La Rioja — Apenas uno de cada cuatro locales comerciales relevados en la Avenida Rivadavia, que cruza el centro de la capital de La Rioja, acepta ‘Chachos’, la cuasimoneda que emitió el gobierno provincial para eludir las políticas de austeridad que implementó el presidente Javier Milei.
A principios de este mes, durante una recorrida por la provincia, este medio pudo comprobar que de 74 locales comerciales ubicados en la mencionada avenida, 56 no están adheridos al BOCADE (Bono de Cancelación de Deuda), la letra que emitió el gobierno provincial dos meses atrás, en paridad con el peso argentino. Popularmente conocidos como ‘Chachos’, estas cuasimonedas han sido entregadas por la provincia que gobierna Ricardo Quintela a empleados estatales para contrarrestar la caída del consumo en un contexto recesivo al que se suma una fuerte caída de las transferencias por parte del Estado Nacional.
El primer pago fue a mediados de agosto. El segundo se inicia este 20 de septiembre.
Los 18 locales comerciales restantes que recorrió Bloomberg Línea sí lo aceptan. El encargado de uno de ellos, dedicado a la venta de baterías para autos, incluso reveló que ofrece descuentos a quienes paguen con Chachos. “La gente está con algo más de plata y hay que aprovechar, yo los uso para pagar impuestos”, contó.
Aún así, la mayoría de los comercios visitados se mantienen escépticos. Y entre los motivos esgrimidos por los comerciantes riojanos aparecen la burocracia, dada la necesidad de tener que abrir una cuenta en el banco provincial, o incluso la justificación que no son aceptados por los proveedores. Otro argumento es la desconfianza respecto del rescate anticipado que ofrece este instrumento. Los comercios pueden cambiar los bonos por pesos argentinos y el Gobierno debe acreditar ese cambio a las 48 horas. Pero eso, señalan los comerciantes, ha funcionado con demoras.
El principal destino de los $50.000 chachos que recibieron los empleados estatales en agosto, y que volverán a recibir en septiembre, son los servicios e impuestos: las empresas de luz, agua e internet, son del estado provincial. El remanente suele ir a la compra de alimentos en supermercados, aunque la adhesión por parte de las cadenas aún no ha sido total.
Algo similar ocurre con la nafta. Tres estaciones de servicio que visitó este medio reflejan que no hay un patrón uniforme de aceptación o rechazo: mientras la de YPF no los aceptaba y la de Refinor sí, en una Shell solo los aceptaban para la carga de combustible, pero no así en el comercio.
En los comercios que lo aceptan, puede haber condiciones. Un kiosquero asegura que no recibe más de $100.000 chachos por semana. “¿Qué hago después con todo eso?”, se pregunta. Una práctica generalizada es no dar vuelto. El pago debe ser redondo: $1.000, $2.000, $5.000, $10.000, $20.000 o $50.000 (los billetes emitidos en esta serie A).
Emisión, canje y el futuro de los Chachos
La legislatura provincial aprobó la emisión de los chachos en enero, con un límite de $22.500 millones. En julio se lanzó la primera serie de 9 mil millones, de los cuales ya se han largado a la calle $4.048.000.000 y se espera una nueva tira de un monto similar para los próximos días.
Por el rescate anticipado que se les ofrece a los comercios, y según informó una fuente del Gobierno provincial a Bloomberg Línea, han retornado a las arcas provinciales poco más de la mitad de los chachos emitidos: $2.300.000.000.
Pero hacia adelante, los riojanos podrían encontrar incentivos para aceptar Chachos y canjearlos. Para ello, sin embargo, será crucial la confianza que tengan en que el gobierno de la provincia los canjeé manteniendo las condiciones pactadas: después del 31 de diciembre, los ciudadanos contarán con quince días para cambiar los Chachos por pesos, con la promesa del Gobierno provincial de que ese intercambió será con un rendimiento del 17%. La Ley 10.703, que reglamentó los Chachos, dice: “A fines de incentivar el ahorro, la Función Ejecutiva podrá establecer, mediante su reglamentación respectiva, un sistema de premios, intereses u otras modalidades a los tenedores de los Bonos”.
Esta promesa de retorno, por lo tanto, podría estimular la tenencia del papel hacia finales del año, si para entonces persiste la utilización de la cuasimoneda, una herramienta aplicada por catorce provincias entre el 2000 y el 2003, en plena crisis económica.
