Bloomberg — Los acreedores de la provincia argentina de La Rioja recurrieron a asesores antes de las posibles conversaciones sobre la deuda, mientras discuten con las autoridades el pago de más de US$16 millones en bonos.
Los tenedores de los bonos con vencimiento en 2028 contrataron a Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan, LLP como asesores y solicitaron a La Rioja que cumpla con su obligación antes de la próxima semana, según un comunicado de un comité de acreedores. Una contrapropuesta presentada por la provincia ya fue rechazada, dijo un portavoz del comité, sin dar más detalles.
El 24 de febrero, la provincia, con problemas de liquidez, dejó de pagar US$15,9 millones del principal de los bonos. A finales de marzo pagó US$10,4 millones en intereses, aunque el fideicomisario de los bonos retuvo US$500.000. Los acreedores reclaman los saldos de cada uno de ellos.
Un portavoz del gobernador de La Rioja. Ricardo Quintela, no respondió a una petición de comentarios. BNY Mellon, el fideicomisario, declinó hacer comentarios.
Enclavada en el noroeste de Argentina y con unos 385.000 habitantes, La Rioja es una de las provincias que se han visto afectadas por los recortes del presidente argentino Javier Milei en la ayuda federal a los gobiernos estatales como parte de un proceso de “terapia de shock” que considera necesario para volver a encarrilar la economía tras décadas de mala gestión.
Sus políticas han desatado el dolor económico al devaluar el peso, anunciar planes para suprimir 70.000 empleos estatales y acabar con los controles de precios. El gobernador de La Rioja ha culpado al plan de austeridad de Milei de obligarle a congelar los sueldos de los funcionarios.
La economía del país se contraerá un 3,5% en 2024, según la encuesta mensual del Banco Central publicada el lunes.
“En lo que respecta a las provincias, algunas están mejor equipadas que otras para capear el descenso de las transferencias del Gobierno central, tanto discrecionales como de fondos asignados a obras públicas”, dijo Ramiro Blazquez, jefe de investigación de BancTrust & Co.
La falta de claridad sobre los flujos de dinero ha mermado la reputación de los bonos provinciales como una especie de refugio para los gestores de dinero que quieren invertir en el país evitando el riesgo de cargar con una deuda soberana que se ha visto empañada por innumerables impagos.
En gran medida, no han aprovechado el enorme repunte de la deuda argentina desde que Milei asumió el cargo en diciembre. Los bonos de La Rioja con vencimiento en 2028 cayeron unos 4 céntimos para negociarse a 54 céntimos por dólar durante ese periodo, según los precios indicativos recopilados por Bloomberg. Los bonos soberanos con vencimiento en 2030, por su parte, se han disparado más de 19 céntimos durante ese periodo.
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