Buenos Aires — El Gobierno argentino volvió a darle rienda suelta a la maquinita. El viernes pasado, apenas una semana después de que se emitieran $688.000 millones para efectuar parte de los vencimientos que se le adeudaban al FMI, el Banco Central volvió a girarle pesos el Tesoro. En esta oportunidad, fueron $400.000 millones, buena parte de los cuáles se usó para que pudiera comprar los dólares necesarios para efectuar el lunes los pagos de cupones de los bonos soberanos en dólares por US$1.000 millones.
Si bien en el Ministerio de Economía y en el BCRA no respondieron a las consultas de Bloomberg Línea, distintos analistas privados habían anticipado el giro. Esta expectativa del nuevo envío, explicó el economista Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, nacía del análisis del nivel de depósitos del Gobierno en el Banco Central, insuficientes para hacer frente al mencionado pago.
Incumplimiento con el FMI
Esta nueva transferencia, que se realizó por la vía Adelantos Transitorios (AT), quedó oficializada este miércoles por la tarde, 24 horas antes de que el Indec de a conocer la inflación de junio, el último previo a las Elecciones PASO y al que la mayoría de las consultoras privadas ubican en el rango de 6,6% a 7,2%.
Según analizó Salvador Vitelli, jefe de research de Romano Group, de los $400.000 millones que emitió el gobierno el pasado viernes 7 de julio, $260.000 se utilizaron para el pago de cupones, por US$1.000 millones. Los $140.000 millones restantes, razonó, fueron emitidos para cubrir el déficit, señal de que vienen mal los números fiscales.
De esta manera, el financiamiento monetario superó los $1,75 billones, quedando así a un paso de duplicar los niveles permitidos por el FMI para todo el año, de $883.000 millones (equivalentes a 0,6% del PBI). Este nuevo giro se conoce, además, mientras representantes del equipo económico ultiman detalles para viajar a Washington para renegociar el acuerdo.
Más allá de si ello supone o no un nuevo escollo en la negociación, analistas coinciden en que esta nueva aceleración de la emisión monetaria presionará aún más sobre los precios.
“Todo lo que se está emitiendo es más combustible para la inflación”, explica Alejandro Giacoia, economista de Econviews. Y consultado respecto de cuándo cree que podría verse ese efecto, indicó: “No sé si va a pegar en julio o más adelante, pero lo que es seguro es que no va a ser gratuito”.
Y, mirando hacia adelante, el economista advirtió que “lo preocupante es que todavía falta emitirse mucho más”.
La maniobra para no incumplir los límites de la Carta Orgánica
Con este nuevo giro, el Gobierno no solo se aleja del límite de financiamiento monetario impuesto por el FMI. También estuvo a punto de superar el tope para Adelantos Transitorios establecido por la Carta Orgánica del BCRA.
Para evitar traspasarlo, explica Menescaldi, el gobierno subió el día anterior la base monetaria en $700.000 millones y después la contrajo a los días.
“¿Por qué hizo eso que llamó la atención? Porque para comprar los dólares para hacer el pago de intereses, necesitaba un Adelanto Transitorio, que dependen de la base monetaria y de la recaudación y tiene un límite. Evidentemente ese límite está cumplido y para poder darle la plata para pagar los intereses y algo más, tuvo que subir la base monetaria para poder darle esa emisión al gobierno”, explicó el economista.
