Buenos Aires — El Gobierno argentino se ilusionaba con que la cosecha 2023/2024 fuese récord para el país y que aportase una cantidad de dólares suficiente como para ser punta de lanza de la recuperación: sin embargo, cada vez más analistas descartan la posibilidad de una campaña histórica y, para colmo, los precios están por debajo del promedio de los últimos años.
“Las estimaciones previas para la exportación de soja, cuando se inició la campaña 2023/2024, estaban por encima de los US$22.000 millones, pero al día de hoy, con la de caída de precios y las menores proyecciones de producción, bajaron cerca de US$5.000 millones respecto de ese número”, explicó Paulina Lescano, analista del mercado de granos.
El efecto precio
Ya de por sí, si se toma en cuenta solo el factor precio, este efecto redujo la proyección de exportaciones de harina de soja en US$3.290 millones, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
“Con previsiones preliminares de exportar más de 27 millones de toneladas de harina de soja en la venidera campaña 2023/24, las proyecciones ya sienten el impacto del recorte de precios”, detalla el documento. Y añade: “A los valores vigentes al inicio de la siembra, la proyección de exportaciones de harina de soja superaba los US$14.560 millones. No obstante, si tomáramos los precios actuales de exportación la harina de soja exportada podría estimarse en US$11.270 millones”.
Para tomar noción de lo que implica la caída de precios, el jefe de research de Romano Group, Salvador Vitelli, consignó en redes sociales que el precio promedio de la soja desde febrero de 1990 en adelante fue de US$480, mientras que hoy está por debajo de los US$430. Hoy, el precio de la soja está un 23% por detrás de lo que se observaba hace exactamente un año.
El informe de la Bolsa de Comercio de Rosario señala que hay cinco factores que golpean al precio internacional de la soja:
- Expectativa por una mayor producción en Argentina, que en 2023 había estado fuertemente afectada por la sequía. “Mientras avanza la cosecha brasileña de soja, grandes importadores de harina de soja miran con atención la evolución productiva de la República Argentina. A la espera de la definición de rindes en el período crítico de los cultivos en nuestro país, muchos importadores especulan postergando compras, lo que colabora en debilitar los precios”, sostiene el estudio.
- El marcado ascenso de Estados Unidos en el crush de soja. Señala BCR que octubre, noviembre y diciembre del 2023 fueron individualmente los tres meses de mayor procesamiento de soja en la historia de los Estados Unidos. El uso creciente de aceite de soja para producir biodiesel y aceite vegetal hidrotratado (HVO) en los Estados Unidos viene apuntalando la molienda de soja en el país norteamericano
- Incentivos a la molienda de soja en Brasil. Según el informe, Brasil aspira a romper su récord histórico de crush de soja en esta campaña, consolidando una tendencia al alza de más de dos décadas.
- China espera recortar demanda en el mediano plazo. El año pasado el Ministerio de Agricultura chino anunció un plan para reducir la ratio de harina de soja que se utiliza en alimentación animal. De representar el 14,5% del forraje total en 2022, el porcentaje de harina de soja en alimentación animal bajó al 13% en 2023 y espera continuar su tendencia descendente.
- Los fondos recortan posiciones en commodities. A medida que las tasas de referencia de la Fed subían a un ritmo récord y se ubicaban en los niveles más altos en 24 años, el incentivo a invertir en commodities fue encontrando un costo de oportunidad más alto. De esta manera, los grandes fondos de inversión fueron recortando su posicionamiento neto en soja en un saldo cada vez menos comprador. No conforme con ello, desde el inicio del año se ubican en un posicionamiento netamente vendedor. BCR reseña: “De esta manera, a fines de enero nos encontramos en la posición neta más vendedora desde diciembre de 2019. Más aún, el posicionamiento neto actual es el más vendido que se haya registrado para esta altura del año (al menos desde 2007, que inicia la serie)”.
Las cantidades de soja no serán récord
Luego de semanas muy calurosas, que encendieron las alarmas, la zona núcleo de la soja argentina vio con alivio las lluvias de los últimos días. Por ello, parece difícil alcanzar la producción récord este año.
Paulina Lescano explicó que, previo a las olas de calor, se especuló con una producción de soja de 52 millones de toneladas para la campaña 2023/2024, mientras que en el caso del maíz se proyectaban 59 millones de toneladas. “Hoy, si es que el clima sigue siendo beneficioso, podemos esperar 48 millones de toneladas para la soja y en el caso del maíz podemos pensar en un piso de 50 o 52 millones de toneladas”.
Para tomar dimensión, el récord para la soja corresponde a la campaña 2014-2015, en la que la producción estuvo por encima de las 61 millones de toneladas. En el caso del maíz, todavía se puede conseguir una cosecha histórica, teniendo en cuenta que los números más altos se observaron en 2018/2019, cuando se llegó a los 55 millones de toneladas.
“En lo que hace a volumen, es cierto que la soja argentina se encuentra con lotes de suelos regulares a malos con estrés y perdiendo rinde en un momento crítico para el cultivo. No obstante, a la espera de definición de rendimientos, las perspectivas de producción persisten por encima del desastre productivo que se vivió en la campaña pasada”, sostuvo la Bolsa de Comercio de Rosario.