Buenos Aires — El Gobierno argentino difundió el “Plan Verano 2024-2025″, que consta de una serie de medidas cuyo objetivo es evitar que haya cortes de luz en usuarios residenciales, en un contexto de un sistema de energía eléctrico tensionado, al prever que la oferta no será capaz de cubrir los picos de demanda.
En ese sentido, la Secretaría de Energía trabaja en medidas para todos los segmentos: generación, transporte, distribución y demanda. Respecto al primero, se importará energía y potencia de Brasil en días críticos y se negociará con Paraguay el aumento de los intercambios de Yacyretá. También habrá incentivos a las empresas para que puedan disponer de equipos de generación térmica que están sobre el final de su vida útil.
Para el transporte, que ha sido protagonista con Transener de un corte masivo en 2023, el Gobierno trabajará “la disponibilidad de cuatro transformadores de reserva”. Para la distribución (los principales actores son Edenor y Edesur en el AMBA), se establecerá un mecanismo de gestión de reducción de demanda a los grandes usuarios (industrias), “voluntario, programado y remunerado”, dice el comunicado.
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El comunicado insiste en que “no están previstos los cortes programados a usuarios residenciales”. Y apuntó contra las anteriores gestiones: “Estas medidas son imprescindibles por la crisis que vive el sector energético debido a la falta de inversión y mantenimiento en los últimos 20 años, que llevaron al sistema al borde del colapso”.
Repasa también otros factores que impactan en un mayor estrés: “Se suma particularmente durante el verano la parada técnica de la Central Nuclear Atucha I; la situación coyuntural hidrólógica de Brasil; y las extensas olas de calor que se pronostican, que demandarían 30.700 MW, superando así el pico histórico de 29.653 de febrero de este año”.