Buenos Aires — La relación entre los industriales y el Gobierno de Javier Milei se tensó en medio de reclamos ante la apertura de importaciones y la baja de aranceles. Los empresarios del sector le piden a la Administración de La Libertad Avanza que reconozca el rol clave del rubro para la economía argentina y retome la senda del diálogo, y acentúa la importancia de que eso ocurra en un contexto de respeto.
Así lo indicó a Bloomberg Línea Martín Rapallini, presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA), quien se perfila como futuro titular de la Unión Industrial Argentina (UIA).
“Escuchamos ataques injustos al empresariado nacional. Somos los que generamos empleo, y pagamos impuestos, queremos respeto, como en los otros países. Aportamos el 30% de la recaudación y el sector es el motor del crecimiento digno del país”, argumentó el dueño de Cerámica Alberdi en su discurso durante la Conferencia Industrial realizada en la Ciudad de Buenos Aires.
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La consideración de Rapallini se dio en el marco de una jornada a la que no asistieron el presidente Milei ni el ministro de Economía, Luis Caputo. La tensión entre industriales y Gobierno quedó expuesta con suma nitidez el martes con un mensaje en redes sociales del diputado nacional José Luis Espert, quien acusó de “caraduras” a los empresarios industriales luego de haber vendido “cosas caras y de mala calidad durante décadas”. “Siempre les falta algo para competir”, deslizó.
El pedido de “respeto” de Rapallini fue bien recibido por los referentes del sector privado, que en los pasillos de la conferencia no solo avalaron lo expresado, sino que expusieron sus felicitaciones.
Por parte del Gobierno nacional solamente asistió el secretario coordinador de Producción de la Nación, Juan Pazo, quien anunció que se enviará al Congreso un proyecto de ley para la promoción de inversiones y empleo. Esa declaración moderó el malestar de los empresarios.
“La idea es que esta semana se presente en el Congreso”, señaló el funcionario nacional, quien anticipó que la iniciativa tiene seis capítulos que apuntan al fomento a las inversiones productivas para pequeñas, medianas y grandes empresas, beneficios impositivos y “un cambio drástico para el régimen laboral actual”.
En diálogo con Bloomberg Línea, Rapallini se refirió a esta tensión que sobrevoló la 30° Conferencia Industrial organizada por la UIA, así como también a los desafíos que atraviesa el sector y las perspectivas de cara a 2025. En ese contexto, dijo que la recesión atravesó a la industria en la primera parte del año pero marcó que en la segunda parte hubo una recuperación heterogénea de la actividad aunque recordó que “todavía estamos por debajo del año 2023″. Y mirando hacia adelante, dijo que industriales quieren competir pero advirtió que “tampoco queremos estar en inferioridad de condiciones”.
La siguiente entrevista ha sido editada con motivos de extensión y claridad.
¿Cuál es el balance la Conferencia Industrial?
Tuvimos una presencia récord de más de 1.000 participantes y casi toda de grandes empresarios y representantes de la industria a nivel nacional. En la conferencia se plantearon los temas más importantes que hacen a la agenda industrial, tuvimos un anuncio por parte del secretario industrial. Creo que es un balance positivo. Queda mucho para adelante para conversar con el Gobierno y trabajar sobre la agenda industrial.
¿La presencia de Pazo pudo compensar un poco de las ausencias del oficialismo?
Creo que es muy importante que haya venido con un anuncio. Pudimos también plantear nuestras dudas y preocupaciones para adelante en la industria.
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Dentro de los principales reclamos que se hicieron, ¿cuáles son los principales?
Lo principal que planteamos es que el sector industrial es mayormente transable, que competimos con el mundo, con otros países, con otras reglas de juego y lo que queremos es, frente a una integración y una apertura, que se nivele la cancha, es decir, poder tener las mismas condiciones de otro país porque nosotros queremos competir, pero tampoco queremos estar en inferioridad de condiciones.
¿Cómo están terminando el año y qué esperan para 2025?
Cuando uno analiza el 2024, hay que enmarcarlo en un año en el que hemos vivido un gran plan antiinflacionario y de orden macroeconómico, de déficit cero. Todo los planes antiinflacionarios tienen un componente recesivo y la industria no quedó exenta en la primera parte del año. En la segunda parte hubo una recuperación, pero todavía estamos por debajo del año 2023. Esa recuperación también ha sido muy heterogénea. Algunos sectores se han recuperado mucho mejor que otros.
La energía y el agro repuntan, pero otros sectores como la industria, el comercio y la construcción se mantienen en el terreno negativo
Quizás todo lo que está vinculado con consumo masivo es un poco más lento. Hay otros que dependen del crédito, como la venta de autos y algunos insumos, que se han recuperado más, mientras que lo relacionado con Vaca Muerta y Minería tienen un gran crecimiento. Otro sectores, como el textil y calzado ha costado más.
¿Qué expectativas tienen con el cepo?
En algún momento se tiene que regularizar. Igual, hoy prácticamente el comercio exterior, para nosotros, ha sido casi regularizado.
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