casi el 80% de puts que estaban en manos de los bancos.

Pero mientras el Ejecutivo aguarda los resultados de la fase dos del programa de estabilización anunciado por el ministro de Economía, Luis Caputo, operadores, economistas y analistas del mercado siguen preguntándose cuál será el próximo paso: cómo y cuándo se llegará a la puntada final del plan que está tejiendo Milei.

Hasta ahora, el Gobierno fue claro en que apunta a una Argentina sin inflación y sin cepo. Pero en ese horizonte, hay cuestiones que continúan siendo difusas. Entre ellas, si el esquema cambiario será de tipo de cambio fijo, flotante o flotación ‘sucia’, o si el objetivo sigue siendo una ‘dolarización endógena’ o se impondrá la competencia de monedas en la que el bien escaso sea el peso.

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El mercado se pregunta por los próximos pasos

“Con la profundización de la política monetaria y la Fase 2 implementada completamente, no quedan medidas obvias en el corto plazo como drivers positivos”, señaló la consultora 1816 en uno de sus últimos informes. Ante ese panorama, desde la firma consideraron que “habrá que esperar que pase el tiempo y que se vean los efectos sobre la inflación de estas últimas medidas”.

Para los analistas de 1816, “el Gobierno parece estar cómodo dándole tiempo al tiempo y que los resultados hablen por sí mismos para que el mercado ‘la empiece a ver’”. No obstante, plantean que “si el plan es simplemente dejar que ‘el tiempo ponga las cosas en su lugar’, entonces es clave que el incipiente rebote de la actividad sea sostenido en el tiempo”.

El Grupo IEB también refleja la diferencia de expectativas que persisten entre lo que plantea el Gobierno y lo que espera el mercado. En su último informe semanal, titulado “Convicción vs. Ansiedad”, los analistas de la sociedad de bolsa plantean que la convicción de unos choca con la ansiedad de otros.

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Para IEB, “el mercado se encuentra expuesto a dos fuerzas contrapuestas”, ya que por un lado, “el Presidente y el equipo económico tienen plena convicción que el camino correcto es eliminar el déficit fiscal y equilibrar al mercado de pesos”. Pero por el otro lado, agregan, “algunos analistas y operadores siguen de cerca con preocupación la evolución del otro lado de la hoja de balance: las reservas internacionales”.

En la semana que pasó, el Banco Central dejó un mensaje para quienes se preocupan por el nivel de reservas. Anticipó que, a la par de mantener el compromiso con el equilibrio fiscal, se eliminarán o esterilizarán las demás fuentes de oferta monetaria nueva.

Eso, precisó la entidad, incluye a los pesos emitidos para acumular reservas “mientras persistan los controles de cambios”. Es decir, reconoció que siguiendo con el objetivo de emisión cero para eliminar a la inflación, seguirá interviniendo en la brecha con ventas de dólares por la vía del CCL o el MEP hasta la salida del cepo cambiario.

¿Se puede salir del cepo con reservas netas negativas?

Ante esa afirmación por parte del BCRA, surge el interrogante respecto de si pueden eliminarse los controles cambiarios con reservas netas negativas.

Es que en los últimos días, el equipo económico del Gobierno prácticamente tachó dos de las tres condiciones necesarias que había señalado Javier Milei para salir del cepo: la resolución del problema de los puts (según 1816 queda un remanente de puts americanos por ARS$3,1 billones, apenas 14% de la BM) y la eliminación de los pasivos remunerados del Central.

Para la tercera condición, que es que la tasa de inflación converja a niveles del crawling peg, algunos datos de alta frecuencia sugieren que no es una variable tan lejana como se creía apenas meses atrás.

Ante la consulta respecto de si estarán dadas las condiciones para salir del cepo una vez que esos efectos de la fase dos empiecen a materializarse de la manera en que espera el Gobierno, Sebastián Menescaldi, economista y director de EcoGo, cree que no. “El Gobierno ha estado viendo el pasivo del BCRA, pero no ha visto ni el activo del BCRA ni su propio pasivo. Y la deuda en pesos tampoco te dejaría salir del cepo. En el esquema sólo ven una parte y no el resto”, dice.

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Ese esquema no cierra. No podés cumplir todos los objetivos a la vez con un mismo instrumento. Van a tener que definir qué es lo que quieren”, expresa.

Pero además, Menescaldi agrega que la flexibilización del cepo anunciada la semana pasada agrega mayores necesidades de divisas en el MULC por un mes más de importaciones (estiman US$4.500 millones adicionales). Y advierte: “Ya estás por debajo de la meta de septiembre y no le agregaste la intervención ni la flexibilización del cepo”.

Ante la consulta respecto de si se puede salir del cepo con reservas netas negativas, Amilcar Collante, economista de Cesur, señaló: “Si vas a la experiencia de 2015/2016 eso fue posible, con un nivel de reservas similar, algunos dólares prestados, canje de swap, REPO y promesa de cerealeras”. Pero aclara: “El punto clave de la apertura es el régimen al que vas. En ese caso fue para tipo de cambio flexible y metas de inflación”.

En cambio, agrega, “si vas a un esquema de flotación sucia o neoconvetibilidad, creo que se necesita un stock mayor”. Y al respecto agrega: “Creo que primero tenes que definir eso. Si intentas hacer lo que queres, si es lo que podes o lo que la realidad te permite. Es dependiendo de cuantos dólares consigan a qué régimen van”.

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¿Puede el FMI aportar los dólares que faltan para salir del cepo?

En el citado informe de 1816, los analistas de esa consultora consideraron que “las duras críticas del Presidente hacia Rodrigo Valdés, funcionario clave del FMI, parecen entrever que los planes inmediatos del Gobierno no dependen de un nuevo programa con el organismo”.

Pese a ello, el propio Javier Milei le dijo el viernes a Bloomberg News que “seguramente” habrá acuerdo este año.

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Héctor Torres, exrepresentante argentino ante el FMI, también cree que los caminos conducen a un acuerdo. “Argentina es el principal deudor del FMI y el FMI es nuestro principal acreedor. Somos algo así como rehenes mutuos. Por lo que estoy seguro de que vamos a llegar ponernos de acuerdo”, expresó.

Sin embargo, planteó que “lo que está demorando el acuerdo es que el FMI y el gobierno miran la realidad desde ángulos diferentes”.

El Fondo imagina un programa de desembolsos pausados, que se vayan aprobando a medida que se vayan implementando las reformas estructurales que el gobierno se propone hacer. El gobierno, en cambio, más que un programa busca un desembolso de libre disponibilidad. Es decir, que el Fondo le gire unos U$S 10.000 millones para levantar el cepo, que el mercado sepa que el BCRA podría usar para comprar pesos y así evitar un salto devaluatorio”, explicó.