Los millones de dólares detrás del Argentina Open 2024 y cuánto podría ganar Alcaraz

En una entrevista con Bloomberg Línea, el socio y director ejecutivo de Tennium, Martín Hughes, se refirió al objetivo de lograr el ascenso del torneo desde ATP 250 a ATP 500

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Buenos Aires — La joven estrella del tenis mundial, Carlos Alcaraz, acumula en su corta carrera premios por más de US$27 millones, y ahora el español de 20 años aspira a sumar otros US$800.000 en el marco del Argentina Open 2024. El premio que se llevaría el actual campeón y favorito de este torneo ATP 250, quien avanzó anoche a los cuartos de final, no es menor si se lo compara con los US$1,26 millones que otorgó el Masters de Miami en 2023.

Pero para seguir atrayendo a estrellas como Alcaraz, el único jugador top-10 del ranking mundial en participar del Argentina Open este año, Tennium, la empresa que organiza el torneo, está apuntando a lograr el ascenso del mismo a la categoría de ATP 500.

La compañía lleva invertidos unos US$1,25 millones en infraestructura en el Buenos Aires Lawn Tennis Club, donde se organiza el certamen, lo que acerca al Argentina Open a esa nueva categoría, dijo el director ejecutivo de Tennium a Bloomberg Línea.

Es lo que queremos y es una charla que está permanentemente. Vemos que ATP ha venido este año y ha anotado los tremendos cambios y la inversión que se hizo”, afirmó el uruguayo y también presidente de la Asociación Uruguaya de Tenis.

La siguiente conversación fue editada por motivos de extensión y claridad.

¿Cuánto llevan invertido en el torneo para ponerlo en valor desde que lo tomaron en 2017?

Martín Hughes: El torneo cada año cuesta unos tres millones de dólares. Por siete años, son US$21 millones. En infraestructura para ir mejorando, este año hicimos una obra de US$1 millón, el año pasado invertimos US$100.000 dólares, el 2022 invertimos US$150.000.

¿Cómo ha evolucionado la rentabilidad del torneo desde que lo tomaron? ¿Tuvo altibajos?

Como cualquier negocio tiene altibajos. Lo hemos ido haciendo crecer, en marcas que nos apoyan, en tickets y lo hemos ido creciendo en la parte de hospitalidad, desde el punto de vista de ventas. También es cierto que lo hemos ido creciendo en la inversión que tiene el torneo, porque este es el segundo año, por ejemplo, que viene Carlos Alcaraz. Es una inversión tremenda para este torneo. ¿Vendimos más? Sí, vendimos mucho más, pero la verdad que gastamos mucho más también. Alcaraz nos confirmó su venida el 15 de enero. Las posibilidades de vender más marcas o más cosas entre el 15 de enero y el 10 de febrero fueron nulas. Pero es un torneo que ha ido creciendo, lo mires por donde lo mires. En cantidad de público, en audiencia de televisión, en ventas de entradas, en facturación, en todo. Lo hemos ido construyendo y modernizando, tal como fue nuestro plan.

¿Hubo una mejora en la rentabilidad este año en comparación al 2023?

No lo sé todavía, porque nos quedan cuatro días de entradas que pueden marcar la diferencia para un lado o para el otro, en venta de entradas. Es una respuesta que es casi imposible de adelantar. El año pasado cuando hicimos este torneo el dólar estaba a ARS$240 y hoy el dólar está a ARS$1.100. Entonces, por ahí en pesos sí, y por ahí en dólares no.

El precio de las entradas subió fuertemente si los medimos en dólares. ¿Eso fue por algún motivo en particular?

Sí, porque nosotros invertimos en este torneo en dólares. Los premios se pagan en dólares. Pagamos prácticamente US$800.000 en premios y los tengo que pagar en dólares. Así que eso es uno. Y después se invierte arriba de un millón de dólares en jugadores para que el torneo sea un buen torneo, y a esos jugadores también se les paga en dólares. Les da igual si es blue, oficial, Coldplay o lo que tú quieras, ellos quieren dólares. Entonces, si tenés asumidos esos compromisos en dólares, ¿Cómo hago para cumplir con esos compromisos? Yo lo único que vendo acá al final son entradas, bueno, te tengo que subir el precio de la entrada, es compartir el dolor. A nosotros nos pegó la ganancia en dólares, pero también le tengo que tratar de decir al consumidor, mirá, que lo que tú venís a ver lo voy a pagar en dólares. La opción era, o empezamos a vender entradas en dólares, y ahí estamos todos tranquilos … pero no se puede en Argentina.

¿Y cómo se explican la confirmación por segundo año consecutivo de Alcaraz, teniendo en cuenta que es un torneo que no ha tenido tantos jugadores top-10 en los últimos 10 años?

No estoy de acuerdo con la parte de los jugadores top-10, porque han venido jugadores top-10. Tal vez no han venido top-5. Pero bueno, Alcaraz es un jugador de polvo de ladrillo, es joven. Él en su plan anual incluye la participación en un número reducido de ATP 250s y dentro de los que le resultan atractivos por su calendario, está Buenos Aires. Después de acá también juega en Río de Janeiro, donde tiene un contrato que cumplir, y le queda cerca. Y tercero, porque es un negocio entre él y nosotros, también. Sabe con la pasión que se vive acá, que es muy parecido a lo que ve en España, cómo se vive en tenis allí, y se siente cómodo en la ciudad. El torneo lo trató bien como para poder repetir, entonces es una serie de cosas que se alinearon.

Ayer se lo vio contento en La Bombonera. ¿Creés que volverá el año que viene?

