Jubilación mínima en Argentina: el poder adquisitivo cayó 17% mensual en enero

Según datos del sector privado, si la comparación se hace contra el haber promedio mensual del 2017, la caída llega al 57%

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Buenos Aires — En medio de un fuerte avance de la inflación en Argentina y del ajuste del gasto público, el poder adquisitivo de los jubilados se redujo en enero un 17% respecto de diciembre, de acuerdo con datos del sector privado.

Si la comparación se hace contra el haber promedio mensual del 2017, la caída es del 57% en el caso de no cobrar bono o del 35% en el caso de cobrar bono. Esto significa que un jubilado que cobra bonos pudo adquirir en enero un 65% de los bienes y servicios que podía adquirir en promedio durante 2017″, analizó el economista Nadin Argañaraz, presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).

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“Como Argentina vive inmersa en un problema fiscal recurrente, los jubilados son los elegidos para ajustarlos, porque al ajustarlos baja el gasto público real y de esa manera se muestran mejores resultados fiscales”, señaló en un informe que lleva su firma.

Los números de marzo

En marzo, el poder adquisitivo de un jubilado con la mínima que recibe bono va a ser un 33% menor al de igual mes del año pasado”, calculó Argañaraz en el mencionado trabajo.

A su vez, manifestó que será “un 39% menor que la jubilación promedio mensual del 2017″. Y mirando hacia adelante, añadió: “Como si esto fuera poco, si no hay una decisión concreta que cambie la fórmula actual, en mayo los jubilados argentinos tendrían el menor poder adquisitivo del periodo 2018-2024″.

El número es crítico: un 37% de pérdida de poder adquisitivo respecto de mayo de 2023 y del 45% respecto al promedio mensual del año 2017″, señaló.

La pérdida acumulada

Según los cálculos del economista, si se suman todas las pérdidas en el período entre 2018 y 2023, se estima que un jubilado con la mínima que recibe bonos cobró su haber durante 72 meses, pero fue equivalente a haber cobrado 62 haberes con el poder adquisitivo del año 2017.

“La diferencia es la pérdida de 9,4 haberes. En este último caso, si se desea expresarlo en valores de diciembre de 2023, la compensación necesaria sería de $1.900.000″, puntualizó Argañaraz.

Además, evaluó que “el ahorro de gasto público hecho con los jubilados en los últimos seis años es de US$26.000 millones”, si se toma como referencia el dólar libre, mientras que este año 2024 puede ser de otros US$10.000 millones.

Según consignó la consultora 1816 en un informe, las jubilaciones en enero tuvieron una baja superior al 30%, si la comparación se realiza interanualmente.

En ese sentido, los analistas de la firma destacaron que “los números fiscales y de inflación están mejorando de forma contundente, aunque hay dudas razonables acerca de la sostenibilidad de ambos fenómenos”, que hasta el momento se explicaron por licuación de gasto jubilatorio, impuesto PAÍS, recesión y un tipo de cambio oficial casi fijo.

El problema del atraso

Un trabajo del Centro de Economía Política (CEPA) explicó que “cualquier fórmula de actualización requiere nutrirse de indicadores pasados, es decir, siempre presenta un rezago”.

“Si se analiza intuitivamente esta cuestión, se llega a la conclusión de que el problema real ocurre en contextos de inflación creciente, justamente porque el atraso en la captación de los datos de actualización implica que se actualice con valores más bajos que los vigentes”.

“Ello ocurre tanto en actualizaciones que sigan al IPC, o a la recaudación, o a los salarios (que en buena medida se mueven influenciados por precios). Siempre que se actualiza con rezago estadístico, la demora produce este desfasaje frente a una inflación que crece”, insistió el estudio.