Buenos Aires — Mientras algunos indicadores comienzan a mostrar datos positivos, el presidente Javier Milei insiste en que “la recesión ha terminado y el país ha comenzado a crecer”. Sin embargo, en el sector privado señalan que hay un escenario heterogéneo con un comportamiento dispar.
“Ya hay sectores que perciben una mejora incipiente. Pronto será una realidad para todos”, aseguró el jefe de Estado frente a empresarios en una reciente exposición. “Hoy la recesión terminó, estamos saliendo del desierto, el país finalmente ha empezado a crecer”, confió.
¿Recuperación o piso?
“Más que un final de la recesión, parecería un piso y un proceso de serrucho desde junio en ese nivel, que recién en septiembre/octubre parecería haber empezado a revertir”, evaluó Pablo Repetto, head of Research de Aurum Valores.
En diálogo con Bloomberg Línea, manifestó que “también hay que ver que hay mucha diferencia entre sectores. No es homogéneo”.
Además, puntualizó: “Estamos lejos de salir del rango de estancamiento que venimos teniendo desde 2011. La economía argentina, desde que se puso el cepo, muestra que el índice EMAE oscila entre los 145 y los 155 puntos desde ese momento, así que por ahora lucen prematuros los festejos”.
“Lo que podemos afirmar es que la economía encontró un piso en el segundo trimestre del año. Y a partir de ahí los indicadores muestran una leve y heterogénea recuperación en el nivel de actividad”, opinó Claudio Caprarulo, director de Analytica Consultora.
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Por su parte, Martín Kalos, director de EPyCA Consultores, indicó que “la recesión terminó”, aunque “hay que profundizar y entender qué está pasando al interior de cada de cada elemento que compone la actividad económica del país”.
“La palabra clave para entender todo es heterogeneidad o disparidad, así como hay mucha heterogeneidad entre los ingresos de los hogares y eso hoy está explicando por qué hay algunos nichos de consumo sofisticado, de alto poder adquisitivo, a los que les está yendo bien, mientras el consumo masivo sigue deprimido. Eso tiene un paralelo en los sectores productivos”, explicó en declaraciones a este medio.
De esa manera, describió que “hay tres sectores productivos que este año no dejaron en ningún momento de crecer: el minero, el energético con hidrocarburos y el agroalimentario, que creció de la mano de una de un año sin sequía”. “Es casi una especie de rebote, simplemente por cuestiones climáticas. Ahí no hay necesariamente una gran incidencia todavía de las políticas económicas de Milei porque arrastran tendencia de más largo plazo, lo cual no quita que son, además, en buena medida, los sectores beneficiados y que se van a beneficiar con inversiones que entren en el RIGI”, expresó.
“Eso, a futuro, puede seguir dando una pauta, pero, ¿qué está pasando en 2024 con los demás sectores de la economía, con los que en un punto se orientan más al mercado interno? La industria, los servicios, la construcción, el comercio. A esos sectores les llegás a decir que la recesión se acabó y te van a decir que estás loco porque, para esos sectores, lo que sucede es que se tocó piso, se tocó fondo, alrededor de junio o julio, según de qué sector hablemos”.
Consumo deprimido y sectores con “piso pegajoso”
Kalos consideró que ese tipo de rubros “están en un piso pegajoso”. “Así lo venimos caracterizando desde EPyCA Consultores. Es un piso que se tocó, del cual ya no se sigue cayendo, pero del cual es muy difícil rebotar, despegarse”, afirmó.
El economista resaltó que ello “tiene que ver con que no hay nada que impulse el mercado interno, la demanda para estos sectores”. “El consumo sigue muy aletargado, sobre todo el consumo masivo. No hay una expectativa de que haya una recuperación real de los salarios que compense la caída de ingresos de los hogares ni la pérdida de empleo que también hubo”, subrayó.
“Si el consumo no tiene una razón para crecer significativamente, más allá de algún rebote que pueda tener durante los próximos doce meses, y a la vez la inversión por el RIGI va a llegar, pero recordemos que está armado de manera tal de que en cualquier inversión que se haga el primer año, tenés que traer al menos el 20% de la inversión, no al 100% o el 50%. Y de esa plata, además, sólo el 20% está obligado a ser usado para comprar bienes y servicios locales en Argentina. Entonces, estamos hablando de que de una inversión de US$1.000 millones de anunciada, quizás este año entran US$40 millones que demandan cosas en Argentina. Eso ya te limita el impacto de esa inversión en la demanda interna”, estimó.
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“No hay mucho para pensar que el mercado interno se vaya a dinamizar demasiado y que este piso pegajoso vaya a quedar atrás. Probablemente, tengamos un crecimiento muy moderado con cierto serrucho de algún mes de caída o algún mes de de recuperación y, en ese marco, entonces, los sectores más orientados al mercado interno sigan muy deprimidos. Para esos sectores, la caída terminó, pero la recesión sigue ahí, en el sentido de que no hay una recuperación significativa y siguen trabajando en niveles muy bajos de uso de su capacidad instalada”, remarcó.
“Si uno mira el promedio de todo esto, con tres sectores que impulsan al alza a la actividad económica y una decena de sectores que sigue deprimida, el promedio empezó a dar para arriba a partir de abril, pero en es mes los sectores del mercado interno seguían cayendo. Ahora va a empezar a dar para arriba porque hay tres sectores que crecen y el resto de los sectores no caen más y eso significa que la recesión terminó a nivel general, pero para lo vinculado con la industria, el comercio, la construcción, los servicios y las ventas de las pymes, la depresión económica sigue”, analizó Kalos.