La economía argentina atraviesa una fuerte recesión. La misma pudo observarse con claridad en el último Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), que arrojó para marzo una caída interanual de 8,4%. Sin embargo, algunos indicadores surgidos de mediciones privadas parecieran indicar atisbos de recuperación a partir de abril.
“En nuestro semáforo de actividad económica se prendieron algunas luces verdes para la industria y la construcción”, advierte un informe del a consultora Econviews, que conduce Miguel Kiguel. El documento subraya que la industria podría, al menos, desacelerar su caída.
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“La producción de acero crudo repuntó un 44%, después de un marzo complicado entre el cierre de plantas de Acindar y conflictos sindicales. La producción de autos también cambió de tendencia, con una suba mensual del 13,8%. Las desestacionalizaciones con el feriado XL ponen un manto de dudas sobre los números, pero la dirección parece ser positiva”, resume Econviews.
En lo que refiere a la construcción, la consultora de Kiguel menciona que la producción de cemento repuntó un 9,2% mensual luego de cinco meses de caídas. El informe fiscal muestra que la obra pública nacional también se empezó a mover. “Además, los despachos de las empresas del Grupo Construya registraron un incremento del 4,5% con relación a marzo”, agrega.
Otros signos positivos son: “Mejoró la producción láctea (+9,8%) y de harina (+4,9%). Aumentaron un 7,9% las escrituras en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La confianza del consumidor aumentó 1,3%”.
No obstante, el informe de Econviews admite que “tira para atrás” el dato de préstamos al sector privado, con una variación de -1.2%.
“Con estos números a favor, esperamos que en abril la economía por lo menos deje de caer”, concluyen los analistas.
Brotes verdes
Los analistas del bróker Facimex Valores indicaron que las primeras estimaciones privadas de actividad sugieren que la economía estuvo cerca de hacer piso en abril y hablaron de “primeros brotes verdes”.
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En concreto, destaca un informe de esta firma, el Índice General de Actividad (IGA) que lleva a cabo consultora Orlando J. Ferreres (OJF) midió una expansión del 1,1% mensual sin estacionalidad, tras una caída del 1,9% en marzo.
“La mejora en el margen está alineada con las señales de la mayoría de indicadores sectoriales”, sostuvieron desde Facimex Valores y mencionaron que el IGA-OJF midió una caída del 3,1% interanual, mostrando una fuerte desaceleración contra los meses previos (entre -5,2% y -5,8% en diciembre-febrero y -10,6% en marzo). De esta forma, la economía acumuló una caída del 6,3% interanual en el primer cuatrimestre.
“Esperamos que la economía haga piso en el segundo trimestre de 2024; mantenemos proyección de Producto Bruto Interno (PBI) en -1,5% para el 2024 (-3,5% sin agro), con riesgo a la baja”, escribieron los analistas de Facimex Valores. Además, consignaron que, entre abril y junio, impactará positivamente la reversión de la sequía y cierta recomposición del salario real inducida por la desaceleración inflacionaria reciente.
De cara al 2024, el arrastre estadístico del IGA-OJF quedó en -5,1%, algo superior al arrastre del EMAE, de -4,6% con datos hasta marzo.
Un dato negativo para la industria
En las últimas horas apareció un dato que podría matizar cierto optimismo mencionado en los párrafos precedentes y tiene que ver con el Índice de Producción Industrial de la consultora FIEL, que arrojó un retroceso mensual desestacionalizado del 2,5% en abril.
A modo de análisis general, FIEL detalló: “La industria registró en abril una marcada caída en la comparación interanual, en promedio similar a la de marzo. En algunas ramas puntales, el retroceso interanual registrado en el mes resultó menor al observado el mes previo, al tiempo que datos de ventas de abril en sectores como la construcción, maquinaria agrícola o industria automotriz, mostraron un impasse en la caída. Con alguna probabilidad el retroceso de la actividad industrial haya alcanzado los mayores registros entre marzo y abril, aunque mayo ha anticipado desafíos en materia climática –cortes de gas- o nuevos obstáculos abastecimiento de autopartes desde Brasil-. No obstante, el escenario no permite anticipar una acelerada salida hacia la recuperación de la industria en el corto plazo”.
