Bloomberg — Los inversores apuestan por que el Banco Central de Argentina acelere la depreciación gradual del peso, conocida como “crawling peg”, para abril, en un esfuerzo por hacer la moneda más competitiva a tiempo para las cruciales exportaciones de materias primas del país.
Los inversores prevén que la paridad se acelere hasta el 6% mensual a principios del segundo trimestre, según los datos de futuros del peso. Este ritmo es superior al 2% mensual fijado por el presidente Javier Milei cuando asumió el cargo en diciembre y también promulgó una devaluación del 54%. La política monetaria de Milei es un pilar crucial de su intento de frenar la inflación de tres dígitos de Argentina, así como el programa gubernamental de 44.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional.
Las tasas mensuales de inflación, superiores al 20% en diciembre y enero, han mermado la competitividad ganada por el peso tras la gran devaluación de diciembre y las depreciaciones mensuales del 2%. El desajuste entre la paridad y la inflación mensual ha alimentado las especulaciones de los inversores sobre la necesidad de otra devaluación puntual, ya que el Gobierno intenta mantener la competitividad de la moneda para las exportaciones, por un lado, y limitar la repercusión en los precios, por otro.
La nueva previsión de una subida del 6% para abril triplica la tasa actual, pero sigue siendo inferior al 10% que los inversores esperaban en diciembre. El ritmo del ajuste dependerá del BCRA y de la velocidad a la que se desacelere la inflación, dijo el lunes el ministro de Economía, Luis Caputo, en una entrevista televisiva.
Los inversores esperan que el Gobierno aumente el ritmo de crawling peg a tiempo para la temporada de cosecha en Argentina, cuando los agricultores comienzan a exportar miles de millones de dólares en productos de soja, maíz y trigo, la principal fuente de divisas de la economía. Una paridad obsoleta podría animar a los exportadores a retrasar el envío de sus cosechas hasta que el peso alcance un nivel más débil y realista.
“Van a tener que acelerar el crawling peg después de marzo porque el tipo de cambio real se está apreciando a pasos agigantados”, dijo Fernando Losada, director gerente de Oppenheimer. “Si el tipo de cambio se atrasa demasiado, volveremos a la vieja historia de la soja amontonada en silos bolsas”.
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