Buenos Aires — El presidente de la Argentina, Javier Milei, tocó este lunes la campana del New York Stock Exchange (NYSE) para dar inicio a la jornada bursátil, donde presentó luego su visión para el mercado argentino ante un grupo de inversores. Acompañado por altos funcionarios de su gobierno, como el ministro de Economía, Luis Caputo, y su jefe de asesores, Demián Reidel, Milei delineó su plan para frenar el incremento de la relación deuda-PBI y convertir al país en un “deudor solvente”.
Comenzó su discurso enfatizando la grave crisis que heredó de la administración anterior. “Al momento de arribar al gobierno, Argentina estaba al borde de lo que hubiera sido la peor crisis de su historia”, aseguró el presidente, quien participará este martes de su primera Asamblea General de las Naciones Unidas.
“Los dólares para pagar los servicios de la deuda tienen que ser comprados con superávit fiscal”
Javier Milei
Hizo hincapié en que el país enfrentaba un desequilibrio monetario sin precedentes, comparándolo con las crisis de 1975 y 1989, y citó déficits gemelos que alcanzaban 17 puntos del PIB, lo que sugería una crisis inminente.
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Salida del cepo cambiario
Además, Milei se refirió a la importancia de liberar el control de cambios (cepo), indicando que esto ocurrirá cuando la inflación esté bajo control. Cuando la inflación observada sea cero, se podrá liberar el cepo, afirmó, sugiriendo que la disciplina fiscal y la estabilidad macroeconómica serán esenciales para lograr este objetivo.
“El cepo lo vamos a liberar cuando la tasa de inflación que tiene el programa macroeconómico sea cero”, afirmó, al tiempo que indicó que cuando los precios dejen de subir, “se va a dar en una situación donde, además, las Lefis hayan desaparecido y la base monetaria en el formato tradicional coincida con la base monetaria amplia”.
En ese momento, agregó “habrá desaparecido el money overhang y podremos abrir sin ningún tipo de problemas el cepo, porque ya no tendrán balas para cargar las armas que puedan tirar a la estabilidad macroeconómica”.
El presidente también mencionó que, a diferencia de otros contextos históricos en los que el país ha salido del control de cambios, esta vez se está haciendo “desde el paralelo hacia el oficial”.
Reservas y riesgo país
El presidente, quien también se reunirá hoy con el empresario, Elon Musk, afirmó que, al asumir, las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) eran negativas en aproximadamente US$12.000 millones, con deudas pendientes con importadores que superaban los US$50.000 millones. Esta situación de impago y falta de credibilidad internacional había dejado a Argentina en una posición extremadamente precaria, sostuvo.
De acuerdo a la consultora 1816, las reservas netas del BCRA al cierre de la segunda semana de septiembre eran negativas en US$6.000.
Frente a este panorama, Milei planteó una serie de medidas para estabilizar la economía y para destapar el crecimiento. “La meta del déficit cero implica que la deuda no crece más. Si la deuda no crece, la relación deuda-producto es no creciente”, dijo, enfatizando que esto convertiría a Argentina en “deudor solvente” y “digno de crédito”.
“Los dólares para pagar los servicios de la deuda tienen que ser comprados con superávit fiscal”, recalcó.
Milei subrayó que en los primeros ocho meses de su administración había logrado un superávit financiero, reduciendo el riesgo país de 2.900 a 1.300 puntos. El presidente también se refirió a la importancia del ajuste fiscal, señalando que la reducción del gasto público será esencial para sostener la estabilidad económica.
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El ajuste, la emisión, el dólar y las jubilaciones
Milei fue claro en su compromiso con el equilibrio fiscal, y mencionó su reciente veto a un aumento en las jubilaciones. “Ese aumento implicaba un gasto público adicional del 1,2% del PBI, lo que habría incrementado la relación deuda-producto al 67% del PBI”, advirtió, destacando que este tipo de decisiones pondrían en riesgo el futuro económico del país.
