Buenos Aires — Este jueves se conocerá el dato de inflación de septiembre. Y según la proyección de consultoras privadas perforará el 4% mensual por primera vez desde enero del 2022. El consenso marca una suba del Índice de Precios al Consumidor del 3,5%. De suceder, sería el número más bajo desde el 2,5% de noviembre del 2021.
Sería una desaceleración desde el 4,2% de agosto, una cifra que alertó al Gobierno de Javier Milei, que espera para el noveno mes del año una caída producto, principalmente, por la reducción en el Impuesto PAIS y un freno a las subas en servicios.
Para Felipe Hernández y Adriana Dupita de Bloomberg Economics, el recorte en impuestos será el impulso de “la primera inflación inferior al 4% (mensual) en septiembre, una victoria política para el presidente Milei”. Según los analistas, “la reducción de impuestos probablemente frenó el aumento de precios de los artículos comercializables el mes pasado y lo hará en octubre, en menor medida”.
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Respecto al pronóstico para el nivel interanual, que en agosto fue del 236,7%, marcará “una desaceleración hacia su nivel más bajo desde diciembre de 2023, aunque todavía se ubicaría en los tres dígitos”.
La mediana de las consultoras y agentes del mercado que participan del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) prevé una suba del IPC del 3,5%, misma cifra que la proyectada por el Relevamiento de Precios Minoristas de EcoGo y por Equilibra. Analytica proyecta una suba mensual del 3,8%.
Calculadora de inflación acumulada en Argentina
¿Hasta dónde llega la desaceleración?
Según el REM, tras el 3,5% de septiembre vendrán meses con aumentos similares: 3,4% en octubre, 3,3% en noviembre y 3,6% en diciembre. Hasta marzo del 2025 seguiría con el 3% adelante, pese al objetivo del Ministerio de Economía que converja con el 2% del crawling peg (ritmo de devaluación).
El exministro de Economía, Domingo Cavallo, se refirió al ritmo de la desaceleración en un artículo titulado “reactivación de demanda versus desinflación”, en el que argumenta que la reactivación de la economía amenaza el proceso de caída de los precios.
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Según Cavallo, y hacia los fines de apuntalar la demanda interna y la producción, apuntalar la recuperación de la demanda interna y de la producción, “el Gobierno paraliza los reajustes de precios relativos aún pendientes e, incluso, revirtiendo aquellos que puedan tener un efecto más directo sobre los ingresos de las familias”. El exministro advierte que “esta política no tiene efectos sostenibles en el tiempo”.
Una alternativa posible, según Cavallo, “sería conseguir una drástica caída en las expectativas de devaluación”. No obstante, esto no es posible “mientras exista el cepo cambiario sobre las transacciones financieras y de servicios y el gobierno no pueda anunciar un plan de estabilización basado en un régimen monetario y cambiario libre y bien institucionalizado”.