Buenos Aires — La caída del riesgo país, las restricciones cambiarias y el blanqueo de capitales se alinearon para que en los últimos meses se produzca un fuerte incremento de colocaciones de bonos corporativos en dólares, que fue principalmente aprovechado por las empresas petroleras: tres de cuatro dólares fueron absorbidos por el sector energético.
Entre agosto y octubre se concentraron la mitad de las colocaciones, según un informe de la consultora Econviews, de Miguel Kiguel. En promedio, las empresas se endeudan al 7% en dólares, mientras que los soberanos largos rinden al 14%.
Al clasificar las obligaciones negociables en dólares emitidas en 2024 según el sector de la empresa, el informe revela que tres de cada cuatro dólares fueron al sector energético, por un total de US$5.000 millones: “Dentro de esto, US$4.000 millones son en petróleo y gas y el restante se divide entre centrales térmicas, transporte y distribución de gas y electricidad y una fracción en renovables”.
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“Estos números superan el boom de inversión en Vaca Muerta de 2015-17, cuando se colocaban US$2.500 millones por año en promedio”, señala el informe de Kiguel.
Bloomberg Línea entrevistó al CEO de una productora de petróleo, al CEO de una transportista de petróleo y al COO de Banco Supervielle, respecto a las herramientas utilizadas por las compañías para financiar las inversiones.
El financiamiento de un proyecto clave
Oldelval es una empresa argentina que opera oleoductos y cuyos accionistas son las principales operadoras de Vaca Muerta. La compañía lleva adelante la ampliación del caño que transporta petróleo desde Neuquén a Bahía Blanca, en un proyecto (Duplicar Plus) que está completo en un 70%.
El caño ya pasó de transportar desde los 200 mil barriles día originales a 300 mil y alcanzará los 530 mil en marzo, según explicó Ricardo Hösel, CEO de Oldelval, a Bloomberg Línea. Está en planificación la ampliación del oleoducto Vaca Muerta Norte, que conecta a Allen con Puerto Hernández. Ambas obras son clave para aumentar la capacidad de exportación del crudo producido en el país. Según el ejecutivo, del Duplicar Plus, 300 mil barriles diarios (de los 530 mil) podrán ser exportados, que a precio de hoy implican entre US$6.000 millones y US$8.000 millones al año.
Duplicar Plus implicó una inversión de US$1.300 millones de los cuales el 80% se financió con prepago de los clientes y el 20% con el mercado de capitales con obligaciones negociables atados al dólar. De acá en adelante, para futuras inversiones, Hösel ve “un contexto de tasas bajas” y proyecta volver a salir el mercado en 2025 para continuar con las inversiones.
Para continuar con estos proyectos, Hösel considera que es clave la certidumbre. “Para invertir US$1.300 millones que se recuperan en diez años se necesita previsibilidad. Estamos llegando a un punto en que las inversiones son cada vez más grandes, cada vez más importantes. En la medida que haya previsibilidad, reglas claras, sumado al RIGI, Vaca Muerta va a seguir creciendo”, dijo.
La mirada de una productora
Diego Trabucco es CEO de Aconcagua, una empresa integrada que participa del negocio petrolero, de la energía eléctrica y de servicios para el sector. Es una compañía que se expandió en los últimos años y cuenta con trece concesiones petroleras, en Mendoza y Río Negro, principalmente convencional. En el segundo trimestre del año la producción alcanzó los 13 mil barriles diarios de petróleo equivalente (68% crudo y 32% gas). En todas estas concesiones operan con servicios propios; el portfolio se completa con 600 megawatts de potencia instalada energía eléctrica (una central térmica y una represa hidroeléctrica).
Este año recibió la autorización de la CNV para ampliar su programa de Obligaciones Negociables en el mercado local por US$500 millones, de los cuales ya colocó cerca de US$200 millones. La última emisión fue el pasado 28 de octubre, por US$48,7 millones, a una tasa del 9% con vencimiento en cuatro años. “Entendemos que es una tasa atractiva, porque lo que buscábamos era plazo, porque hay que entender que la industria es de capital intensivo y necesita plazos para poder financiar”, dijo Trabucco.
Aconcagua proyecta un EBITDA de US$60 millones este año con un apalancamiento neto por debajo del 3x (2,8x en el segundo trimestre).
Según explicó el ejecutivo, la empresa tiene un CAPEX anual en el orden de los US$100 millones que deberá ser mayor cuando avancen los proyectos no convencional en la zona mendocina de Vaca Muerta, al sur de la provincia.
La perspectiva de un banco
Silvio Margaria es COO y sub gerente general de Banco Supervielle. En diálogo con Bloomberg Línea, dijo que los préstamos al sistema financiero sobre el PBI están en el orden del 6% en Argentina, mientras que en otros países de la región (Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile) están en promedio del 40% del crédito sobre el PBI. “Argentina en la industria financiera tiene un upside de por lo menos 10 veces su tamaño”, agregó.
Para que eso suceda, según Margaria “se necesita que se siga consolidando el camino del ordenamiento de la macroeconomía en la Argentina, que tiene que ver con las medidas de tipo monetario para dominar la inflación”. “La salida al cepo también colaborará”.
Explicó también que el sistema está muy líquido en dólares, debido principalmente al blanqueo de capitales. Las tasas competitivas de la emisión de deuda corporativa se explica, según Magaria, “en que hay ahorro en dólares, que no hay aplicación y que claramente el mecanismo empieza a hacer sentido y ese mercado de capitales empieza a construirse”.
“Argentina necesita de un mercado de capitales mucho más robusto para poder tomar toda esta dimensión que tiene que generar el oil and gas y la minería, las dos industrias que están frenadas y que tienen que potenciarse en el país”, expresó.