Esa pregunta vamos a tener que hacerla después, pero él incluye dentro de su calendario algunos ATP 250s y hasta ahora todo indica que este es uno de los que él elige. Se siente muy cómodo, está muy contento en Argentina, le gusta el público, le gusta la cancha, el estadio, el clima, la comida, y vamos a hacer todo el esfuerzo posible.

Pusieron mucho empeño en pedir el upgrade para ser un torneo ATP 500. ¿Por qué no se dio, y qué hace falta para poder lograrlo eventualmente?

La prioridad del ATP en este caso fue limpiar el calendario anual. Ellos quieren reducir la cantidad de torneos que tienen en el verano del hemisferio norte. Entonces priorizaron a cualquier empresa que unificara dos torneos. Si nosotros hubiéramos tenido dos ATP 250 para juntar y eliminar uno, hubiésemos estado muy bien posicionados. Y fue un poco lo que pasó, Dallas se juntó con Atlanta, Doha se juntó con Newport, y se tuvieron que hacer negocios muy, muy rápidamente. Fueron compras y ventas de torneos y licencias que se fueron aprobando muy rápido. También apareció el músculo económico del mundo árabe, que es muy fuerte, y que nos hizo perder algo de competitividad. Porque si tu vas a medir el resultado del torneo por rentabilidad, y te dan un cheque ilimitado, comprás cualquier torneo y lo hacés 500 al final.

Y, ¿ven alguna posibilidad de buscar inversores y unificar el ATP de Córdoba con el de Buenos Aires, por ejemplo?

Es un buen ejemplo. Córdoba se presentó con Santiago de Chile, que tiene el mismo dueño. Se presentaron para unificarse. Después no ganaron porque capaz la oferta económica que hicieron fue baja, etc. Si Córdoba nos hubiera vendido el torneo a nosotros… Pero no nos lo quisieron vender. No es una cuestión de plata, nosotros ya la levantamos. El inversor no es un problema para nosotros. Al final terminamos haciendo una propuesta muy fuerte, muy fuerte en plata. La capacidad estaba, el mercado estaba, por ese lado estábamos bien. Lo que nos faltó fue tener rápido el otro torneo para unificar. Ahora lo que falta es que se abra otra vez una puerta de upgrades y nuevamente seremos uno de los candidatos fuertes. Sé que lo fuimos, sé que fuimos uno de los finalistas.

Acaban de renovar el contrato en Buenos Aires por 10 años. ¿Ven factible ese upgrade en los próximos 10 años?

Sí, sí, es lo que queremos y es una charla que está permanentemente. Vemos que ATP ha venido este año y ha anotado los tremendos cambios y la inversión que se hizo. Era parte de su preocupación, que si por las dificultades que había en el club (Buenos Aires Lawn Tennis Club) estábamos listos para hacer un ATP 500. Vinieron de vuelta y dijeron: La verdad, es que es el día y la noche. Les dijimos que sí, que nos quedamos a mitad de camino de hacer los cambios para ser un 500, pero no lo somos. Entonces, están muy contentos. Sobre la viabilidad, sí. No está en nuestras manos, pero me parece que sí, mi corazonada es que, tarde o temprano, esto va a pasar. Pensamos que iba a pasar el año pasado, sinceramente yo estaba muy convencido.

¿Cómo ves las perspectivas para el negocio yendo para adelante, con este nuevo clima de desregulación, de salir de los controles cambiarios, etc.?

Súper positivo. Siempre fuimos positivos y el torneo es un árbol que está muy bien plantado acá. Yo viajo y no veo públicos como el argentino, ni el talento que hay en Argentina. Es impresionante cómo funciona todo eso en este país.Sí, hay años que ganás un poco menos, que no es fácil poder retirar el capital, todo ese tipo de cosas. Siempre hemos tenido diálogo con los Gobiernos [de la Nación y de la Ciudad] para que nos apoyen. Obviamente este no es el año para que nos apoyen [desde Nación]. No nos pudo apoyar, pero no pasa nada. El año que viene cuando se pueda poner apoyo al torneo lo harán. Creemos que el mercado va a crecer. El Title Sponsor, IEB+ (Invertir en Bolsa), fue fundamental este año. Hacía seis años que no lo teníamos y apareció el año pasado. Entonces, en medio de la crisis argentina se consigue un Title Sponsor que encuentra el valor de estar en el torneo. Y para adelante hay que seguir modernizándolo, entregándole más entretenimiento al público, que será mi foco para los años que vienen. Alcaraz te pone la barra muy alta, pero al final no es la única manera de tener buen tenis acá. Hay otra gente también. Somos optimistas para el futuro. Siempre se necesita un poco de apoyo del país, que este año no pudo usar, pero lo entendemos.

¿Qué lectura hacés del presupuesto de los sponsors este año, en relación al año pasado? ¿Más limitado?

Igual. Perfecto. No ha caído eso. Nuevamente, la negociación lío porque acordás un monto de dólares, pero después el dólar cambió y tenés que volver a renegociarlo todo, pero tenemos una mayor cantidad de marcas que quisieron estar con nosotros, porque el torneo está operando en otro nivel. Todas las marcas realmente se interesan ahora. Entienden el beneficio, la recordación de marca distinta, la fidelidad con clientes que pueden invitar, el entretenimiento que estamos dando. Llegó un momento que tuvimos que empezar a decir que no. Ninguno pidió pagar menos porque estaba en crisis. Y yo menos no, porque el presupuesto del torneo no me bajó, me subió.

El Gobierno Nacional suspendió la inyección, pero el de la Ciudad de Buenos Aires no, ¿es correcto?

Correcto. Claro. La verdad es que lo de la Ciudad es muy poquito, pero nos apoya de otra manera, nos da espacios, nos consigue los permisos, gente transporte. Nos apoyan por otros lados.