Buenos Aires — Sergio Massa sigue dando señales del futuro económico que pretende para Argentina si es electo presidente. Luego de haber adelantado el domingo en una entrevista televisiva que esperaba poder levantar el cepo cambiario hacia fines de 2024, el candidato del oficialismo ahora reveló que su eventual ministro de Economías no pertenecerá a su espacio político.
“Mi ministro de Economía no va a ser alguien de mi fuerza política, va a ser alguien de otro sector político”, dijo el actual titular del Palacio de Hacienda este martes en declaraciones a Cadena 3. Allí también volvió a ratificar su intención de que la mitad del directorio del Banco Central esté compuesta por referentes “del principal bloque de la oposición, para que haya control”.
Cuando faltan apenas 12 días para la segunda vuelta electoral, el candidato a presidente de Unión por la Patria envió así otro guiño al mercado, en un corrimiento hacia el centro con la intención de asegurarse otro triunfo para llegar a la Casa Rosada el próximo 10 de diciembre. En ese sentido, y después de que el gobernador de la provincia de Córdoba, Juan Schiaretti, mencionara al eventual “gobierno kirchnerista de Sergio Massa”, el ministro de Economía retrucó: “El gobierno de Sergio Massa será de Sergio Massa, y de unidad nacional, empieza el 10 de diciembre y convoca a todos los sectores para definir políticas de Estado”
Estas declaraciones de Sergio Massa llegan después de que el domingo manifestara su intención de sacar los controles de capitales del país al cierre del ejercicio 2024. Para ello, el ministro de Economía argentino confía en que el año que viene se observe un incremento considerable de las exportaciones, después de un 2023 en el que la sequía provocó que cayeran en torno a US$20.000 millones, según estimaciones oficiales.
Este crecimiento de las exportaciones junto con un “bajo nivel de vencimientos” de deuda, espera el candidato del oficialismo, permitiría revertir la posición crítica en que se encuentran las reservas netas del Banco Central, que según estimaciones de la consultora Empiria, se situaban a inicios de este mes en niveles de casi US$10.000 millones negativos.