Buenos Aires — El presidente Javier Milei cerró este miércoles la primera Conferencia de Acción Política Conservadora en Argentina, un evento clave en la agenda de La Libertad Avanza para “la batalla cultural” que pretende dar el mandatario.
“CPAC es clave para organizarnos internacionalmente y que los zurdos no nos entren por ningún lado”, dijo Milei, en el inicio del discurso. El presidente, que sucedió en la palabra a Eduardo Bolsonaro, hizo un repaso de lo que fue la estrategia de su gestión: “Eligieron a alguien que hizo todo al revés de lo que decía el manual. No alcanzaba con cambiar de cocinero, había que cambiar la receta”.
Milei asegura que en este tiempo puso en práctica “otro manual, con otras fórmulas”, producto de la intiuición y “de una vida de aprendizajes”.
En ese punto se refirió a cómo negocia La Libertad Avanza, que pese a una débil estructura política logró sancionar la Ley Bases y evitar que el Congreso rechace los DNU. “Nunca hay que negociar las ideas para rascar un voto. Negar convicciones para conseguir un voto te va a dejar sin convicciones y sin votos”, dijo.
Para cerrar esa idea, agregó: “Si no pensábamos negociar antes, ahora que los resultados acompañan, menos”. Sucede en un contexto en el que cual el oficialismo analiza si avanzar o no con sesiones extraordinarias, que podría incluir el Presupuesto 2025. El Gobierno no está dispuesto a modificar una letra del proyecto ya enviado.
También hay una discusión respecto a la designación de jueces de la Corte Suprema. No se descarta que avancen con la designación de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla por comisión. “Si cedemos se puede interpretar como debilidad”, dijo Milei en otro tramo del discurso.
“Somos escépticos del consenso y del diálogo, no nos interesa continuar con los famosos consensos de la política, que son pactos para vivir del pagador de impuestos”, dijo Milei, en otro mensaje contra la política.
¿Qué dijo Caputo?
Más temprano disertó el ministro de Economía, Luis Caputo, quien aseguró que el Gobierno de Milei ganará “la batalla económica, política y cultural” y confió en que “Argentina va a ser el país más libre y que más va a crecer sostenidamente por los próximos 30 años”.
“Estamos en un punto de inflexión en la Argentina”, sostuvo y resaltó: “La gente quiere que profundicemos en este camino. No tengan dudas de que va a salir bien”.
El funcionario nacional repasó las medidas tomadas durante el primer año de gestión de La Libertad Avanza y aseguró: “Estamos a punto de cumplir un año. Es inevitable pensar y recordar de dónde venimos. Es importante ponerlo en perspectiva”.
“Hay muchísimo más por hacer, pero sepan que lo vamos a hacer”, remarcó. “Pareciera que hoy estamos en otro país. Tenemos que valorarlo y cuidarlo porque no es algo fácil de conseguir”, afirmó
Entre aplausos, afirmó: “Estamos recuperando el crédito. El sector privado está recuperando el crédito, que es un motor básico para el crecimiento. Estamos logrando que los bancos trabajen de bancos”. Además, indicó: “Estamos terminando el año con un tipo de cambio libre más bajo que cuando asumimos. logramos reducir la brecha del 200% a menos del 10%”.
“Para llegar hasta aquí se necesitaba un plan económico integral y en economía todos esos cables están interconectados. El problema es que en Argentina todos esos cables estaban pelados”, describió y opinó que por ello “en cualquier momento se podía producir un corto”.
De acuerdo con el ministro, su gestión pudo “terminar con el flagelo del déficit en un mes, bajar el gasto en términos reales un 30%, aun atendiendo a los más vulnerables” tras duplicar la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la tarjeta Alimentar, “que hoy cubre el 100% de la canasta básica alimentaria”.
En ese sentido, puntualizó: “Nuestro presidente se ha convertido en un referente mundial”. También consideró que es “el presidente preferido del país más importante del mundo”, en un contexto en el que “está dando la batalla cultura a nivel nacional, pero también a nivel mundial”.
“Hoy los ojos del mundo están puestos en Argentina”, insistió el titular del Palacio de Hacienda. “No tengamos miedo de dar la batalla cultural”, subrayó.