La inflación en Argentina se desaceleró a 11% de marzo, pero acumula 51,6% en el año

El Indec confirmó este viernes que los precios se desaceleraron por tercer mes consecutivo, aunque se mantuvieron en el rango de los dos dígitos

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Buenos Aires — La inflación en Argentina se desaceleró a 11% en marzo, pero acumula un alza de 51,6% en lo que va del año. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) informado este viernes por el Indec se ubicó así levemente por encima de lo que esperaba el equipo económico del Gobierno, aunque también por debajo de lo que esperaban analistas privados. Así, marcó la tercera desaceleración mensual consecutiva tras el fogonazo inflacionario posterior a la devaluación de diciembre.

Tras situarse en 25,5% en diciembre, 20,6% en enero y 13,2% en febrero, la inflación mensual en Argentina continúa alejándose de los picos recientes aunque la medición interanual trepó a 287,9%, un nuevo máximo desde marzo de 1991.

Del informe publicado por el Indec también se destaca que tras cuatro meses la inflación núcleo volvió a ubicarse en un dígito: registró un incremento de 9,4%. A nivel de las categorías, Regulados (18,1%) lideró el aumento seguida por Estacionales (11,1%).

La división de mayor aumento en el mes fue Educación (52,7%), por los incrementos de las cuotas en los distintos niveles educativos al inicio del ciclo lectivo. Le siguieron Comunicación (15,9%), por las subas en servicios de telefonía e internet, y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (13,3%), por alzas en el servicio de electricidad.

En contraposición, las dos divisiones que registraron las menores variaciones en marzo fueron Restaurantes y hoteles (8,3%) y Equipamiento y mantenimiento del hogar (5,0%).

Alimentos y bebidas no alcohólicas, por su parte, mostró un alza de 10,5% y volvió a ser la división con mayor incidencia en todas las regiones. Al interior se destacaron las subas de Carnes y derivados (con incrementos de hasta 9,8%), Leche, productos lácteos y huevos (con aumentos de hasta 17,2%), Verduras, tubérculos y legumbres (subas de hasta 26,2%) y Pan y cereales (incrementos hasta 8,5%).

¿Qué esperaban el Gobierno y las consultoras?

Semanas atrás, el ministro de Economía Luis Caputo, había dejado entrever que en el equipo económico del Gobierno esperaban que la inflación de marzo estuviera en torno al 10%”.

Días después, en una entrevista, el funcionario aclaró que si bien “todo el mundo” la proyectaba en torno al 12% o 13%, argumentó su decisión en el hecho de que, a su juicio, la inflación “está colapsando”. E incluso expresó que, según las mediciones que observan dentro del oficialismo, en la primera semana de abril “los alimentos están dando deflación de entre 3% y 5%”.

Ese 12% y 13% al que hacía mención Caputo se refiere al consenso de las consultoras privadas. Según reveló el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central, los analistas esperaban que la inflación de marzo se situara en 12,5%. Mismo registro esperaba la consultora Eco Go, mientras que Empiria anticipaba 12,2% y C&T Asesores Económicos proyectaba 12,7%. La fundación Libertad y Progreso, por su parte, había anticipado que se ubicaría en 10,6%.

Qué se anticipa para abril y las pistas del equipo económico

Tras convalidar el jueves una nueva baja de la tasa de política monetaria, tercera desde el cambio de gestión, el Banco Central argentino dejó algunas pistas respecto de la expectativa oficial de la inflación que viene.

Si bien la autoridad monetaria destacó en un comunicado que “tras la corrección inicial de precios relativos en diciembre 2023 se observa una pronunciada desaceleración de la inflación”, también dejó entrever que hacia adelante la tendencia podría interrumpirse. Al menos eso es lo que infirieron analistas respecto del pasaje del texto en el que el BCRA sugirió que para los meses que vienen tendrá mayor relevancia la trayectoria de la inflación núcleo.

Los relevamientos de precios de mayor frecuencia han resultado útiles para apreciar la dinámica mensual punta a punta. En los meses que se avecinan tomarán mayor relevancia en el diagnóstico de la trayectoria de la inflación las mediciones de inflación subyacente o núcleo, en vista de los ajustes de tarifas reguladas de servicios públicos anunciados”, había advertido la entidad.

En sintonía con esa misma visión, Caputo también destacó este viernes que la inflación núcleo se haya ubicado en un dígito por primera vez desde octubre pasado. “El IPC Nacional registró una variación de 11% en marzo, continuando el sendero de desaceleración que se viene verificando desde diciembre. La inflación núcleo, que excluye los componentes regulados y estacionales del índice, fue de 9,4%, ubicándose en un dígito mensual por primera vez desde octubre del año pasado”, expresó en redes sociales.

La fuerte desaceleración en la inflación es consecuencia del programa económico implementado desde el 11 de diciembre, cuyos pilares son el equilibrio fiscal y la recomposición del balance del BCRA. La combinación de ancla fiscal, monetaria y cambiaria, y las medidas que se vienen implementando para desburocratizar el comercio interior y normalizar el comercio exterior, son fundamentales para sostener este sendero de desinflación”, añadió.

Independientemente de ello, lo cierto es que para abril las consultoras anticipan que la inflación se ubicará por debajo del registro de marzo.

Nuestro relevamiento de IPC para la primera semana de abril mostró que el índice de precios minoristas creció un 10,2% mensual. Es decir, el índice de precios se sigue desacelerando. En base a estos datos, proyectamos que abril cerrará con una suba mensual del 9,5% incluso ante el impacto de la suba de las tarifas”, indicó Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso.

Esto, agregó, será posible gracias a que el impacto de actualización de los precios regulados se ve compensando con una fuerte desaceleración de los no regulados.

Para Rocío Bisang, economista de Eco Go, lo que se está observando respecto de la dinámica de precios en la actualidad es que “existen dos factores en tensión: por un lado, la baja en la demanda, producto de la fuerte caída de los salarios reales, impulsa la desaceleración de la inflación, pero por el otro, la corrección de precios relativos impulsa al alza de la inflación”.

Más allá de ello, consideró que “a nivel más macro, la combinación de ajuste fiscal, más dólar planchado y brecha estable, más expectativas positivas, donde la reducción del déficit cuasi fiscal juega un papel bastante importante con la tasa negativa y el crecimiento de las reservas, tienen un efecto positivo en la desaceleración de la inflación”.

Por su parte, la economista de Empiria Guadalupe Biron indicó que si bien para abril la consultora no tiene todavía un número cerrado, están notando una desaceleración en alimentos y bebidas. “Mirando la tendencia de los últimos meses y los datos adelantados de rubros y aumentos ya pactados para regulados todo indicaría que abril se posicionaría por debajo de marzo”, proyectó.

Más optimistas todavía se mostraron desde la consultora C&T Asesores Económicos ya que anticiparon que la inflación del corriente mes podría ubicarse en un dígito. “Para abril, los datos del relevamiento de precios minoristas de C&T para la región GBA muestran un fuerte impacto de los ajustes en gas y el servicio de agua pero una importante moderación en la gran mayoría del resto los rubros, incluidos alimentos y bebidas, que son clave en la inflación núcleo. Por ello, la inflación total del mes podría llegar a ubicarse en un dígito”, escribieron en un informe.