Con respecto al financiamiento del gasto, dijo que “había que cortar los canales de emisión del Banco Central”, señaló, y destacó el trabajo de Santiago Bausili, presidente del BCRA, por haber eliminado el déficit cuasifiscal en siete meses. Esto, según Milei, permite ahora que Argentina no emita más para financiar el fisco.
“El ajuste fiscal que hemos hecho le ha devuelto a los argentinos 15 puntos del PBI de ahorro”, explicó, subrayando que esto facilitará el acceso al crédito y la inversión a largo plazo. “Hoy discutimos la existencia de crédito a 30 años”, agregó, destacando un cambio en la dinámica del sistema bancario hacia su función original.
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Milei se refirió al control de la inflación como uno de los pilares de su política económica. “En diciembre, la inflación corría a un ritmo del 1% diario, y hoy estamos en niveles del 2% mensual”, señaló, refiriéndose a la última medición mayorista. Este cambio, según el presidente, se logró sin imponer controles de precios ni fijar un tipo de cambio artificial, “sin una hiperinflación previa que permita la reconstrucción de la demanda de dinero” y “sin violentar derechos de propiedad”.
Aunque el tipo de cambio oficial es controlado mediante una devaluación mensual cercana al 2%, el jefe de Estado enfatizó que “el tipo de cambio paralelo es libre en Argentina”.
“Antes, como obligábamos a los exportadores liquidar sus dólares, cada tres dólares que comprábamos estábamos interviniendo por tres. Hoy, como mantenemos constante la cantidad de pesos, al inicio devolvíamos básicamente dos dólares, con lo cual la intervención había caído un tercio, y hoy que la brecha es mucho más chica, los niveles de intervención siguen cayendo”, argumentó.
Mensaje clave a los inversores extranjeros
La presentación de Milei en el NYSE constituyó un nuevo esfuerzo por restaurar la confianza ante los inversores internacionales: “Estamos aquí para demostrar que Argentina puede ser un país solvente y atractivo para la inversión”, dijo Milei, y aseguró que su gobierno está comprometido con la realización de las reformas necesarias.
“Estamos llevando a cabo la reforma estructural más grande de la historia en solo seis meses”, enfatizó, añadiendo que este proceso permitirá a Argentina escalar en términos de libertad económica y mejorar su funcionamiento en comparación con economías desarrolladas como Alemania, Italia y Francia.
La respuesta de los inversores será crucial en los próximos meses. La mejora en el riesgo país y los primeros indicios de estabilidad económica podrían allanar el camino para el acceso a financiamiento internacional, un aspecto vital no solamente para reactivar la economía argentina, sino para asegurar el rollover de los vencimientos de deuda del 2025.
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Milei concluyó su discurso en el NYSE con un mensaje de optimismo. “Nuestra meta es que Argentina no solo sea un deudor solvente, sino que se convierta en un líder en la región, impulsando un crecimiento sostenible y saludable”, afirmó.
“Se terminó el momento en el cual el Estado argentino estafe principalmente a los argentinos de bien y a sus acreedores”, agregó.
Política social, seguridad y lucha contra el narcotráfico
El presidente también hizo hincapié en la gestión de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a quien halagó por la reducción de los piquetes en las calles del país, y por lucha contra el narcotráfico. En Rosario, una de las ciudades más afectadas, se reportó “cero homicidios” en el último mes, señaló.
“Esto es un cumplimiento de nuestra agenda de terminar con la inseguridad”, afirmó Milei, subrayando.
Con respecto a su política social, sostuvo que las partidas destinadas a la contención social han crecido significativamente durante su gobierno. “Hemos duplicado las partidas de los dos programas más importantes: la Asignación Universal por Hijo y la Tarjeta Alimentar”, dijo, añadiendo que estos programas ahora cubren la canasta básica total.
Además, Milei consideró haber puesto fin a “los gerentes de la pobreza”, quienes, según él, se beneficiaban del sistema y restaban recursos a los sectores más necesitados. “Tocar esos privilegios ha generado operaciones de prensa en contra de nuestro gobierno”, comentó, sugiriendo que las críticas son reacciones defensivas de aquellos que se beneficiaban del statu quo.
