Buenos Aires — El presidente Javier Milei aspiraba a aprobar la semana próxima en la Cámara de Diputados el proyecto de Ley de bases y puntos de partida. Sin embargo, a esta hora, las negociaciones se encuentran en un punto crítico. Mientras el Gobierno nacional tensa la negociación con las provincias, los bloques de la oposición dialoguista han criticado los últimos movimientos del oficialismo y condicionado su apoyo.
El denominado proyecto ómnibus, consiste en un texto con más de 500 artículos (originalmente eran 664) que incluye reformas económicas, sociales y judiciales. Propone la desregulación de diversos sectores productivos, el avance en la privatización de la mayoría de las empresas con participación del Estado, un blanqueo de capitales, aumento de retenciones y cambios en la movilidad jubilatoria, entre otros tantos puntos.
El Gobierno ha considerado este proyecto central para poder avanzar en las reformas del Estado que Milei propone y en lograr el equilibrio fiscal. Sin embargo, la débil estructura política ha complicado sus planes.
La Libertad Avanza aspiraba a discutir la iniciativa la semana próxima en el recinto de la Cámara de Diputados. La cantidad de disidencias planteadas en el dictamen de comisión y las polémicas surgidas tras esas reuniones, podrían modificar los planes del Gobierno, que elige ahora por tensar aún más el vínculo con los gobernadores.
Como resultado, las probabilidades de que el oficialismo logre avanzar con la sanción de este proyecto en Diputados se reducen.
Negociación con las provincias
Lo que comenzó como un cruce en la red social X entre Luis Caputo y distintos diputados, siguió este jueves con la respuesta de un gobernador. El ministro de Economía dijo el miércoles que revisarían partidas presupuestarias a las provincias si no se aprobaban las reformas económicas del proyecto.
Este jueves, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, dijo que le angustia que “desde el Gobierno central se pretenda quebrar una decisión”. Pullaro interpretó que el mensaje de Caputo fue destinado a su provincia, por el impacto de las retenciones a exportaciones industriales y del agro.
Respuesta de los bloques dialoguistas
Son cuatro los principales bloques con los que el Gobierno negocia en el Congreso: PRO (37 bancas), Unión Cívica Radical (34), Hacemos Coalición Federal (23) e Innovación Federal (9).
Los últimos dos bloques, que representan entre otros a los gobiernos de Córdoba, Río Negro, Neuquén, Misiones y Salta, expresaron a través de un comunicado que tienen el compromiso de otorgar “gobernabilidad”, pero no están dispuestos a hacerlo “sin marcar diferencias y defender nuestras convicciones”.
Adelantaron que no acompañarán los artículos del proyecto que consideran perjudican a los jubilados, “ni a los que dañan a los sectores de la producción, que no soportan más aumentos de impuestos”.
Señalaron que ese será el espíritu con el que irán al debate en el recinto, “que por otra parte pretendemos que sea de cara a la gente, con total honestidad y transparencia”.
Ese mensaje fue en referencia a distintas reuniones que estos días se llevaron a cabo en domicilios privados fuera del Congreso. El jefe del bloque Hacemos Coalición Federal, Miguel Ángel Pichetto, hizo referencia a ello a través de la red social X: “Las reuniones que mantuve en relación a la Ley Ómnibus se han realizado de manera pública, en el marco del bloque al que pertenezco y en el ámbito de la Cámara de Diputados”.
Y aclaró que no tuvo ni tendrá “ninguna reunión con el Sr. Sturzenegger porque no es funcionario de este gobierno”. Federico Sturzenegger, expresidente del Banco Central, es uno de los autores de este proyecto. Y si bien trascendió que asumiría como titular de una unidad dedicada a la desregulación de la economía, no se ha oficializado el cargo.
El diputado de este bloque Oscar Agost Carreño declaró este jueves en Futurock que el miércoles fue invitado a participar de una reunión en el barrio de Recoleta y al ver que estaba Sturzenegger y que estaban “punteando” el dictamen, decidió retirarse.
