Marcela Pagano, sobre dolarizar la economía argentina: “La gente ya rechazó al peso”

La precandidata a diputada por La Libertad Avanza apuntó contra el oficialismo y JxC, defendió la propuesta de dolarizar la economía y señaló a la inflación como la principal “urgencia de todos los argentinos”

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Buenos Aires — Marcela Pagano se metió de lleno en el barro de la política argentina. Si bien lleva años siguiendo de cerca los principales acontecimientos del país, la periodista aceptó la invitación de Javier Milei para unirse a las filas de La Libertad Avanza y buscará llegar al Congreso para, según expresó, dar los debates que permitan dar vuelta una situación que cada día se degrada más.

En diálogo con Bloomberg Línea, la precandidata a diputada nacional por la Provincia de Buenos Aires explica qué la convenció de Javier Milei para dar el salto a la política y defendió la propuesta de dolarizar la economía argumentando que “la sociedad argentina ya rechazó al peso”. Además, apuntó contra los candidatos del oficialismo y de Juntos por el Cambio: “Ya gobernaron y ya mostraron que fracasan”.

La siguiente entrevista fue editada por motivos de extensión y claridad.

¿Qué fue lo que te convenció para incursionar en política?

Todos estamos viendo que la situación se complica, que se está degradando cada vez más. Lo que me incentivó a meterme es a no quedarme en el lugar de “falso confort”, de ser una relatora de la realidad sino también tratar de participar activamente para lograr un cambio.

Ya te habían hecho propuestas de meterte en política. ¿Por qué ahora sí? ¿Qué te convenció de Javier Milei y La Libertad Avanza?

Milei es el líder de un espacio que hasta ahora no gobernó, que no nos decepcionó. Todos los anteriores nos han decepcionado, nos han prometido un listado enorme de cosas que no han podido cumplir. De un lado y del otro nos hemos sorprendido para mal porque uno esperaba cambios y reacciones diferentes a las que en gestión finalmente han mostrado.

Lo que me une a Milei, además de las ideas políticas en sí, es que los dos llevamos como emblema la libertad absoluta ante todo. Soy una persona que abraza el ideal de libertad en cada cosa que hace, que va a trabajar para la libertad de expresión desde el espacio.

Viniendo del periodismo económico, uno imagina que te vas a enfocar también en cuestiones relativas a la economía.

Uno cuando llega al Congreso tiene la posibilidad de estar en más de una comisión. Mi aspiración por supuesto es trabajar por la libertad de expresión desde el Congreso pero también en proyectos vinculados a la economía. La gran reforma que quiere hacer Javier Milei pasa por la dolarización y ahí estaremos trabajando para eso. Creo que otro de los trabajos más importantes que vamos a ver es el de la discusión del Presupuesto.

¿Creés que la dolarización es la única fórmula que le queda a la Argentina para frenar con este inercia inflacionaria?

Sí, no tengo ninguna duda de que la gente ya rechazó el peso. Son tantas las promesas incumplidas, tanta acumulación de déficit fiscal en los últimos 200 años llevó a que la gente repela el peso como instrumento de ahorro o de refugio. Le han hecho mucho daño los políticos a nuestra moneda. Entonces, creo que la mejor manera es la dolarización porque la gente cuando puede, cuando tiene posibilidad de elegir, busca ese refugio en el dólar.

¿De qué forma se instrumentaría? ¿Sería una suerte de adaptación a la propuesta de Emilio Ocampo?

Lo que tiene la propuesta de Ocampo es que la manera de instrumentarla es más rápida. Por eso Milei se inclina hoy por esta, aunque no está decidido porque depende mucho del escenario en el cual se asuma. Hoy si no se asume con una híper, se asume con un porcentaje inflacionario que rosa la híper. Probablemente sea 150%, pero todavía no está claro. Entonces, el modelo de Ocampo lo que permite es una rápida instrumentación.

Dijiste hace poco que Diana Mondino está trabajando también sobre esa propuesta.