Esas cuasimonedas fueron rescatadas durante el 2023 por el Gobierno Nacional a través del Programa de Unificación Monetaria (PUM). Javier Milei ya anticipó que no saldrá al rescate de los Chachos, si fuese necesario. Ricardo Quintela le dijo a Bloomberg Línea que no hará falta ya que cuentan con el respaldo de la administración provincial.
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Impacto en la economía local
“Toda mejora de ventas es positiva para paliar la situación económica”, dijo Rodrigo Carrizo, presidente de la Cámara Empresarial Riojana a Bloomberg Línea. “Un poco el consumo seguramente lo va a reactivar. Al ser un extra sobre el salario, aquellas necesidades postergadas por razones económicas se van a solucionar”, dijo Juan Keulian, director del Centro Comercial de La Rioja.
Los números de consumo de agosto no son auspiciosos. Según los datos de la Cámara de Comercio y Servicios de La Rioja, el rubro alimentos y bebidas cayó el 17,42% respecto al mes anterior. En el informe, lo atribuyen a los sueldos bajos. La Rioja es la provincia de mayor peso de empleo público en la población ocupada, con el 44% y muy por encima del promedio nacional (19,6%). Registra, además, un salario formal por debajo de la media.
La confianza en este instrumento es clave. La ley establece también que los Chachos pueden comprender obligaciones salariales hasta un máximo del 30% de la remuneración líquida. Hasta ahora no ha sucedido y si sucede, podría generar ruido entre quienes lo reciben.
Otro de los riesgos que enfrenta el BOCADE es que “el pasamanos del billete acelere su circulación y que enfrente una pérdida de valor”, advierte Nicolás Casas, economista y docente universitario. También señala la desvalorización que puede sufrir el ‘Chacho’ si los comerciantes priorizan los pesos sobre el emergente billete.
“Los efectos monetarios negativos que se pueden desprender de una emisión excesiva de bonos locales pueden resultar en un mix entre la mayor inflación que produce la emisión de dinero y la desvalorización de los papeles que implica la emisión de títulos públicos por arriba de su demanda”, señaló en un informe Marcelo Capello, economista jefe de IERAL.
Los Chachos y la política
Este bono, que en su nombre y sus ilustraciones homenajea al caudillo Ángel Vicente “Chacho” Peñaloza, tiene un trasfondo político. El Gobierno provincial se encargó que los mismos billetes lo recuerden a través de un código QR: “Debido al no envío de los fondos que le corresponde a la provincia por parte del gobierno Nacional, la devaluación, el ajuste y la profunda crisis que están atravesando todas las provincias, el Gobierno de La Rioja decidió poner en circulación el BOCADE, un instrumento financiero que tendrá un valor 1 a 1 con relación al peso argentino y permitirá potenciar el circuito financiero local, reactivando la economía y el consumo”.
Ricardo Quintela es gobernador de La Rioja desde 2019. Fue reelecto en mayo de 2023 con el 50,3% de los votos, aventajando por casi 19 puntos porcentuales a su más inmediato perseguidor y por más de 35 puntos porcentuales a Martín Menem, por entonces candidato a gobernador por La Libertad Avanza y hoy presidente de la Cámara de Diputados. En el balotaje de las elecciones presidenciales de noviembre, el 53,7% de los riojanos votaron a Javier Milei y el 46,2% a Sergio Massa.
En la presentación al Congreso, el jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos, aseguró que la situación financiera que atraviesa la provincia no se debe al ajuste en los fondos transferidos, sino a los desmanejos por parte del gobierno provincial: “El problema de La Rioja no es la disminución de las transferencias presupuestarias, sino el manejo de sus cuentas públicas. A pesar de lo mencionado, la provincia cuenta con superávit financiero de ARS$30.827 millones al segundo trimestre del año 2024, siendo que en el mismo período del año 2023 y con mayor nivel de transferencias presupuestarias obtuvo un déficit de ARS$6.187 millones”.
Quintela aseguró en una entrevista a Bloomberg Línea que Milei eligió a La Rioja y a la provincia de Buenos Aires como sus principales enemigos. Y que no sólo la emisión del Chacho está vinculada a la falta de fondos, sino también el impago de la deuda con los bonistas internacionales, una deuda que se emitió en 2017 para financiar la expansión del Parque Eólico Arauco.
En 2022 la provincia vendió la mitad del parque a Pampa Energía por US$171 millones. Aún así, no utilizó esos fondos para el pago de la deuda sino que continuó con los planes de expansión (para los cuales emitió otro bono en 2023). Según Quintela, tenían previsto “la incorporación de la plata que nos debe la Nación, confiamos en que iba cumplir con lo que dice la Ley”.
