Buenos Aires — Mientras la inflación en Argentina continúa en alza y se consolida en niveles históricos, el precio de la carne es una de las principales variables a seguir de cerca por los consumidores, ante su incidencia en el costo de la canasta básica. La carne ya había marcado un fuerte salto en julio y en agosto la tendencia se acentuó, en medio de la incertidumbre electoral y los efectos de la devaluación convalidada por el Gobierno.
El último Índice de Precios al Consumidor (IPC) arrojó para julio un 6,3% y, según el Indec, la división con mayor incidencia en todas las regiones fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (5,8%). Al interior de la división impactó la suba Carnes y derivados, así como también Pan y cereales.
El reporte de agosto que mide el instituto de estadísticas será publicado el 13 de septiembre, pero desde el sector privado ya anticipan que hubo otro salto en el precio de la carne durante ese mes, en el que la inflación general trepó entre 11% y 12% según el concenso del mercado.
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“Lo que pasó con la carne tiene su explicación. Lo veníamos diciendo. A junio, el IPC interanual fue de 115,6% y la recomposición de la carne, del 70%. Eso estaba acumulando presión, que en algún momento iba a pegar un salto importante”, manifestó Daniel Urcía, vicepresidente de la FIFRA, la Federación de Industrias Frigoríficas.
En diálogo con Radio Continental, sostuvo que “la carne era un ancla inflacionaria”, al tiempo que estimó: “Vamos a terminar un mes con inflación interanual de la carne que estará levemente por encima de la inflación interanual”.
“El salto fue brusco y en un solo mes, pero el problema acá no es la carne. Es que, de entrada, hay un país con una inflación que supera el 100%. El problema es la macro”, opinó Urcía, quien calculó que la carne se encamina a encontrar “un equilibrio entre el precio y la demanda”.
La suba de la carne de agosto
“Las consultoras que monitorean la inflación con una frecuencia diaria y semanal están advirtiendo de una importante aceleración del ritmo de crecimiento de los precios”, analizó un informe de Fundación Mediterránea.
En ese sentido, remarcó: “Este fenómeno tiene mucho que ver con la devaluación del día posterior a las PASO y la incertidumbre que ha generado el resultado electoral, pero también con otros factores puntuales, caso del gran aumento mostrado por el precio de la carne bovina”.
“No se cuenta todavía con estadísticas oficiales que precisen el aumento que ha tenido la carne, pero se estima que su precio podría haber llegado a $3.100 por kilo hacia fines de la tercera semana de agosto (promediando el valor de 18 cortes), con una variación desde el arranque del mes del orden del 55-60%”, calculó.
A su vez, estimó que, “por efecto sustitución, es de esperar que las otras carnes y proteínas animales también hayan tenido aumentos significativos”.
¿Por qué aumentó la carne?
“Por detrás de la fuerte suba de precios de carne bovina está un gran aumento en el precio de los animales en pie. Entre la tercera semana de julio y la tercera semana de agosto, el precio del novillito en el Mercado de Cañuelas (ex Liniers) subió un 70%”, indicó el sondeo de Fundación Mediterránea.
Los factores que explican la suba de precios de la hacienda no son tan evidentes, analizó y puntualizó: “Entre las hipótesis se encuentran un posible desequilibrio por cuestiones estacionales entre la oferta y demanda de animales con destino exportación, la necesidad de recomponer márgenes en los feedlots (afectados por Dólar Maíz y otros factores), y un past through muy completo y rápido de la devaluación post PASO a los precios de la hacienda por retracción y/o menor disponibilidad de animales, entre otras”.
¿Va a seguir aumentando la carne?
Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario publicado este lunes, “pese al menor nivel de oferta, la demanda interna ajustará más por volumen que por precio”.
“La fuerte suba de valores que experimentó el ganado vacuno durante el último mes comienza a encontrar un freno en los que se trasladan al consumidor”, señaló y aseguró que “parte de esta suba responde al retraso de valores que venía sufriendo la hacienda en los últimos meses y parte, obviamente, refleja el efecto de la devaluación del peso luego de las elecciones primarias”.
“Lo cierto es que, a inicios de agosto, el valor medio del novillito liviano en Cañuelas rondaba los $680 el kilo y en tan solo dos semanas esa misma mercadería llegó a marcar $950 el kilo, esto es un aumento del 40% dentro del mismo mes”, detalló.
Aseguró que, como consecuencia de ello, las primeras mediciones privadas de precios minoristas mostraron “subas inmediatas en el precio de la carne superiores al 50%; sin duda desplazamientos muy difíciles de asimilar por el consumidor, en un mes en el que la devaluación significó un duro golpe al poder adquisitivo sobre presupuestos ya prácticamente agotados previo al fin de mes”.
“En efecto, en los últimos días se ha observado una especie de movimiento rebote en los valores de la hacienda en pie ante la pesadez de las ventas. Durante la última semana, los valores de referencia que marcaba el mercado agroganadero parecen encontrar un nuevo equilibrio de precios en torno a los $850 el kilo para ese novillito liviano, que tan sensible resulta a la reacción de la calle”, subrayó.
El consumo de carne
La Bolsa de Comercio de Rosario manifestó que, al analizar los movimientos de precios que registró el precio de la hacienda en pie con relación al resto de los bienes y servicios medidos a través del IPC, los precios alcanzados durante agosto “no hicieron más que corregir en términos interanuales el retraso que venía registrando la hacienda desde finales del año pasado”.
“En este contexto de presupuestos acotados y elevada inflación, es altamente probable observar una caída en el nivel de consumo que contribuya a frenar aún más la suba de precios, incluso en un escenario de menor oferta de carne como el que comienza a plasmarse”, apuntó.
Según datos relevados por la entidad antes de la devaluación, el poder de compra de las remuneraciones en términos de carne se encontraba casi 10 kilogramos por debajo del promedio de los últimos diez años.
Si bien todavía no hay detalles respecto de lo ocurrido en el consumo durante la última semana, Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market, anticipó a Bloomberg Línea que tras el salto del tipo de cambio oficial, es esperable que en el país haya crecido el consumo de la carne porcina y aviar, frente a la vacuna.