Buenos Aires — En un contexto de escasez de dólares y reservas netas negativas, al Gobierno argentino no le quedó más alternativa que pisar el freno de las importaciones. Los yuanes que se venían utilizando para ese fin empezaron a mermar y la AFIP debió frenar las autorizaciones. La decisión llega después de que las medidas impuestas que encarecen -con impuestos- las compras externas no lograron desalentar la demanda.
La utilización de yuanes para pagar importaciones había significado una bocanada de aire para el Banco Central, que lograba así alivianar la demanda de los pocos dólares que hoy mantiene en sus arcas. Pero en los últimos días, ese grifo también empezó a cerrarse.
“Desde inicio de esta semana se vio una marcada desaceleración del uso de yuanes para importar. Estimamos que se promediaron 5 millones diarios, valores muy por debajo de los cerca de 70 millones que se registraron durante el mes de julio”, señalaron a Bloomberg Línea desde la consultora Ecolatina.
La desaceleración ya se reflejaba en los días previos al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional anunciado el pasado viernes. “Se observó un freno. Y de acá hasta fin de año se verán los vaivenes en materia de aprobación de las SIRA”, dijo Soledad Pérez Duhalde, de Abeceb.
Más restricciones a las empresas
Desde las empresas, advierten que hubo cambios en el índice de Capacidad Económica Financiera (CEF) de los contribuyentes, que evalúa si la empresa está habilitada o no a acceder a los permisos de importación (los SIRA). Señalan que entre julio y agosto se redujo el cálculo que evalúa el desempeño de las empresas, limitando la cantidad de firmas que pueden acceder a las SIRA.
Desde la Unión Industrial Argentina (UIA) cuestionaron las alteraciones en los sistemas de Cuenta Corriente Única de Comercio Exterior (CCUCE) y en la determinación de la Capacidad Económica Financiera (CEF), ocurrida en los últimos días, al considerar que sumaron “aún más dificultades a la operatoria diaria de las empresas, en especial en las pequeñas y medianas”.
Una fuente del equipo económico del Gobierno, que pidió no ser identificada, reconoció que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) frenó el acceso a dólares para la importación a aquellos que no liquiden divisas. Mientras que fueron dados de baja cerca de 30.000 nuevos importadores con permisos para obtener SIRA por US$50.000.
Impacto de las últimas medidas
Antes del acuerdo con el FMI, el Ministerio de Economía había anunciado una serie de medidas tendientes a cuidar los escasos dólares en las arcas del BCRA:
- Alícuota de 25% por el Impuesto PAIS a las importaciones de servicios (excepto a los fletes, 7,5%, y suntuarios y turismo, que ya tenían una alícuota del 30%)
- Alícuota de 7,5% para la importación de bienes, menos los medicamentos, los combustibles y los insumos y bienes intermedios vinculados a la canasta básica alimentaria.
Desde la consultora Analytica, señalaron que “parece difícil que estas medidas desincentiven la importación de bienes, ya que se espera una devaluación del 50%. A todas luces, son políticas de corte netamente fiscal, para cumplir con los requisitos de recaudación que demanda el FMI y, así, conseguir los dólares suficientes para cubrir el programa de pagos con el organismo hasta fin de año”.
Importaciones y FMI
Estas decisiones están vinculadas al acuerdo alcanzado entre el Gobierno y el FMI y la reformulación de la meta de reservas internacionales netas, que según el nuevo programa deberán ser positivas en US$3.300 millones hacia finales de diciembre (hoy hay consultoras privadas que las sitúan en niveles negativos cercanos a US$10.000 millones). Es decir, US$1.000 millones más que los US$2.300 millones de fines de 2021.
Según un gráfico de la consultora Equilibra, esa meta luce por demás lejana, dado que representaría recortar en un 50% las importaciones de bienes y servicios en comparación con el 2022.
La mirada de los empresarios
Según Daniel González, director ejecutivo de IDEA (que reúne a las principales empresas del país), “las restricciones a las importaciones vienen siendo una de las principales preocupaciones de los empresarios hace varios meses y vienen empeorando”. Agregó que en los últimos días “fue gravísima la falta de dólares”.
En respuesta a Bloomberg Línea, el exCEO de YPF dijo que “las consecuencias varían mucho de un sector a otro pero sin dudas que estas restricciones, incluyendo las últimas medidas, impactan negativamente en la actividad económica y además generan mayor inflación ya que encarecen los productos con algún componente importado”.
Fernando Furci, gerente general de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), dijo que “la Cámara está viendo con mucha preocupación la evolución y la realidad del comercio exterior con un encarecimiento en toda la cadena de valor, con la imposibilidad de tener previsibilidad en los cálculos de los frentes internacionales”.
Según Furci, están asesorando a los socios de la Cámara para tomar las mejores decisiones en miras al último cuatrimestre, que considera “será muy complejo”.
Un comunicado de la UIA difundido este miércoles afirma que “todo esto se da en un marco donde se multiplican los problemas para el giro de divisas al exterior tanto para bienes y servicios vinculada con la producción donde la aprobación de SIRA y SIRASES resulta cada vez más difícil de obtener”.