Buenos Aires — El Bank of America (BofA) ratificó en la última semana su postura alcista y de sobreponderación (overweight) respecto a los bonos soberanos argentinos, recomendando una serie de títulos con un alto potencial de revalorización. A pesar del complejo panorama económico del país, donde anticipa que el PIB caería por 3,8% este año, la entidad financiera ve oportunidades significativas para los inversores con estómagos para el riesgo.
Estas oportunidades, según el BofA, se encuentran impulsadas por factores como la posibles dificultades para sancionar leyes en el Congreso, la necesidad de un enfoque fiscal más riguroso, y el desenlace de la renegociación de un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
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Entre las recomendaciones del BofA, se destaca su preferencia por los bonos soberanos denominados en dólares y de ley neoyorquina de la Argentina. La entidad ha adoptado una postura de sobreponderación, lo que implica que considera que estos títulos ofrecen un rendimiento ajustado al riesgo superior al promedio del mercado.
Esta estrategia se basa en una serie de catalizadores positivos que, según el banco, podrían impulsar el valor de los bonos en los próximos meses. Entre ellos, enfatizó el trabajo del ministro de Economía, Luis Caputo, para alcanzar el equilibrio fiscal, a la vez que anticipó un rebote del 3,0% para la actividad económica en 2025.
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Uno de los bonos más destacados en la cartera recomendada por el BofA es el GD38, con una entrada estratégica realizada el 6 de junio de 2024 a un precio de US$44. El banco estableció un objetivo de US$56, indicando que el riesgo-recompensa se ha vuelto asimétrico, con una mayor probabilidad de catalizadores positivos en el futuro cercano.
Estos catalizadores incluyen la aprobación definitiva de la Ley Bases y el Paquete Fiscal por el Congreso, que podrían reforzar la sostenibilidad del ajuste fiscal en Argentina, y posibles nuevos desembolsos o acuerdos con el FMI.
Otro bono que recibe la atención del BofA es el GD46, que el banco ha seleccionado sobre el GD35 en una estrategia de inversión relativa en renta fija. Con una entrada en noviembre de 2024 a un precio de US$2,2 en relación al GD35 y un objetivo de US$6, el BofA ve en el GD46 una opción de menor costo para aquellos inversores interesados en la capacidad de Argentina de cumplir con sus pagos a largo plazo.
Cierre de operaciones y rendimiento pasado
El BofA también ha cerrado recientemente una posición en el bono GD35, la cual fue abierta el 17 de julio y cerrada el 9 de abril, generando una ganancia considerable. El bono fue adquirido a un precio de US$29,8 y vendido a US$46,1, lo que refleja el potencial de ganancias que el banco ha logrado identificar en los bonos argentinos, a pesar de los riesgos asociados.
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Proyecciones económicas de BofA para Argentina
El BofA proyectó el siguiente panorama económico para la Argentina en 2024 y 2025:
- PIB: Contracción del 3,8% en 2024, crecimiento del 3,0% en 2025.
- Inflación: 131,1% en 2024, 45,2% en 2025.
- Tasa de referencia: 40% en 2024, 30% en 2025.
- Balance fiscal: Déficit del 1,4% del PIB tanto en 2024 como en 2025.
- Cuenta corriente: Superávit del 0,2% en 2024, déficit del 0,3% en 2025.
- Tipo de cambio: ARS$1.200 para Q4 2024, ARS$1.850 para Q4 2025.
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Panorama económico y riesgos asociados
A pesar de las oportunidades identificadas, el Bank of America no ignora los riesgos significativos que enfrenta Argentina. Entre los factores que podrían limitar el rendimiento de los bonos se encuentran:
- Apreciación del tipo de cambio real.
- Posibilidad de que las medidas fiscales se diluyan en el proceso legislativo.
- Erosión de la popularidad del presidente debido a los desafíos económicos.
- Protestas sociales que podrían desestabilizar la situación política.
Además, las negociaciones con el FMI presentan un doble filo: mientras que un acuerdo exitoso podría resultar en nuevos desembolsos y el aumento de las reservas internacionales, cualquier retraso o complicación en estas negociaciones podría agravar la ya frágil situación económica del país.
El Bank of America mantiene una visión cautelosamente optimista sobre los bonos argentinos, subrayando las oportunidades de rentabilidad para los inversores dispuestos a asumir los riesgos inherentes a la volátil economía argentina.
Las recomendaciones del banco reflejan una estrategia bien calculada, que busca capitalizar en catalizadores específicos como la aprobación de medidas fiscales y las negociaciones con el FMI. No obstante, la entidad advierte sobre los numerosos desafíos que podrían afectar negativamente a estos activos, subrayando la importancia de un enfoque de inversión informado y vigilante.