La argentina Clisa culpa a Milei por recorte en obra pública y pide una condonación de la deuda

La llegada de La Libertad Avanza al poder ha complicado aún más las cosas, dijo el gigante de gestión de residuos, la construcción y el transporte, a los tenedores de bonos

obra pública
Por Kevin Simauchi
10 de febrero, 2024 | 05:00 AM

Bloomberg — Mientras una de las mayores empresas de obras públicas de Argentina se queda sin liquidez y pide clemencia a los inversores, culpa directamente a Javier Milei.

Milei no lleva mucho tiempo en el cargo, 61 días, pero la Cia Latinoamericana de Infraestructura y Servicios afirma que sus planes de recortar el gasto público en proyectos de construcción, combinados con la devaluación del peso que supervisó al asumir el cargo, ya están afectando a su negocio.

Por eso, el gigante de la gestión de residuos, la construcción y el transporte Clisa dice que está pidiendo a los inversores que acepten más bonos -en lugar de dólares estadounidenses- como pago de intereses de un pagaré de US$343 millones con vencimiento en 2027. Es una medida que las agencias de calificación ya están advirtiendo de que equivaldrá a un impago, lo que presagia más problemas en el futuro.

“El riesgo de reestructuración es muy alto”, afirma Francisco Schumacher, analista corporativo de BancTrust & Co. “No vemos un repunte del gasto público en infraestructuras y recomendamos cautela” sobre los bonos de la empresa.

PUBLICIDAD

La crisis de Clisa, una filial clave del Grupo Roggio, con 115 años de historia, está poniendo de manifiesto la tensión entre el sector empresarial y los esfuerzos de Milei por sofocar la inflación de tres dígitos y estimular el crecimiento. Esta misma semana, el presidente recibió un duro golpe cuando un proyecto de ley en el que se basaba su reforma económica - “terapia de shock”, como él la denominó- fue devuelto al punto de partida por los legisladores.

Uno de cada 10 bonos corporativos en dólares en Argentina tiene rendimientos de más de 10 puntos porcentuales por encima de los bonos similares del Tesoro de EE.UU., según datos recopilados por Bloomberg, una señal de angustia.

La prima de riesgo del bono de Clisa con vencimiento en 2027 es una de las más elevadas del grupo, ya que los inversores exigen 66 puntos porcentuales más de rentabilidad por mantener el bono en lugar del bono de referencia estadounidense. El bono cotiza a 23 centavos de dólar, justo por debajo de su mínimo histórico.

PUBLICIDAD

La empresa señala el caos macroeconómico de Argentina como la razón de sus dificultades. Clisa afirma que sus clientes suelen pagar sus facturas con retraso y en pesos locales, lo que significa que el efectivo que los clientes transfieren a la empresa a menudo ha perdido valor con respecto al momento en que se prestaron los servicios, en medio de una inflación que se ha disparado al ritmo más rápido en más de tres décadas.

Obra pública

La llegada de Milei al poder ha complicado aún más las cosas, dijo Clisa a los tenedores de bonos en una declaración sobre los motivos para cambiar las condiciones de los pagos de su deuda. La promesa del Gobierno de recortar las obras públicas ya ha ralentizado el negocio, dijo, y añadió que el plan de ajuste fiscal sería doloroso. La empresa no facilitó cifras sobre el impacto de las nuevas políticas en el comunicado, y no respondió a correos electrónicos ni mensajes telefónicos en los que se le pedían más explicaciones.

El destino de la campaña de ajuste del cinturón de Milei está ahora en el limbo después de que fracasara su proyecto de ley ómnibus. Aun así, Paula La Greca, analista de crédito corporativo de TPCG Valores en Buenos Aires, dijo que la decisión de Clisa de pedir clemencia a los tenedores de bonos era lógica después de que aplazara un pago de intereses de US$10,7 millones sobre los bonos con vencimiento el 25 de enero.

La compañía está pidiendo el consentimiento de los tenedores para hacer ese pago del 8,5% en su totalidad en forma de pago en especie, en lugar del 6,25% acordado previamente en efectivo y 2,25% de pago en especie.

“Probablemente tendrá una tasa de participación muy alta, cercana al 100%”, dijo La Greca. “Básicamente, quien se niegue a participar no se queda ni con pan ni con torta”.

Uno de los efectos del plan de shock de Milei que detalló Clisa fue la fuerte devaluación del peso oficial. El nuevo Gobierno devaluó el peso un 54% en su primera semana en el cargo, y los analistas prevén que pronto será necesario otro movimiento. La depreciación “afecta significativamente a la situación financiera de Clisa”, según la empresa, ya que el 82% de su deuda a septiembre estaba denominada en divisas, mientras que el 87% de los ingresos durante el año anterior fueron en pesos.

Sin embargo, los problemas de Clisa van más allá de la carrera política de Milei. La paralización de proyectos de construcción durante la pandemia llevó a la empresa en 2021 a pedir a los inversores que canjearan bonos con vencimiento en 2023 por nuevos pagarés con vencimiento en 2027. También ejerció una opción de pago en especie para un pago de intereses de julio de 2020 que llevó a una rebaja de la calificación hasta el impago.

PUBLICIDAD

Riesgos crecientes

Tanto S&P Global Ratings como Fitch Ratings advirtieron el mes pasado de que el éxito de la solicitud de consentimiento llevaría a Clisa al impago. La empresa tiene una calificación de CC en S&P y de C en Fitch, ambas muy por debajo del nivel de “basura”.

Pero una rebaja de la calificación hasta el impago, incluso si se remedia rápidamente con el cambio de condiciones, podría convertirse en un problema mayor. Clisa debe a los tenedores de su bono de 2027 otro pago de intereses de 12 millones de dólares en julio, según datos recopilados por Bloomberg.

En septiembre, la empresa contaba con una caja disponible de AR$ 9.500 millones (11,4 millones de dólares al tipo de cambio oficial) y una deuda a corto plazo de AR$34.400 millones, según Fitch.

Sin un cambio de rumbo, podría ser necesaria otra negociación con los tenedores de bonos, dijo Andrés Correa de Fitch en una entrevista. En el pasado, Clisa obtuvo la aprobación de los tenedores de más del 90% de sus bonos para modificar su estructura de deuda.

PUBLICIDAD

“El riesgo de otra solicitud de consentimiento y un nuevo proceso de reestructuración es posible”, dijo Correa. “Eso es lo que refleja su calificación”.

Lea más en Bloomberg.com