Buenos Aires — Luis Caputo anunció este martes que el impuesto PAIS para la importación de bienes y fletes bajará de 17,5% al 7,5% desde el lunes 2 de septiembre. Si bien el oficialismo venía anticipando que aplicaría esta reducción de 10 puntos porcentuales de la alícuota para las importaciones en el noveno mes del año, hasta el momento era una incógnita la fecha exacta en que convalidaría esa baja y si la misma afectaría solo a bienes o también a servicios y al llamado ‘dólar turista’, tal como se denomina a los consumos con tarjeta en moneda extranjera.
“Prometimos y cumplimos”, indicó el ministro de Economía argentino en una publicación en redes sociales en la que confirmó la medida del equipo económico, al retrotraer el impuesto para ese segmento a niveles del año pasado.
El titular del Palacio de Hacienda había indicado que iba a bajar la alícuota del impuesto de 17,5% a 7,5%, si se aprobaba la ley Bases, pese al impacto que esa reducción pudiera tener en la recaudación. Con la baja, el equipo económico del Gobierno busca apuntalar el proceso de desaceleración de la inflación.
Sin embargo, la iniciativa no contempla cambios en el tributo para consumos en el exterior y turismo, lo que eleva el denominado “dólar tarjeta” a AR$ 1.551. Tampoco impactará en la cotización de la divisa norteamericana para atesoramiento.
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El fisco podría sentir el impacto. Según un análisis del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), “resulta importante destacar el incremento de participación dentro de la recaudación nacional del impuesto PAIS entre los primeros 7 meses de 2023 y de 2024, ya que, en 2023 este tributo explicó el 1,6% de la recaudación total y en la actualidad el 6,3%”.
“Además, en 2023 se ubicaba en el noveno puesto de mayor relevancia, mientras que en la actualidad ocupa el quinto lugar”, evaluó el informe.
Qué efecto tiene la baja del impuesto PAIS para importaciones
Javier Fuentes, gerente de Impuestos de Pgk Consultores, consideró que “el Impuesto PAIS es una obligación fiscal cuyo único fin fue (y es) recaudatorio. No grava ningún manifestación de capacidad contributiva, lo cual lo torna en un impuesto recesivo”.
“El sector que más sufrió el impactó de este impuesto fue el del comercio exterior (importaciones), ya que encareció a los productos que se importaban”, analizó en uno de sus últimos reportes.
Así, una reducción “debería traer aparejada una disminución en el costo de los productos importados que intervienen en la producción local”. De acuerdo con su punto de vista, ello podría generar una “disminución del costo de productos con componentes importados y, por lo tanto, una disminución del valor de venta en el mercado interno y, consecuentemente, una disminución de la inflación y a su vez una recuperación de los ingresos de las personas”.
Sin embargo, aclaró que “la disminución del costo mencionado puede conspirar con los valores del mercado interno de las empresas nacionales, perjudicando a las pymes locales”.
“Reducir el impuesto PAIS o quitarlo, el efecto inmediato es una disminución de la recaudación”, aseguró y estimó que, si se logra una baja en los productos importados, “debería recuperarse la actividad interna, reactivarse el consumo y con ello, la producción”.
De ese modo, puntualizó que, “acompañado por una buena política de desarrollo y fortalecimiento de la industria local, la recaudación por lógica debería aumentar”.
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