Lo que hizo Diana Mondino es alguna corrección desde el punto de vista técnico, porque la forma de trabajar de Milei es como si ya estuviéramos en gestión. Reuniones semanales con todo el equipo, hay mucha gente que está acercando su propia propuesta, economistas, trabajadores de distintos ámbitos de las finanzas. Entonces todo el tiempo se están analizando mejoras.

¿Qué es lo que te resulta más interesante de esa propuesta?

Creo que es muy interesante la manera de frenar este constante endeudamiento al que ha llevado el Banco Central. Me refiero a las famosas Leliq, que es una gran bola de nieve que ha cambiado de nombre. Ayer eran las Lebac, hoy Leliq y mañana si las gestiones que siguen son las mismas le van a poner otro nombre. Esa inercia de deuda genera que se tenga que emitir más deuda y más pesos para pagar esos intereses. Entonces, para cortar con eso, la propuesta de Ocampo nos lleva a un canje voluntario de fondos con anclaje en deuda bajo ley Nueva York. Es una posibilidad de mutar una deuda tóxica que se va acrecentando por una deuda que tenga un atractivo extra. Es una oferta voluntaria que se le va a hacer a los bancos, que por lo que venimos hablando, ven con buenos ojos.

Una de las dudas respecto de la propuesta de dolarización es que en el cálculo de cuántos dólares se necesitan se suele hablar de rescatar la base monetaria pero no los pasivos remunerados.

Claro. Igualmente dejáme que haga un paréntesis para no desdecir a Ocampo. Lo que se está evaluando es una base de la propuesta de Ocampo con tonos de la propuesta de Milei, con tonos de algunas correcciones que han hecho muchos economistas del espacio. Puedo mencionar el de Diana Mondino, pero no es la única que ha aportado. Entonces, lo que vos vas a tener es una propuesta final con un poco de la ecuación de todos ellos.

Si vos a los bancos, en vez de decirle te pago más tasa de interés pero en la misma moneda -que evidentemente rechazás- les permitís canjear esa deuda, no va a haber un problema de flujo ni de dinero circulando, que tentativamente te puede acelerar una devaluación. Por otro lado, no nos olvidemos que los bancos no eligen, a los bancos los obligan a invertir en esos títulos de deuda. Lo que queremos es desregularizar también esas partes tóxicas de un mercado financiero que lleva a que los bancos sean el principal prestamista del Estado, no de la gente.

Hace unos días desde Adeba rechazaron la dolarización. ¿Crees que los bancos terminarán aceptando esta idea?

Creo que los bancos van a terminar acompañando, porque es claro que no están de acuerdo con que los obliguen a invertir en Leliq. Ahora los bancos están un poquito remolones, hoy tienen argumentos para estarlo, pero van a tener que hacer como en otros países, competir entre sí por tener clientes. ¿Cómo? Dando crédito, teniendo un buen servicio. Por otro lado, venimos de décadas en las que nos prometieron que íbamos a tener una moneda fuerte y no lo lograron. Yo no entiendo cómo los mismos referentes, que hoy parece que tienen soluciones mágicas no las instrumentaron cuando fueron gobierno.

En estos días aparecieron carteles de la candidatura de Sergio Massa donde se pregona que sabe cómo bajar la inflación.

Claro, por eso yo insisto en que hay una falta de coherencia absoluta en los políticos de los partidos dominantes. Porque ya ninguno puede decir que es el instrumento de ningún cambio. Los dos espacios políticos, tanto Juntos por el Cambio, como el peronismo que en esta temporada tiene nuevo nombre (Unión por la Patria), ya gobernaron y ya mostraron que fracasan. Fracasan en generar confianza, fracasan en mejorar las estadísticas económicas, fracasan en tratar de dar seguridad para que todos podamos estar en una sociedad donde sepamos cuál es nuestro rol y las reglas con las cuales tenemos que vivir. Fallan. Es la realidad.

