Buenos Aires — Tras asumir este domingo como presidente de la Nación, Javier Milei delineó su hoja de ruta para hacer frente a la crisis argentina y remarcó que “no hay solución alternativa al ajuste”.“De corto plazo, la situación empeorará”, indicó, aunque confió en que será “el último mal trago para comenzar la reconstrucción” del país.
“No hay lugar a la discusión entre shock y gradualismo”, sostuvo el mandatario en su discurso. “Ningún Gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros”, expresó.
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En un escenario fuera del Congreso argentino, Milei argumentó que “para hacer gradualismo, es necesario que haya financiamiento, pero, lamentablemente, no hay plata”. “Sabemos que será duro”, remarcó.
“La conclusión es que no hay alternativa que el ajuste”, reiteró y anticipó: “Habrá estanflación, pero no es muy distinto a lo que ha pasado en los últimos 12 años”.
Sin embargo, el jefe de Estado aseguró que el ajuste recaerá “sobre el Estado y no sobre el sector privado”.
“Este es el último mal trago para comenzar la reconstrucción de Argentina”, prometió Milei, quien confió: “Habrá luz al final del camino”.
Milei advirtió sobre los riesgos de la hiperinflación
“El Gobierno saliente nos ha dejado plantada una hiperinflación y es nuestra máxima prioridad hacer todos los esfuerzos posibles para evitarlo”, remarcó Milei.
“Además, el sobrante de dinero en la economía hoy es el doble que en la previa del Rodrigazo, que multiplicó por seis veces la tasa de inflación”, apuntó en sus primeras palabras como presidente de la Nación.