Inflación y giro del ciclo económico: el BCRA ratifica su “perspectiva alentadora” para el país

El vicepresidente de la entidad Vladimir Werning volvió a plasmar las expectativas de la entidad respecto del rumbo económico en una presentación. Señaló que “la desinflación avanza” aunque en esta oportunidad no proyectó cifras para septiembre ni los próximos meses

Banco Central de la República Argentina
07 de octubre, 2024 | 02:49 PM

Buenos Aires — El Banco Central argentino ratificó que anticipauna perspectiva alentadora” para la economía. A través de una nueva presentación de su vicepresidente Vladimir Werning, la autoridad monetaria volvió a advertir que ve un “giro del ciclo económico” en el que “la desinflación avanza”, aunque en esta oportunidad evitó dar precisiones respecto de la expectativa oficial para el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de septiembre, dato que será publicado por el Indec este jueves.

A diferencia de las presentaciones anteriores, la exposición de Werning no dejó plasmadas cifras que reflejen la expectativa oficial para la inflación de los próximos meses. A principios de septiembre, en una presentación similar que ofreció ante ejecutivos que participaron de la cumbre del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), había anticipado que la inflación para ese mes se ubicaría en 3,5%. Pese a ello, el trabajo sí volvió a anticipar una “fuerte baja en la inflación efectiva que converge a su 0%-equivalente”, definido por el deslizamiento cambiario de 2%.

De acuerdo con la visión del BCRA comenzó a observarse una convergencia de la inflación y de las expectativas. Esa “fuerte baja en la dispersión de las expectativas inflación (REM) acelerará la convergencia de la oferta y la demanda de crédito”, dice el trabajo que Vladimir Werning presentó el lunes pasado en un encuentro realizado por la Fundación Mediterránea en la provincia de Córdoba.

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Factores que ve el BCRA detrás de la desaceleración inflacionaria

Entre los factores que están contribuyendo a esa baja de la inflación, la presentación de Werning primero se centró en “cuatro pilares fundamentales que reconstruyen la estabilidad macroeconómica”. Entre ellos, el cambio de tendencia de un déficit primario consolidado en los últimos años al superávit primario del sector público no financiero de 2,3 puntos del PBI en los primeros ocho meses de 2024.

Al respecto, el trabajo calcula que el financiamiento del BCRA al Tesoro por la vía monetaria y con reservas acumuló más de 60 puntos del PBI entre 2003 y 2023.

Esa dinámica permitió que se desplome el financiamiento neto del déficit de niveles de ARS$50 billones (a precios constantes del 30 de junio de 2024) acumulados entre diciembre de 2022 y el mismo mes del año siguiente hasta alcanzar un “sobrecumplimiento” de las metas monetarias en 2024. “Fue necesario un giro fiscal sin precedentes para poder borrar totalmente la monetización”, señala Werning en la presentación. “Fue necesario recortar la tasa de política monetaria para derretir la ‘bola de nieve’ de pasivos del BCRA”, agregó.

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La brusca caída de los pagos de intereses del BCRA sobre los pasivos remunerados es justamente otro de los puntos que señala el BCRA a la hora de explicar ese proceso de desinflación. A precios constantes del 31 de julio de 2024, pasaron de representar unos ARS$5,4 billones mensuales en noviembre de 2023 a cero en agosto tras las sucesivas bajas de la tasa de política monetaria en los primeros meses de gestión, la migración inicial de pasivos remunerados (BCRA) a Lecaps (Tesoro) y la posterior migración del remanente de deuda remunerada del Central a LeFi en julio.

De la mano de esa caída del ratio de pasivos remunerados del BCRA sobre el nivel de reservas netas, la presentación grafica que en el último año se observa una desplome del riesgo de hiperinflación. Pero además, producto de la mejora en el ratio de importaciones sobre las reservas líquidas del BCRA, también señala un derrumbe de los riesgos de cesación de pagos de deuda.

Fuente: BCRA

En lo que respecta a los factores que están impactando sobre los precios, el trabajo señala la existencia de “márgenes altos y recuperación moderada de salarios reales”. De los salarios reales del sector privado registrado, el BCRA considera que los mismos hicieron piso en diciembre pasado y que desde el inicio del segundo trimestre ya muestran una recuperación más pronunciada.

Por otra parte, también plantea que hay expectativas favorables para la inflación por el lado de los costos de energía y combustible. En el primer caso, anticipa que el avance en la cobertura del costo de la energía (por suba de tarifa y baja de costo) moderará los futuros ajustes, mientras que en el caso de los combustibles, plantea que luego de la desregulación del mercado de naftas, la convergencia del precio de combustible a nivel doméstico e internacional también alivia la expectativa inflacionaria.

En esa línea, la presentación de Werning también plantea que hacia adelante se abre lugar para una normalización más gradual hacia arriba de los impuestos convencionales de la mano de una normalización hacia abajo de los impuestos distorsivos.

¿Punto de giro económico?

Otro foco saliente de la presentación del vicepresidente del BCRA es el giro que ve el equipo económico a partir de los datos del Indicador Líder de Actividad (ILA), un índice compuesto del BCRA que busca anticipar los cambios de fase del ciclo económico basado en tres criterios: duración (cantidad de meses con variaciones mensuales positivas de los últimos 4), difusión (porcentaje de sectores con variación mensual positiva respecto de una media móvil de cuatro meses) y profundidad (variación porcentual del ILA-BCRA sobre el acumulado de seis meses anualizada).

De acuerdo a ese indicador, la economía argentina “llegó a un punto de inflexión cíclico”. Es que según refleja el informe del Central, “en julio se cumplieron las tres condiciones” que indican que el ILA-BCRA habría verificado un punto de giro en marzo de 2024. Por ello, la presentación de Werning señala que “es esperable que el cambio de fase del EMAE haya ocurrido en abr-24 o en los meses subsiguientes”.

Al respecto, el trabajo considera que “los ingresos laborales y la demanda de dinero están aumentando en forma simultánea, reforzando así los fundamentos que determinaron el punto de inflexión económico”.