Milei reiteró las condiciones para salir del cepo y en el mercado ven oportunidad en el verano

El presidente señaló que la salida del cepo “está más cerca” y entre analistas privados volvieron a cobrar protagonismo las apuestas que apuntan a los primeros meses de 2025

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Buenos Aires — Javier Milei volvió a alimentar la ansiedad del sector privado respecto de la apertura del cepo. Reiteró el miércoles en una presentación en la provincia de Córdoba cuáles son las condiciones que deben darse para que su Gobierno avance con la liberación de los controles de capitales y señaló que la salida está “mucho más cerca” que lo que estaba en diciembre, cuando asumió la Presidencia.

La referencia de Milei al cepo llega en momentos en que el mercado sigue con atención cada indicio que deje el oficialismo respecto de cuándo y cómo podría producirse esa liberación. Ocurre que la salida de los controles de capitales es, junto al nivel de inflación o el ritmo de devaluación que convalide el Banco Central (BCRA), una de las variables clave que mira el mercado para anticipar cómo marchará la economía argentina en 2025.

Tras el viaje del equipo económico a Washington DC, la expectativa de que se firme en el corto plazo un nuevo programa con el FMI que involucre fondos frescos para eliminar las restricciones se siguió diluyendo. Pese a ello, en el sector privado volvieron a crecer las apuestas respecto de que la apertura podría producirse en los primeros meses de 2025, aprovechando ‘la ventana de oportunidad’ que abre la brecha cambiaria en mínimos. Aunque en ese escenario con el que trabajan diversos economistas del ámbito nacional e internacional la mayoría coincida en que la apertura se vaya dando de forma gradual, por capas.

En un encuentro con la prensa del que participó su flamante CEO Gustavo Manríquez, desde el área de investigaciones económicas del Banco Supervielle revelaron que en su escenario base plantean una apertura del cepo para enero de 2025, aunque no descartan que pueda postergarse hasta después de las elecciones de medio término.

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De acuerdo al equipo de research de la entidad, encabezado por Walter Ramírez, dentro de esa posibilidad plantean tres escenarios, que difieren entre sí dependiendo de la cantidad de dólares que ingresen. En el caso más optimista, “con buen ingreso de dólares”, no ven salto cambiario sino un esquema de desaceleración de crawling peg y el tipo de cambio paralelo unificándose con el oficial.

“En este escenario donde todo se hace suavemente, porque tenés buena cantidad de dólares, la tasa de inflación es más parecida al 20%. Es la del Gobierno pero también la del mercado, porque la inflación implícita en los bonos refleja que el mercado está comprando más este escenario que cualquiera de los otros dos”, señaló al respecto.

Un segundo escenario, más pesimista, plantea la apertura bajo la premisa en la que “no hay ingresos de dólares y estás obligado a salir”. Ese, dijo, es el escenario que no quiere el Gobierno pero que podría venir de la mano de un acuerdo con el FMI. Allí, explicó, se necesitaría que el tipo de cambio flote “al estilo 2015″ y que, luego de hacer un overshooting, se acomode. “En este último tipo de cambio, en el que los dólares los tenés que generar con tu balance cambiario, necesitas un tipo de cambio real que podría ser más parecido al tipo de cambio paralelo o quizás un poco más alto”.

Respecto de este escenario, al que le asignan baja probabilidad, consideró que se generaría “un poco de inflación en los primeros tres meses y después volverías a un ritmo en que la inflación empieza a bajar rápidamente”. Y añadió: “En ese escenario, terminas con una inflación interanual en 2025 de alrededor del 40% o 45%”.

Y por último, agrega que observan un tercer escenario que podría incluso incorporar una corrección cambiaria. En dicho caso, cree que la inflación de 2025 podría ubicarse en la zona del 30% o 35%. “Los tres escenarios se diferencian en el salto cambiario. Uno no lo tiene, y depende de la cantidad de dólares con que cuente el país en el momento de la salida”, expresó.

Pero más allá de esos escenarios, subrayó que, independientemente de cuándo ocurra, en el área de research de Supervielle imaginan que la salida del cepo se dará de forma gradual. “No pensamos los pasos de esa gradualidad, pero sí que será una salida gradual”, aclaró.

¿El mercado ve el fin del cepo en el verano de 2025?

La expectativa de una salida del cepo en los primeros meses de 2025 creció con fuerza en los últimos días. “La mejor oportunidad para salir del cepo va a estar en el verano del 2025″, aseguró días atrás, en diálogo con Radio Rivadavia, el economista y director de la consultora OJF y Asociados, Fausto Spotorno.

En línea con esta mirada, y en una entrevista con esa misma emisora radial, el analista económico Jorge Ingramo expresó: “Para mí el gobierno levanta el cepo entre el 20 y el 31 de enero”.

Estas miradas, alineadas con la antes mencionada de Banco Supervielle, se suman a análisis similares que llegan desde el exterior. Un informe publicado en octubre por el banco estadounidense JPMorgan señala que Argentina podría aprovechar la “ventana de oportunidad que representan los próximos dos trimestres” para reunificar el mercado cambiario y levantar los controles de capital. Estos movimientos son, a entender de JPMorgan, los principales catalizadores para el resto de las medidas necesarias para lograr un ajuste exitoso.

En tanto, el economista peruano Jaime Reusche, un alto ejecutivo de la calificadora de riesgo estadounidense Moody’s, declaró días atrás en Buenos Aires: “Si es que el levantamiento del cepo es algo inminente, como dijo el Presidente, esto debería llevarse a cabo en el primer trimestre de 2025, sino ya entramos en el ciclo electoral”.

Condiciones para salir del cepo

Al participar el miércoles del 47° aniversario de la Fundación Mediterránea, Javier Milei reiteró las condiciones que tienen que darse para dejar atrás el cepo cambiario.

“La primera es que desaparezca el money overhang”, dijo. “Nosotros decidimos mantener constante la cantidad de dinero. Si yo mantengo constante la cantidad de dinero, sé que el money overhang desaparece cuando no hay más inflación. Si la inflación del programa hoy es de 2,5 (la inducida) y miro la observada en 3,5, hoy el programa genera un punto de inflación; es decir, todavía queda money overhang”, agregó al respecto.

En segundo lugar, recordó: “Todavía tengo problemas de stocks. Entonces, también tengo que resolver el problema de los dividendos al exterior que todavía no pagué y los tengo atrapados. Es decir, necesito también arreglar el problema de los stocks en moneda extranjera”.

Y por último, mencionó: “Hace falta una condición más y es que la base monetaria, en su definición tradicional, coincida con la base monetaria amplia. ¿Cuál es la diferencia? La diferencia son las LEFIs y las LECAPs. Entonces, en la medida que la economía se empieza a recuperar, empieza a haber demanda de dinero. Si eso es así, lo que nosotros tenemos que ver es que las LEFIs se tienen que achicar, y es algo que está pasando”.