Buenos Aires — Tras más de 20 años de negociaciones, el Mercosur y la Unión Europea alcanzaron un acuerdo comercial que aún debe ser aprobado de los dos lados del Atlántico. Pese al optimismo de las autoridades de los bloques, enfrenta múltiples desafíos para su ratificación definitiva.
Uno de los principales escollos proviene de las demandas de varios países europeos, que exigen compromisos más estrictos en materia ambiental y temen a su vez una competencia que perjudique a sus sectores agrícolas. En este sector aparecen Francia y Polonia, que temen una competencia desleal frente a los productos del Mercosur.
El acuerdo debe ser aprobado por el Consejo de la Unión Europea, donde deciden los gobiernos, y luego en el Parlamento Europeo. Además, dependiendo de la naturaleza jurídica del pacto, podría requerir también la ratificación de los parlamentos nacionales de los 27 países europeos, lo que añade un desafío adicional.
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El Consejo de la UE, compuesto por los ministros de los Estados miembros, debe adoptar el acuerdo por mayoría cualificada. Mientras que en el Parlamento se necesita una mayoría simple para su aprobación. La ratificación en los parlamentos nacionales es necesaria si el acuerdo incluye competencias compartidas entre la UE y los Estados miembros (acuerdo mixto). En la otra vereda, la del Mercosur, el acuerdo debe ser ratificado por cada parlamento nacional.
Impacto comercial del acuerdo
El acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur promete abrir uno de los mercados más grandes del mundo, con 700 millones de consumidores potenciales. Según Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, el pacto eliminará casi todos los aranceles que actualmente gravan los productos europeos en los países del Mercosur, que pueden llegar hasta el 55% en productos agroalimentarios.
Este cambio no solo generará ahorros significativos —estimados en 4.000 millones de euros anuales para los exportadores europeos—, sino que también beneficiará especialmente a las pequeñas y medianas empresas europeas, que representan una proporción considerable de las que comercian con América Latina.
Según un informe del CIPPEC, el acuerdo representa para Argentina una oportunidad estratégica para mejorar su inserción internacional en un contexto global cada vez más competitivo. “El pacto permitirá a las empresas argentinas consolidar su presencia en un mercado de alta demanda y diversificación como el europeo”, dice el informe.
Este nuevo marco comercial podría dinamizar las exportaciones argentinas, ampliando el “espacio de productos” al facilitar la incorporación de nuevos bienes al intercambio bilateral. “Aunque las expectativas de crecimiento en la demanda europea son moderadas, las oportunidades derivadas de este acuerdo abren un horizonte de negocios que trasciende los sectores tradicionales”, sostiene el CIPPEC.
Números actuales entre la Unión Europea y el Mercosur
Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario destaca que el comercio entre la Unión Europea y el Mercosur finalizó el 2023 con un intercambio cercano a los US$ 110.000 millones. “La UE es destino del 14% de las exportaciones del Mercosur, mientras que el 20% de las importaciones del bloque sudamericano provienen del bloque europeo”, dice el informe.
“En la última década se observa un relativo estancamiento del valor comerciado entre el Mercosur y la UE”, agrega. Según la BCR, el crecimiento de otros socios comerciales en las últimas décadas y los obstáculos al comercio entre bloques son dos factores que explican el retroceso de esta relación.