Mencionaste el déficit fiscal. ¿Ves mayor consenso para eliminarlo? Los cuatro principales candidatos parecieran coincidir en eso…

Depende quién gobierne. Yo no le tengo confianza a ninguno que no sea Javier Milei porque todos los espacios políticos han demostrado que han hecho del déficit fiscal un negocio. Ya sea por cierto nivel de clientelismo político en el electorado o porque no saben decirle a la gente la verdad de la gravedad de la situación que vivimos. Desde 1901 hasta hoy tuvimos 112 años de déficit fiscal. Tuvimos muchas crisis de shock: la de 1975, 1981, crisis en 1989, en el 2001… Y mirá cómo estamos hoy volviendo a discutir las mismas cosas. Mismas recetas, mismos resultados.

Creés que es solo un enunciado con fines electorales.

Sí, porque cuando fueron gobiernos no achicaron al Estado. El ajuste que ellos proponen para acortar el déficit fiscal -no llevarlo a cero, sino acortarlo- pesa sobre la clase media trabajadora. Eso es lo que hay que cortar. En la propuesta de Milei lo que se propone es un recorte del Estado de entrada, menos de la mitad de los

Ministerios, llevar a cero el gasto del Estado que no se puede tolerar. Lo que nosotros denominamos casta o privilegios de la élite gobernante. Revisar en qué gastan y volver a un espíritu de ministros empoderados que puedan tomar decisiones, pero que también sepan que sus partidas van a ser más chicas.

Otra de las partes que creemos que va a generar una importante baja en el déficit fiscal es que queremos terminar con la obra pública. No con las tareas de infraestructura para que la gente viva mejor, sino con estas tareas de obra pública que llevan vergonzosamente a candidatos a inaugurar el uso de una canilla, como hemos visto en Chaco. La obra pública en manos del gobierno es la puerta para la corrupción y el robo. Queremos es que de eso se hagan cargo los privados.

¿Cuánto representan esos recortes en términos del PBI?

¿Sabés qué pasa? Es engañoso. Porque tenés tres formas o ventanas para mentirle a la gente con la administración de ese dinero. Tenés la esfera de índole nacional, la esfera de índole provincial y la municipal. Son tres ventanas que administran cajas de los impuestos que vos pagás todos los días.

Del otro lado, cuando ellos se ejecutan y licitan, no podemos saber a ciencia cierta el verdadero costo porque después empiezan a indexarse, por la toxicidad de nuestra economía, algunas obras por inflación. No te olvides que con los argumentos de que tenemos una inflación alta y que muchos de los costos de la obra están vinculados al dólar, se han paralizado muchas obras y cuando se retoman se tienen que recalcular los presupuestos. Ahí hay un pase de manos que es muy difícil de calcular, al menos hasta que uno no abre la puerta de la gestión. Otra cosa que queremos medir son las transferencias discrecionales a las provincias.

Lindo tema…

A veces los aportes del Tesoro Nacional se esconden con obras o con situaciones de tragedias. Hay muchas formas de hacerle trampa al presupuesto para que no quede registrado a ciencia cierta de cuánto dinero hablamos. Todo eso cuando nosotros lleguemos a la gestión se corta. Lo primero que se corta es la transferencia discrecional a las provincias. Pero la realidad es que hoy no tenemos los números.

¿Cuál es hoy la principal urgencia de la Argentina?

La inflación es una urgencia de todos los argentinos. Y es también la llave para destrabar el tema que más nos preocupa a nosotros, que es el nivel de pobreza. Hay muchas formas de mirarlo, nosotros nos enfocamos en la pobreza que está condenada a ser estructural, que es la pobreza en niños. Más de la mitad de los niños tienen problemas para llegar a la calidad de alimentos y de vida necesaria para no ser considerados pobres/indigentes, ahí es donde nosotros tenemos un gran problema.

¿Cómo se resuelve?

Entendiendo que la llave para mejorar su situación personal es sanear la economía de todas las falencias estructurales. Por eso hablamos tanto de economía.